🛸ꦿꯧHistoria +18 con contenido explícito. Si no te gusta este tipo de contenido no leas y ahorrate malos comentarios hacia mi persona🛸ꦿꯧ
Jungkook está enamorado del chico sus sueños, Jimin, pero teme a decirle ya que, según muchos, no es gay.
Todos...
«Deja tus celos locos y besame, que solo soy tuyo»
Park Jimin
Me encontraba en la escuela, ya era viernes otra vez. La prepa era obligatoria y mi padre me insistía que asistiera aunque no quisiera, ya que por algo la pagaba.
La semana transcurrió normal, todo el tiempo veía a Jungkook demasiado ocupado, en los asuntos de la escuela ya que desde que llegaba se sentaba en el último asiento.
Eran pocas las palabras que compartíamos, pero eso no me importaba ya que dentro de esas palabras estaba su mirada que me mataba y lo sabía.
El timbre suena sacándome de mis pensamientos, tome mis cosas y salí del salon de clases.
—Hey Jimin. —Me dijo mi compañero de clases Jungkook. —Vendrás a mi fiesta esta noche ¿Verdad? —me dijo asiendo un pequeño puchero.
—Jimin, no se si pueda. Mi familia es estricta y le gusta pasar los fines de semana en familia. —dije tratando de safarme de ese compromiso, aunque moría por ir pero las palabras no me salían.
—Jimin, sabes que la fiesta esta planeada desde hace un mes y me dijiste que vendrías. —en ese momento recorde que si lo había hecho y dirigí mi mano hacia mi frente en demostración de haberlo olvidado. —Vez lo olvidaste, por eso tendrás que ir.
—Jimin, que no pued... —Me interrumpió.
—Sabes donde vivo, la hora es a las 8:00, no faltes ahi te esperaré. Serás mi invitado especial. —dijo sin darme oportunidad de responder y marchandose y guiñándome un ojo.
_Vale ahi estaré. —Le grite y pareció escucharme ya que pego unos leves saltos en el aire.
En verdad si quería ir a esa fiesta, moría por hacerlo y quedar mal con Jungkook no estaba en mis planes. Era mi oportunidad de estar con él, de decirle lo que sentía.
Subí al taxi y a los pocos minutos me encontraba en su fiesta.
Toque la puerta repetidas veces y cuando por fin se dispusieron en abrirme lo hizo su anfrution.
—Wow Jimin... viniste. —solo le di una pequeña sonrisa y nos dirigimos al interior del salon.
Estaban todos los de la prepa y se podía decir que demás personas que jamas en mi vida había visto.
—De donde salio tanta gente. —le dije a gritos ya que la musica estaba demasiado alta.
—La fiesta esta por todo internet y ha venido gente de todos lados. —dijo dandome una sonrisa y nos dirigimos a tomar unas bebidas.
La musica cada vez sonaba mas alta y las personas que se encontraban en el lugar cada vez se animaban mas. Sin darme cuenta también me encontraba en la pista de baile, bailando junto a Jungkook y ambos pasados de tragos; lo que me hizo olvidar el por qué había venido.
Cada vez bailabamos mas pegados, todos nos miraban e hicieron un circulo alrededor de nosotros en un determinado tiempo, y lo eliminaron al yo no tener mas energías.
Pasaron varias horas, en verdad me estaba diviertiendo mucho, todos reíamos en conjunto.
—Jimin, te noto cansado. —me dijo Jungkook tomándome por la cadera. —Ven te puedes acostar un rato en mi cama. —dijo y me tomo la mano.
Al llegar al cuarto me recosté en la parte trasera de la puerta, Jungkook me miraba con aquellos ojos lleno de ternura y se acercó un poco a mi. Pegó sus labios a los mios y me besó. Me tomó de los muslos y colgué encima de él, enrollando mis piernas en su cadera. Me llevo hacia la cama.
—¿Que haces? —pregunté miemtras separaba unos segundos sus labios de los mios.
—Lo que he estado deseando tanto, Jimin.
Me recostó en le cama delicadamente sin dejar de besarme y comenzó a quitarme el pantalón.
Al mismo tiempo este quitaba su ropa, quedando ambos totalmente desnudos.
Jeon Jungkook.
Jimin se separó un poco de mi y al instante le tome por el pelo, quedando mi cabeza en sus pecho haciendo que le comenzara a chupar sus tetillas, mientras se las mordisquiaba y lamía.
Éste gimió un poco de dolor a lo que le dije.
—No te haré daño pequeño. Confía en Kookie. —este asintió.
Recorrí toda su piel llenándolo de besos mientras éste se erizaba y temblaba un poco.
Minutos después me acomode, poniendo entre sus piernas mi erecto pene, encajando directamente en su entraba.
Le di un beso mientras se la introducía lentamente, haciendo que salieran muchos gemidos de Jimin.
Comencé con embestidas lentas y con el tiempo fueron haciéndose más rápidas y placenteras. Las cuales nos hacían gemir a ambos.
Horas después ambos llegamos al orgasmo, donde me vine dentro de mi pequeño muy plácidamente, mientras este gemía como loco.
Me recosté a su lado mientras lo abrazaba, cubriéndonos con las sábanas.
—Jimin... te amo. —Fue lo último que escucho Jimin antes de quedar en un profundo sueño.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.