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Jimin salió de su habitación listo, arregló sus prendas con mucho cuidado y se puso el característico perfume que siempre usaba, se miró una última vez en el espejo del pasillo y fue hacia la sala; donde Seulgi estaba sentada en la alfombra tomándole fotos a sus gatos.

—¿Qué haces?–Preguntó.

—Quiero tener muchas opciones de fotos para mi tatuaje, necesito que capture la belleza de mis bebés.—Dijo haciendo más fotos de sus gatos. Cuando finalizó dejó que los felinos se fueran y sonrió viendo su resultado.

—¿Les hiciste toda una sesión de fotos?—Rió Jimin viendo los diferentes gorros que aparecían en las cabezas de los gatos.

—Te dije, quiero tener opciones.—Suspiro guardando su celular en su bolsillo, se giró hacia Jimin y lo miró con una sonrisa, se paró de puntas y arregló el flequillo de Jimin.—¿Ya estás listo?

—Sí.—Asintió.—¿Y tú?

—También.—Sonrió.

Ambos salieron de su departamento juntos, Seulgi tenía la costumbre de colgarse del brazo de Jimin cosa que hacía que todos sus vecinos creyeran que eran pareja, ambos siempre reían ante eso; era gracioso como las personas rápidamente los emparejaban solo por vivir juntos y ser del sexo opuesto. Muchas veces les habían dicho que eran una muy linda pareja; las primeras veces negaban serlo pero después les seguían el juego.

Jimin y Seulgi se habían conocido en una fiesta de la universidad, Seulgi había ayudado a Jimin porque lo encontró en un baño vomitando por la inmensa cantidad de alcohol que había consumido; casi cayéndose de lo ebrio que estaba, ella lo llevo a su residencia y cuido de él hasta que se sintiera bien. Desde aquel día siempre se encontraban en fiestas, empezaron una amistad porque congeniaban bastante bien, a pesar de ser carreras distintas—Jimin estudiaba derecho y Seulgi artes—siempre tenían tiempo para verse. Seulgi había sido una amiga sincera; Jimin aún conservaba su mala racha con amigos que solo lo utilizaban pero con Seulgi siempre había sido diferente. Por eso se mudaron juntos y decidieron seguir viviendo juntos por más tiempo porque en verdad apreciaban su compañía. Se querían mucho.

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El bus se detuvo enfrente del edificio que contenía al salón de tatuajes, ambos se adentraron y subieron por el ascensor, Seulgi claramente estaba nerviosa, sostenía fuertemente a Jimin mientras hablaba demás; aquel era su mecanismo para evadir los nervios.

—Estoy ansiosa.—Repitió por quinta vez.

—¿Ya sabes donde te harás el tatuaje?

—Sip, en las costillas.—Sonrió.

—Leí que los tatuajes duelen más cuando están cerca del hueso.

—Lo sé, no tienes porque recordármelo.—Pellizco el brazo de Jimin mientras suspiraba nuevamente con nervios.

Seulgi suspiro un par de veces más hasta que por fin tuvo la valentía de entrar al salón, la puerta se abrió y un ligero tintineo sonó, ambos se sentaron en uno de los sofás mientras le daban un vistazo a todo el lugar; era una buena combinación de muchos colores, predominaba el negro y el rojo, era bastante bella la decoración que tenían en la sala de espera. Luego de un par de segundos una mujer salió, era pelinegra, con tatuajes en los brazos y muy bonita; ella les sonrió.

—¿Tienen cita?—Preguntó amablemente.

—Si, soy Kang Seulgi.—Se adelantó a responder Seulgi.

—Llegó a tiempo.—Sonrió.—Usted y su novio pueden pasar al salón, en un momento será atendida.—Dijo señalando la puerta de donde había salido.

Más de lo que fue ♥︎; kookmin au [Más que eso II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora