I Miss John. Editada Y Re-publicada

Té y café

John bajo cuidadosamente cuando empezó a oír la melodía del violín, estaba tan centrado en sus pensamientos que no se había percatado de la melodía antes. Sherlock nunca había tocado nada parecido, a excepción de cuando La mujer murió.

El doctor cerro los ojos y disfruto de la inusual melodía, suspiró un poco de valentía y empezó a descender. En su pequeña charla consigo mismo, se recordó que debía ser muy específico y paciente con Sherlock ya que sabía que estos temas siempre han sido un... Problema para él. Al igual el mismo debía ser paciente y no sobrepasarse con el moreno; empezar lento y seguro era lo mejor. Bueno, si es que aquel magnífico violinista, conservaba sentimientos por él.

- Buenos días Sherlock - le saludó dándose cuenta de que la camisa del moreno seguía desabotonada y eso, por alguna razón lo hizo poner nervioso.

Sherlock solo lo miro de reojo y siguió en su violín, John sabía que el moreno no iba a interrumpir su melodía por hablar con él, así que decidió desayunar.

El doctor leía tranquilamente en su sofá, cuando el contrario dejo de tocar y empezó a guardar su violín.

- buenos dias John - le respondió después de terminar...

- y-o quiero hablar contigo- se apresuró a decir.

- sobre las cartas ? - el rubio se levantó de su sillón y miro al otro.

- sobre las cartas y...- declaró

Sherlock recordó rápidamente lo que decían las cartas ¿ Y si John estaba por rechazarlo ? Sabía que él le agradecería por lo que hizo, aunque lo que le atormentaba era que el rubio creyera que no podían seguir como amigos y se fuera. En definitiva, el no podía permitir que lo rechazará, podía vivir con sus sentimientos escondidos, suprimidos, sería un poco difícil, pero sin John a su lado era imposible.

- esas cartas las escribi hace mucho John, ya no son de importancia, lo que se cuenta hay paso hace much- - las palabras callaron cuando un melancólico abrazo lo cubrió.

- gracias por todo Sherlock, hiciste tanto por mi y yo... - se dió un momento para respirar - te deje solo... soy el peor amigo, no merezco tu amistad no merezco tu amor, no merezco estar a tu lado.... Perdón - sollozó levemente en el hombro del contrario.

Sherlock intuyó que se avecinaba, así que lo interrumpió su contacto.

- Por favor no lo hagas - suplicó como último recurso. El mayor alzó su triste mirada confusa. - ya intenté vivir sin ti y.... - pausó su súplica para intentar suprimir los recuerdos, eso que sabía, tarde o temprano se transformaría en lágrimas - aquí el que no te merece soy yo, pero aún así te pido haz lo que quieras solo no te vayas, si te molestan mis sentimientos yo intentaré que se vayan, intentaré no sentir nada por ti pero - cerró sus ojos y lo miró - no te vayas - Esto era estúpido, pero rogaría las veces suficientes para que aquel hombre se quedará en su vida.

John se derritió en ese momento. Aquel magnífico ser, el que alardeaba de no tener sentimientos, el que por años había visto tener muy poca empatía, aquel que era un genio, aquel al que todos llamaban bicho raro, el qué en su tierna inocencia creía que su " único " amigo se iría, el que creía que le molestaba que estubiera enamorado de él, está enfrente suyo, rogándole qué se quedará.

- hey - susurró tomando el rostro del contrario, levantando lo un poco para que le mirase - no he terminado de hablar ¿ sabes ?- le sonrió tiernamente y Sherlock no pudo evitar desviar vista, sus ojos estaban rojizos y amenazaban con explotar - puedes mirarme - le pidió - esto es importante - el otro obedeció lentamente.

- no me voy a ir - sus ojos brillaron como estrellas en el firmamento - nunca lo voy hacer, y sabes por qué ?, Por qué te amo Sherlock, también te amo, y ..... - desde aquel te amo Sherlock dejo de escuchar lo que decía John, su cerebro se atascó por intentar procesar lo que eso significaba. « Besalo » le gritó su subconsciente y el no se opuso -.... te agradezco cada esfuerzo que hiciste por esto, por nos- - John no pudo terminar su cursi discurso, ya que si tonto compañero de cuarto lo calló de un beso.