Cambiando el destino

Capítulo 1. Una nueva vida

Harry abría lentamente los ojos con dificultad debido a una luz cegadora, estiro sus brazos de forma instintiva en búsqueda de sus lentes, cuando porfín los encontró y se los coloco pudo identificar claramente donde se encontraba, pues era la alacena debajo de las escaleras en el número 4 de Privet Drive.

Antes de pensar cualquier cosa, de forma repentina Harry sufrió un fuerte dolor que recorría todos su cuerpo, gemía con fuerza ante el dolor que después de un par de minutos ceso y comenzó a hiperventilar, logro comprenderlo inmediatamente, adquirió los recueros de esta vida, los años de sufrimiento extremo a manos de los Dursley, una lagrima recorría su mejilla mientras recorría esas memorias, finalmente se despejo completamente empleando su oclumancia, recorrió el cuarto con su analítica mirada, y sobre una caja de cartón que fungía como meza de noche se encontraba una pequeña mochila y una carta, la cual comenzó a leer inmediatamente.

Para El amo de la muerte

Maestro lamento no haberlo informado previamente de como seria la adquisición de sus recuerdos, lo he privado de esa información debido a que sabía que resistiría.

Me temo que a pesar que continua con su poder, el cuerpo en el que se encuentra no lo resistirá si lo intenta usar, por lo que le recomiendo entrenar su cuerpo para poder resistirlo y poder hacer uso su máximo potencial.

También me gustaría sugerirle que vaya a gringotts para poder alegarse del tormento que sufre por parte de sus familiares y finalmente en su mochila encontrará sus reliquias, así como libras suficientes para el viaje a el caldero chorreante y una túnica que le permitirá parecer unos años más grande, solo para evitar cualquier problema.

Me reuniré con usted en su primer año en Hogwarts, aún hay un par de asuntos que me gustaría comentarle, también ahí veré como le otorgo más beneficios para su misión.

Sin más que agregar le deseo la mejor de las surtes en su encomienda mi señor.

P.D. Salga de la casa usando su nueva capa.

Atte. Sr. M.

Harry no dudo ni un segundo, tomo la mochila buscando la varita cuando la encontró se fascino con el poder que sentía, si bien el en su vida pasada ya no necesitaba una varita, sintir el gran poder proveniente de esta era algo magnifico, la varita por sí misma lucia igual que la de sauco, pero con un color negro que relucía ante la luz y su textura se asemejaba al de un cristal que se rompería al contacto, pero sorpresivamente firme.

Harry vacilo un par de segundos, para posteriormente tomar la capa y salir de ahí, sin pensarlo se alejó caminando del lugar que tanto sufrimiento le había traído en esta vida.

Pasadas unas horas se encontraba en la entrada del caldero chorreante, se adentró en el lugar y se acercó a la barra para llamar la atención de Tom.

-Cantinero! - Exclamo con ímpetu.

-En que lo puedo asistir joven, ¿gusta una habitación o algo de comer? -

-No, gracias, la verdad buscaba la entrada al callejón diagon, y me dijeron que por aquí podría entrar- Harry claramente sabia el código, pero sentía que algunas cosas habían cambiado con respecto su vida pasada, mejor no corres riesgos.

-Claro sígame por aquí señor-

Harry aprecio como Tom introducía la combinación para abrir la entrada del callejón, el pelinegro no pudo evitar sonreír ante la exaltación y la nostalgia que le provocaba volver a ver aquella entrada que lo dejo perplejo en su vida pasada, el lugar era tal cual como lo recordaba, la magia que transmitía, elsonido de los puestos, los animales y las personas, el aroma de los dulces, laspociones y los edificios, era majestuoso ante la vista del joven pelinegro.