Cambiando el destino

Capítulo 20. Un día bajo la lluvia.

El gran castillo de Hogwarts era azotado por una lluvia la cual había sido recurrente durante los últimos días, dando un aspecto fúnebre al castillo, por suerte los gritos de alegría y voces de los jóvenes reavivaban al ambiente, dotándolo de una reconfortante presencia, pero en una recamara, oculta para la mayoría del personal, el silencio era perpetuo, una persona estaba contemplando la ventana sin mostrar emoción alguna, solo apreciando como cada gota impactaba sobre el encantado vidrio de la ventana.

- Buenos días – Dijo la hermosa rubia de túnicas con detalles azules al salir de su "habitación", la cual Harry le asigno al formalizar su relación, con el fin de "convivir" más con ella, así como con las dos Slytherin de séptimo año.

- Buenos días – Le respondió Harry con una pequeña sonrisa.

- ¿Y las demás? –

- Selene está descansando y Lily salió, dijo que la alcanzaras, creo que quiere hablar contigo – La chica se tensó levemente ante imaginarse el tema de la conversación.

- Bien, te dejo trabajar tranquilo – Dijo señalando los pergaminos y cartas amontonadas enfrente de Harry.

La chica salió y Harry volvió a contemplar la hermosa y melancólica lluvia, que parecía volverse más agresiva.

- ¿Estas bien? – Selene distrajo por completo al chico, más aún porque no se percató de su presencia. - ¿Qué sucede? – Cuestiono sin dejar a duda el estado de su prometido.

- Nada – Se limitó a contestar.

- Harry, llevo viviendo lo suficiente contigo como para notar que algo te molesta – Dijo aun en su tono monótono antes de sentarse en el regazo del pelirrojo. – Dime ¿Qué pasa? ¿Es Tonks, la extrañas? – Cuestiono.

- No, bueno si la extraño, pero ahora no es eso lo que me tiene ocupado – La chica permaneció en silencio. – Hay cosas que van a pasar y me tienen consternado – La chica no busco indagar.

- Mándalos al diablo – Dijo sacando una mirada de curiosidad de Harry. – No creo que te debas de preocupar por nadie más que tu felicidad – Dijo con completa sinceridad.

- No puedo ver por mi felicidad sin dejar de ver por aquellos que amo – Replico el chico.

- ¿Y si su felicidad fuera tu infelicidad? –

- Priorizaría la de ellos, sin dudarlo – La chica al ver la determinación en su mirada solo pudo soltar un suspiro.

- ¿Y su fuera yo? – El chico la miro extrañado. - ¿Y si te pidiera ser feliz ante todo? y que nada me haría más feliz – Harry soltó una fugaz risa que se contagió en la chica, pues con su mirada le dijo todo lo que necesitaba escuchar. - ¿Bueno que harás con todo eso? – Dijo señalando los pergaminos.

- Por el momento nada, ya sé que voy hacer desde hace una semana, pero buscaba hacer las cosas de mejor forma – Dijo antes de besar a la chica. – Te amo –

- Yo también te amo – Se volvieron a besar un poco más apasionadamente. – Tienes que ir a clase, si no Mcgonagall se enojara – Él le gruño en respuesta. – Además tienes que decirles a las demás de tu nueva relación, recuerda que las locas hicieron una apuesta –

- ¿Quién gano? –

- Hermione, parece que me equivoque – Dijo cona leve sonrisa que Harry supo identificar como una mentira detrás de ese tono monotono, se cuestionó si es igual cuando ella lo lee.

- Bueno ¿nos vamos? – Dio ofreciéndole la mano, que la chica tomo con su expresión seria, pero Harry sabia identificar cuando hacia algo que agradaba a la pelinegra, solo le sorprendía lo sutiles que llegaban a ser dichas acciones.