Capitulo 13

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Zelda

En una tranquila y fresca mañana en la Mansión Smash Bros, Zelda se despertó temprano, sintiendo la suave brisa acariciar su rostro a través de la ventana abierta de su habitación en la isla. La luz del amanecer iluminaba su habitación, bañándola en tonos dorados y llenando el ambiente de una serenidad mágica.

Mientras regresaba para sentarse en el borde de su cama y estirarse bastante feliz, Zelda dejó que su mente se sumergiera en pensamientos profundos por lo que había sucedido en la madrugada. Su mirada se perdió en el horizonte de la decoración de su habitación, mientras el recuerdo de su historia con Mario flotaba en su mente.

Recordó su primer encuentro, cuando sus caminos se cruzaron en una aventura inesperada. Al principio, Mario era solo un héroe valiente y carismático nada fuera de lo normal en el y lo que ella conocía en medio de relatos, un compañero de batalla en la lucha contra el mal de Lumina y Lugubra. Pero con el tiempo, algo cambió. Los gestos amables de Mario, su espíritu intrépido y su capacidad para traer alegría incluso en los momentos más oscuros, comenzaron a resonar en el corazón de Zelda estos eran iguales a los de Link, cuya diferencia de que a él le gustaba expresarse abiertamente hablando sobre anedoctas incluso siendo embarazosas para el mismo.

Mientras observaba el paisaje idílico desde su ventana, Zelda reflexionó sobre la razón por la cual se había enamorado de Mario sospechaba que esto era acumulado, y que dicho hechizo qué se les aplico a todas simplemente fue el detonante para que su verdadero amor saliera a la luz, eliminando dicho amor enfermizo egoísta. Sabía que era algo más que su valentía y su habilidad para enfrentar peligros y no rendirse qué cuando lo golpean el se levanta y vuelve a intentarlo, su capacidad para encontrar la belleza en las pequeñas cosas y sacarles el mayor potencial posible, su humildad y su naturaleza cálida sin olvidar la compasiva lo que la había cautivado su tierno corazon.

Esto se le venía en forma de un fragmento de recuerdo, su nombre era el principal, se veía a alguien que la acogió en situaciones peligrosa, en momento donde ella no tenía ni la menor idea de lo que sucedía a su alrededor, estaba claramente perdida en ese lugar y este chico la había salvado, el chico de nombre Mario.

La princesa se levantó de la cama y se paseó por la habitación en círculos, dejando que las palabras fluyeran en su mente y murmurando una qué otra inconscientemente. Se dio cuenta de que el amor no siempre sigue una lógica, sino que surge de los momentos compartidos, de las risas compartidas y de la conexión especial que se crea entre dos personas.

Zelda se vistió con elegancia su tipico vestido que era algo normal y salió de su habitación, decidiendo dar un paseo por los jardines de la mansión. Mientras caminaba entre las flores y los árboles, se detuvo por un momento y cerró los ojos en medio de una pequeña colina qué tenía un árbol de cerezo y tenía una frase gravada en el "Vaya Tela", sintiendo el suave abrazo de la naturaleza a su alrededor decidió sentarse viendo los alrededores.

En ese instante, supo que había encontrado en Mario algo más que un objeto a conseguir, o como trofeo, había encontrado una persona que valoraba la vida, alguien con quien compartir momentos de alegría y tristeza, de aventuras y tranquilidad.

Con una sonrisa en su rostro, Zelda continuó su caminata, dejando que sus pensamientos se desvanecieran en el aire mientras se perdía en la belleza del momento presente. Sabía que su historia con Mario estaba llena de sorpresas y desafíos, pero también de amor y complicidad la ventaja era qué ya no tenía más que luchar y lo tenia para pasar bonitos momentos juntos.

En esa pacífica mañana en la Mansión Smash Bros, Zelda encontró un momento de reflexión y serenidad recordando el por qué se había enamorado de Mario y que ahora el siendo su "novio" podrá revisar más a fondo la manera de creyendo en el éxito. en su corazón, se dispuso a vivir cada día junto a él, enfrentando los desafíos que les esperaban con valentía y amor.

"Hay veces que el corazón se paraliza por el miedo"


Doneky Kong.

En lo profundo de la Mansión Smash Bros, Donkey Kong se encontraba en su habitación, rodeado de cajas de plátanos y tarros de miel disfrutando de ello con Diddy Kong. Mientras miraba por la ventana, podía ver a los demás luchadores divirtiéndose y entrenando en los terrenos exteriores. Sin embargo, él se sentía un poco fuera de lugar.

Donkey Kong había sido conocido principalmente por sus aventuras en la jungla y sus enfrentamientos contra King K. Rool. Estar en la mansión, rodeado de tecnología y decoraciones elegantes, era un cambio drástico para él. Aunque disfrutaba de la compañía de los otros luchadores, a veces se sentía como un extraño en ese entorno, era demasiado bueno y no podía mostrar sus movimientos.

El día antes de la entada de los nuevos miembros el gorila exploraba los pasillos de la mansión, a esto salió  encontró un rincón más natural y salvaje. Con curiosidad, decidió adentrarse en esa área oculta. Para su sorpresa, descubrió un hermoso jardín secreto en la isla, lleno de exuberante vegetación, cascadas y lianas colgantes.

Donkey Kong se sintió como en casa en ese entorno natural. Saltó de árbol en árbol, se balanceó en las lianas y disfrutó de la frescura del aire libre. Era un recordatorio de sus raíces en la jungla y le daba una sensación de paz y tranquilidad.

Pronto, otros luchadores comenzaron a descubrir este rincón secreto y se unieron a Donkey Kong en sus aventuras en el jardín. Juntos, saltaban entre las plataformas naturales y se enfrentaban a desafíos divertidos que encontraban en el camino. El jardín se convirtió en un lugar de encuentro para aquellos que buscaban una escapada de la agitada mansión.

Donkey Kong se dio cuenta de que, aunque la mansión pudiera parecer extraña para él, había encontrado su propio espacio donde podía ser él mismo y disfrutar de la compañía de sus amigos en la Multiversal Island Smash hogar de todos. Aprendió a aceptar que cada luchador tenía su propia historia y origen, pero todos eran parte de la familia de Smash Bros, no todo puede parecer malo y para el era bonitos recuerdos.

El llevó consigo la esencia del jardín en su corazón. Recordaba que no importaba dónde estuviera, siempre podía encontrar un lugar donde sentirse en casa y ser valorado por lo que era.

Y así, en la Mansión Smash Bros, Donkey Kong se convirtió en un símbolo de amistad y diversión dándoles a todos un poco sobre lo que es ser un Kong. Su espíritu aventurero y su alegría contagiaban a todos los que lo rodeaban. Ya no se sentía fuera de lugar, sino que había encontrado su propio rincón especial en ese mundo lleno de luchadores extraordinarios, y aunque no tenga mucho como relacionar el problema de Mario el ayudaba en lo podia que su bajo conocimiento de ese tema.

— Gracias Donkey por traerme a este lugar es relajante — agradecía Mario subiéndose a un árbol de la jungla de la isla.

— para eso estamos Amigo — contestaba este para después comerse un plátano.

Fin del capitulo 13

Super Smash Bros (MarioXHarem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora