POV. MINA
Honestamente no sé cuántas veces he soñado con Nayeon, aunque lo curioso de ésto no son las veces que ella se aparece en mis sueños ; sino lo mucho que eso me ha apartado de mi mejor amigo, al parecer, mientras mejor me llevo con esa chica más grande es la barrera que nos separa a Chaeyoung y a mí.
Extrañamente,Nayeon no es lo único que se cuela en mi cabeza mientras duermo; últimamente veo el mismo suceso al pernoctar. Me encuentro fuera de la torre, sintiendo el aire fresco alborotar ligeramente mi cabello,la relajante brisa con aroma a flores, puedo ver una pequeña cabaña muy pintoresca, casi como salida de un cuento de hadas, lo raro es que no me había percatado de ésta hasta entonces. Al asomarme por una ventana ví a una chica, de corta estatura, cabello demasiado corto y piel tan delicada como la porcelana, su bello rostro se giró hacia mí,me sonrió, en mi vida me habían regalado una sonrisa tan hermosa y tierna como la que ella me obsequió ( tal vez sea por que no convivo mas que con dos seres vivos,o al menos uno si lo está)se acercó a la puerta para recibirme.
- Hola, Mina-. Su voz era muy dulce, al igual que ese hoyuelo solitario que tenía.
- ¡¿Por qué todos en mis sueños saben mi nombre?!
- Minari soy Chaeyoung.-
No lo podía creer, no sé qué es más desconcertante, el hecho de que Chae sea una persona y no un dragón o que sea una ella y no un él.Me encontraba desubicada por completo, tanto que no noté que ella me había hecho sentarme en un cómodo pero algo desgastado sofá, por dentro la decoración era más cálida de lo que la perspectiva me dejaba apreciar por la ventana.
- Mina,¿Estás bien?-.¿Lo estaba acaso? Claro que no, era difícil procesar ésa información.
- Emmm... Eso creo,¿Por qué no me dijiste que eres una chica? Y ¿Por qué estás en tu forma humana?
- Bueno, primero que nada pensé que un amigo te serviría más cuando llegaste, así que eso hice, después no supe cómo decírtelo así que lo dejé pasar. En cuanto a lo otro, la maldición me permite cambiar de forma, pero duele y mucho; además sólo puedo estar así unas horas¿ Cómo creías que hacía para cocinar?
- Eso no lo había pensado.
- ¡Que distraída eres, eh!
- Y ¿ Qué es lo que estás haciendo en mi sueño?-. Eso realmente me intrigaba.Justo cuando ella iba a responder mi pregunta su cuerpo empezó a temblar de pies a cabeza, no sabía qué hacer, eso no era normal, y por su expresión supe que ambas nos asustamos.
Sin previo aviso cambió de forma, pasó de ser ella a ser un perro, luego el perro pasó a ser caballo, de caballo a panda, de panda a un tigre, el tigre fue reemplazado por un minotauro, para convertirse en un lobo; se transformaba demasiado rápido y de tantas especies que fuí incapaz de reconocer algunas, al mismo tiempo comenzó a elevarse, a flotar. Un gran resplandor y el sonido de una gran explosión era lo que precedía la escena que presenciaba, estaba aturdida, me sumbaba el oído pero no era nada a comparación de cómo se encontraba Chaeyoung
Su figura inerte en el piso, acomodada en una posición alarmante, carecía de todo color;todo en ella era un gris sin vida, sus globos oculares estaban en mi dirección pero estaban vacíos. Me faltaba el aire, el corazón martilleaba tan fuerte en mi caja torácica que pensé que saldría de mi estructura ósea, las lágrimas quemaban en mis ojos peleando por salir, un enorme grito de tormento atravesaba mi garganta, desgastando mis cuerdas vocales. ¡Esto no puede ser! ¡No es real!
Desperté. Me hallaba empapada en sudor, el cuál disfrazaba mis lágrimas, sentía el miedo que me provocó dicho sueño hasta la médula. Frente a mi ventana estaba situada mi lagartija favorita. Era increíble el alivio que me embargo.
-¿Chaeyoung?-. Me temblaba la voz.
- Mina, ¿estás bien? no dejabas de gritar y llorar mi nombre, intenté despertarte pero no funcionó-.su angustia era palpable, y con justa razón, mi apariencia combinada con mis gritos debieron ser perturbadores.-¿Puedes cambiar de forma?-.claramente se desconcertó por mi pregunta.
-¿Cómo lo sabes?-
- Entonces es cierto.-
- Si-.
-¿Eres mujer?-. Su asombro crecía cada vez más.
-¿Cómo sabes todo eso?-
- Lo soñé-. Su desasosiego se notaba a kilómetros, después de contarle lo acontecido ninguna habló, se quedó tan helada como yo en su momento con el fin de mi ensueño; aún sentía escalofríos de sólo recordarlo. Le comenté que ya había soñado eso con anterioridad, a excepción de su muerte.Esa día me hizo prometerle que a partir de ahora todo lo que soñara con respecto a ella tendría que decírselo. Era algo justo si le tocaba presenciar mis ataques de pánico ante cada sueño mío.
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La Doncella y el Dragón
FanfictionNo todas las historias que te han contado son ciertas; permíteme contarte una historia donde los papeles se cambian. Dónde los personajes no son lo que aparentan.