ᝰ Scenary.° ×Satoru Gojo×

sᴡᴇᴇᴛ ᴀɴɢᴇʟ☙

El reloj parpadea a las dolorosas tres de la mañana para ti, la hora más allá de lo que prometió Gojo.  No detienes el suspiro que deja tus labios rojo cereza mientras miras el espejo, con la mandíbula apretada ante la vista.  Se supone que hoy es tu segundo aniversario con Gojo, y en lugar de gastarlo en una cena en un rascacielos como la del año pasado, ambos insistieron en quedarse en casa para una cita más romántica.

Siendo él el hechicero más fuerte, es un hecho que estará ocupado, incluso hasta el día de hoy.  No puede tomarse un día libre, pero prometió llegar a casa a tiempo.

La cena se enfrió, las velas se derritieron y el aroma de las rosas se adhirió con fuerza a las paredes.  Llevas tu vestido negro favorito combinado con tacones, muñecas tintineando con los brazaletes y maquillaje hecho a la perfección.  Se supone que el ambiente de hoy es tranquilo y romántico, especialmente con tu sorpresa para él, pero todavía no está en casa.

Lavándote la cara en el fregadero y cubriendo los platos, apaga las velas; o lo que queda de ellas, y regresa a tu habitación compartida para terminar el día.  Deslizas tu vestido y lo reemplazad con la camisa blanca de Gojo, queriendo sentir que todavía está contigo incluso con solo su olor.

Un rojo estruendoso en el reloj que dice tres cuarenta y cinco de la madrugada es lo último que ves mientras te hundes profundamente en las sábanas, haciendo todo lo posible por ignorar los dolores en tu corazón.

Prometió que estaría en casa pronto.

"¡Cariño!  Estoy en Ca- Gojo parpadea ante la oscuridad del lugar, palmeando las paredes con las manos antes de encender las luces.  No le sorprende ver que está tan ordenado como de costumbre, pero luego su mirada se posa en la mesa del comedor, y es entonces cuando se da cuenta de que está jodido.

Las velas ya están derretidas a la mitad, una copa de vino todavía y la otra ya lavada en el fregadero.  Debes haber tomado algunos sorbos mientras lo esperabas;  una imagen que ya puede imaginar.  Te ha admirado mucho antes de salir contigo, que Gojo está acostumbrado a tus hábitos, como la forma en que rotas la bebida en tu vaso tres veces antes de beber, la lengua saliendo para saborear el vino mezclándose con tus labios.

Él sabe todo esto, sobre todo porque siempre le vuelve loco cuando haces eso, y ha perdido la cuenta de las veces que te ha empujado contra el mostrador, metiendo su lengua entre tus labios para descubrir qué pasa con el vino y los lápices labiales con sabor. Le gusta mucho.

Es un poco infernal para él cuanto más piensa en ello, más aún porque no te das cuenta del efecto que tienes sobre él.

Pero no es el único, ya que no importa cuán perspicaz pueda ser Gojo, es más loco de lo que le gusta admitir.  Y, por supuesto, se olvidó de que esta noche era su aniversario.  Nunca fijó fechas en sus calendarios, agitando la mano y afirmando con seguridad que tenía una memoria ultrarrápida y que no necesitaba recordatorios.

Bueno, ahora esa ultramemoria le está recordando la última vez que se olvidó de asistir a tu evento de trabajo, una vez que lo necesitaste más que cualquier otra cosa, y no hablaste con él durante una semana consecutiva.

Él desea que le grites, lo empujes o incluso lo golpees, lo insultes y le digas que es horrible, pero siempre has sido una cosita dulce, eres tímida incluso en tu frustración.  Nunca lo miraste, nunca lo regañaste, y es aún más aterrador porque sigues siendo tan dulce con él, preparándole la comida, dándole un beso antes de que se vaya al trabajo, pero Gojo no es del todo tonto.  Se da cuenta de cómo te alejas de él mientras duermes, tus brazos que normalmente estarían envueltos alrededor de su torso ahora se abrazan a ti misma en un intento de hacerte pequeña e invisible.