Capítulo 16

3.3K 207 3
                                    

El ambiente se había relajado un poco mientras cenábamos, la verdad es que con lo nerviosa que estaba cuando llegamos ahora podría decirse que incluso estaba hasta relajada, al final habíamos preparado entre las dos un poco de pasta con salsa de queso, no reconocía el plato pero Carina me había estado guiando para que pudiera ayudarla.



- No vas a recoger todo esto tú sola Carina déjame que te ayude a limpiarlo -me levante para recoger pero me paro-

- Bambina tu coge esa copa de vino y espérame en el sofá estas aquí de invitada -me sonrió y no me pude negar- enseguida estoy contigo

- Como te gusta dar órdenes doctora -cogí la copa de vino y fui al sofá como me había dicho- aquí te espero no tardes



Desde mi posición podía odservar como se movía por la cocina, lo guapa que estaba y la sensación de pensar que cada vez me gustaba más sin poder negarlo haciendo que el miedo se apoderara de mi por no saber lo que sentía ella.



- Questa notte sei bellissima (Esta noche estas preciosa) -sonrió acariciando mi mejilla- me gustas Maya mucho creo que desde la primera vez que te vi y se que como médico eso no es ético porque tu eres mi paciente pero creo que me enamore sin saberlo la primer día que entre en tu habitación -hizo una pausa tomando un sorbo de vino- pero tengo miedo al no saber que sientes tú

- Me encanta cuando hablas Italiano aunque no entienda nada me pareces muy sexy -sonreí- si te digo que me gustas desde la primera vez que oí tu voz cuando estaba en coma aunque suene como una locura - me regalo una sonrisa- me gustas Carina como no lo hacía alguien en mucho tiempo y hablo de antes del accidente, me alegra saber que a ti te pasa lo mismo porque no se si podría empezar a olvidarte si tu no sintieras lo mismo.



Sonrió me miró y ilumino la habitación con ello, cogió mi copa de vino colocándola en la mesa junto a la suya y se acercó colocando sus manos en mi cuello juntando nuestras frentes mientras nos mirábamos fijamente a los ojos.



- Te voy a besar pero esta vez no hay vuelta atrás te quiero conmigo y que descubramos juntas a donde nos lleva esto que estamos empezando a sentir

- Estoy deseando besarte llevo deseando repetirlo desde que te besé la otra noche en mi casa ... no he dejado de pensar en ese beso no puedo sacármelo de la cabeza



Y lo hizo acortó la distancia juntando nuestros labios en un beso suave y tranquilo que fue subiendo de intensidad haciendo que termináramos recostadas en el sofá, coloque mis manos en su cintura acercando más su cuerpo al mío sin dejar ni que el aire se colara entre nosotras hasta que note como Carina se separaba ligeramente de mí.



- ¿Estas segura? -me sonrió y solo pude mirarla- no tiene porque pasar nada si no quieres nos acabamos de conocer y hablar de lo que sentimos quizás vamos un poco de prisa

- He esperado demasiado tiempo para que esto ocurriera -me levante del sofá agarrándola de las manos para que hiciera lo mismo- esta noche doctora lo quiero todo con usted.



Me volví a acercar a sus labios que me llamaban a gritos y como iba a negarme a besarlos dos veces lo había echo y ya sabía que sería mi nuevo vicio, podía notar como nuestros cuerpos se atraían como si se reconociesen pese a que era la primera vez que se veían y no lo pude resistir más le quite la camisa y el sujetador a Carina tirandolos en alguna parte de aquel pasillo mientras íbamos hacía la habitación .... pegue mi cuerpo al suyo lo más que pude casi sin dejar que pasara ni un poco de aire entre nosotras, deje su boca para descender hasta su cuello desnudo notando como echaba un poco su cabeza hacía atrás para facilitarme el acceso y entonces fue cuando empece a escuchar pequeños gemidos salir de su boca convirtiéndose en una melodía preciosa para mis oídos.

Entramos en la habitación cerrando la puerta tras nosotras, pude notar un escalofrío cuando Carina me apoyó sobre la fría madera de esta y fue justo ahí cuando tomó ella la iniciativa y sinceramente no se en qué momento me desnudó de cintura para arriba y me echó en la cama colocándose ella encima.

Me beso en los labios una vez más y empezo a descender hasta mi cuello donde se entretuvo bastante tiempo, se separó unos segundo de mi para observarme tranquilamente con una sonrisa en los labios y con un brillo en los ojos que la hacía más guapa si eso podía ser posible .... sin previo aviso se acerco a uno de mis pechos y empiezo a darle atención mientras que con una de sus manos acariciaba al otro dándole adi la atención que merecían ... podía notar mis pezones endureciendose a su tacto ya no podía más lo que en un principio eran pequeños suspiro se habían convertido en gemidos descontrolados que salian de mi boca.

Siguió descendiendo por mi cuerpo mientras dejaba un camino de besos a su paso hasta que se encontro con el cierre del pantalón el cual no dudo en desabrochar para quitármelos junto a mis bragas tirandolo todo en algún lugar de aquella habitación .... note el frío cuando se separó de mí algo que hizo que abriera mis ojos que hasta ese momento habían permanecido cerrados viendo una imagen que me encantó Carina desnudandose para después volver a colocarse encima mío.

Me volvió a besar pero esta vez con más urgencia mientras nuestras lenguas empezaban una guerra para ver quien de las dos mandaba, mientras nuestras manos se perdían por el cuerpo de la otra con desesperación

Volvio hacer lo que minutos antes descendió por mi cuerpo besando cada parte de él pero esta vez más rápido que la anterior hasta colocarse entre mis piernas ..... empezo dejandome besos por el interior de mis mulos muy cerca de mi parte sensible pero sin llegar a tocarme en ella ..... hasta que al fin poso su lengua en mi clitoris moviendola perfectamente haciendo que mis gemidos sonaran mas fuertes.



- Dios Carina  ... gemi en un grito

- Me encanta oirte decir mi nombre ... no sabes cuantas veces he pensado en este momento tu y yo a solas

- Carina ... gemi su nombre ... Carina ... repeti su nombre una y otra vez, note como dejaba un beso más y subía hasta colocarse a mi altura, quería que ella también sintiera lo que yo estaba sintiendo así que sin previó aviso coloque mi mano entre sus piernas y le metí dos dedos viendo como se movía encima mío al ritmo que estos marcaban.

Podía oir sus gemidos descontrolados así que aumente el ritmo de mis dedos, Carina no tardó en reaccionar y me embistió con dos de sus dedos haciendo que los gemidos de ambas se mezclaran en el silencio que aquella habitación nos proporcionaba haciendo que todo fuera demasiado especial como para querer que se terminara.



- Dios Maya .... no pares -sus gemidos eran cada vez más altos-

- Carina ..... gemí en su boca .... el ritmo de nuestro dedos iba en aumento empezaba a notar el cosquilleo por mi cuerpo hasta que las dos gritamos en un sonoro orgasmo que nos dejó exhaustas

- Madre mía Maya -dijo aun jadeando encima de mi- esto ha sido demasiado bonito, sinceramente mejor de lo que podía haberlo imaginado 



Se bajo de encima mío besándome una ultima vez para colocarse en la cama mirando al techo por lo que yo en un actor reflejo me abrace a ella haciendo que nuestras piernas se mezclaran algo que hizo que sintiera un pequeño escalofrío, aún no me podía creer todo lo que había pasado esa noche si os soy sincera dentro de mi había una fiesta aunque no se notara y no solo por lo que había pasado hace unos minutos .... no podía parar de sonreír como una tonta mientras la abrazaba.



- Es tarde -miro el reloj mientras acariciaba mi espalda- mañana tengo turno en el hospital y me vendría bien descansar

- ¿Quieres que me vaya? -pregunte con desgana no quería irme-

- No quiero que te vayas a ningún lado -hizo que la mirara a los ojos agachandose un poco para poder besar mis labios- me encantaría despertar contigo todas las veces que tu quieras y me dejes

- En ese caso le diré que estaré encantada de despertar junto usted las veces que quiera doctora -sonreí- ahora eso si le doy la razón en algo y es que deberíamos dormir si queremos estar espabiladas mañana



Me pegué más a ella todo lo que fuera posible, dejé un pequeño beso en su clavícula y me dormí con una sonrisa enorme en mi rostro mientras notaba como con su mano acariciaba mi espalda y es que si en ese momento me decían que estaba en el cielo lo hubiese creído sin dudarlo ni un momento.

La PacienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora