ʜᴏʟᴅ ᴏɴ

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Hold On - Chord Overstreet


Un pitido ensordecedor atravesaba sus oídos y retumbaba en su cabeza, su respiración era pesada y apenas podía abrir los ojos para observar la luz del sol sobre él.

- ¡Pobre marica!

Dijo antes de escupir al lado de él, los ojos de morocho se cerraron al sentir la patada en sus costillas.

- Ojalá ustedes se extingan -las risas de los demás se hicieron presentes- enfermos.

Gruño al sentir como más golpes caían sobre él, pero no podía hacer nada, si intentaba defenderse sería mucho peor.

- ¡Hey! -reconocía esa voz donde sea que fuera- ¡Infelices! -escucho como caía alguien al lado de él- ¡Hijo de puta!

Sus ojos apenas se abrieron un poco y pudo observar el perfil de su amigo, de quien se había alejado porque no podía enamorarse más de él porque fue esa misma persona quien lo llamó "enfermo" por primera vez.

- ¡Te he dicho millones de veces que no lo toques! -dijo mientras su puño golpeaba el rostro del otro-.

Tratando de tragar con la poca saliva que sentía en su boca, quiso formular una palabra, pero lo único que logro fue toser sangre. Los ojos del rubio se posaron en él, se inundaron de dolor, pero cambiaron a furia cuando volvió a ver al causante del estado de su amor... ese amor que tanto se negaba a admitir pero que sabía que estaba ahí.

- Te voy a soltar... -le susurró- y quiero que te largues de aquí lo más rápido posible de aquí ¿ok? -gruñó-.

Y como recién había dicho lo hizo, este sin pensarlo se levantó como pudo y salió corriendo, solo. Los que estaban con él antes lo abandonaron apenas vieron a Hyunjin llegar.

- Innie... -susurró- Dios, yo...

- ¿Tú qué? -el dolor era palpable en la voz del morocho- Aléjate de mí también, por favor.

El rubio tomó distancia de él, pero al ver que este no podía ni siquiera levantarse, se acercó nuevamente y lo cargó en sus brazos.

- Sigues siendo liviano como una pluma -bromeo-.

Jeongin miró al piso y relamió sus labios, el nerviosismo era obvio en ambos, pero uno podía disimularlo mejor que otro y en eso era experto In.

- Puedo caminar a mi casa solo Hyun -susurró- por favor, déjame.

Hyunjin negó, pero al ver que el menor ponía tanta resistencia al contacto con él lo bajo, este tambaleo, pero logró mantenerse en su lugar, se enderezó y hacerlo un grito de dolor salió de sus labios.

- Debo llevarte al hospital Jeongin -el menor negó- ¡Esos hijos de puta te hicieron daño!

- ¡Siempre lo hacen! -gritó- Desde que te encargaste de decirles a todos sobre mis sentimientos hacia ti... -los ojos del rubio se abrieron con sorpresa- desde ese día soy un enfermo.

El mayor quiso dar un paso, pero el otro retrocedió dos.

- Solo aléjate de mí -sollozó- ¡aléjate completamente de mí!



El menor estaba consciente que quien venía siguiéndolo era Hyunjin, no lo había dejado solo todo el camino hacia su casa. Cuando tambaleaba o perdía el equilibrio sentía las intenciones del mayor de acercarse haciendo que se ponga en pie más rápido. Así durante todo el trayecto.

- ¿Innie? -susurró-.

El menor estaba con sus manos temblorosas tratando de ingresar a su propia casa. Hyunjin tomó las llaves y abrió la puerta por él, el menor ingreso a su hogar y lo miro.

- Necesitaré ayuda para llegar a mi habitación Hyun... -sollozo-.

Los ojos del mayor se llenaron de lágrimas y lo cargo, el menor se veía tan cansado y aunque los golpes y la sangre cubriera su rostro el rubio seguía pensando que era hermoso. Una vez dentro de la habitación Hyunjin colocó en la cama al pequeño, estaba por irse y este lo tomó de la mano.

- En el primer cajón hay cremas y unos cuantos vendajes... -susurro mirando el piso- ayúdame.

Una vez con todo en las manos, se acercó a él nuevamente y sentándose suavemente al lado de él empezó a levantarle la camisa. Los sollozos del menor se hicieron presentes por el dolor mientras que las lágrimas del mayor caían por su rostro como si fueran una cascada.

Si tan sólo se hubiera callado lo que él menor le había dicho la noche que se confesó, si tan solo hubiera aceptado que él también lo amaba igual. Sí tan solo no hubiera creído que la popularidad era más importante, sí tan solo no hubiera destruido a quien estuvo con él en cada momento.

- ¡¿Hyunjin?!

La sorpresa se notaba en la voz del menor, los brazos del rubio rodeando su cintura lo habían tomado por sorpresa al igual que las lágrimas de este.

- Jeongin... -sollozó- Innie...

Las lágrimas brotaban en los ojos del menor al sentirlo así a Hyunjin.

- Por favor suéltame... -susurró- No me confundas de nuevo.

El rubio lo apego más a él tratando de no ser tan brusco por las heridas del menor. Con tan solo un movimiento fuerte, se soltó del agarre del mayor y se dirigió al baño cerrando la puerta.

- ¡Vete Hyun! -sollozó- ¡VETE!

Hyunjin se acercó a la puerta rápidamente y apoyó su cabeza en ella.

- Jeongin por fa... -sus ojos se abrieron con sorpresa al escuchar un sonido seco- ¡¿JEONGIN?!

No había respuesta alguna.

- ¡JEONGIN ÁBREME LA PUTA PUERTA!

Seguía sin escuchar palabra alguna del menor.

- Espera, por favor... -susurró- ¡ESPERA!

Se volteó buscando cualquier cosa que sirva para romper la manija de la puerta, se encontró con un bate que había junto a su cama y lo tomó, golpeo la puerta hasta que esta abrió. Sus ojos se abrieron y las lágrimas empezaron a brotar de ellos; el menor se hallaba tirado en el piso sangrando de las orejas y nariz.

- No me dejes Jeongin -dijo mientras se acercaba a checar su pulso- ¡NO ME DEJES MALDITA SEA! -las lágrimas bajan cada vez más- ¡¡NO SE TE OCURRA DEJARME!!

Lo tomó en sus brazos y salió con él corriendo de su casa, buscando quien lo ayudara pero no veía a nadie, corrió lo más rápido que podía con el menor en brazos hasta el hospital más cercano.

- Por favor... -sollozó- ¡AYÚDENME!

Las enfermeras cerca empezaron a llamar con urgencia por una camilla, Hyunjin pasaba sus manos por el cabello una vez que ponían al menor en una camilla.

Por favor, por favor... no me dejes

- Lo sentimos mucho, sus heridas eran muy graves... -decía el doctor- si tan solo hubieran venido antes... lo siento mucho muchacho, él ya no está más aquí.


«... Y fue en ese maldito momento que mi vida se vino abajo, el día que te fuiste. El día que me dejaste totalmente solo... ¿pensabas que sería fuerte si te ibas? Estoy jodidamente perdido sin ti Jeongin.

Fui un maldito cobarde por no afrontar mis sentimientos antes, por destruirte pensando que hacía bien. Dios... sí yo no hubiera dicho nada ¿seguirías aquí?

Te encerraste en el baño, te encontré en el piso cuando me acerqué pensé sentir un latido, pero creo fue mi imaginación ¿podías escucharme gritar que por favor no me dejarás? Te amé tanto, pero hice todo mal... espero que, en otra vida, podamos ser felices. Discúlpame, por favor.»

𝙾𝚗𝚎 𝚂𝚑𝚘𝚝𝚜 - 𝚂𝚝𝚛𝚊𝚢 𝙺𝚒𝚍𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora