La Doncella y el Dragón

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POV.MINA

Desperté de buen humor, definitivamente hoy será un buen día, quién diría que una extraña me levantaría tanto el ánimo,lo curioso de todo esto es que ni siquiera sé si Nayeon es real o sólo el producto de una mente tan solitaria y aburrida como la mía; tal vez  ella es un fantasma, o un espíritu, aunque lo dudo...se supone que los espíritus son sabios o peligrosos y Nayeon es todo menos eso. Y suponiendo que ella sea humana y exista !¿Cómo rayos pudo entrar a mi sueño?! O ¿ Yo entré al de ella?

Todo es muy confuso...me intriga demasiado la aparición de una chica tan peculiar como lo es mi nueva amiga, me encantaría saber¿Cuándo volveré a verla?¿Será otra vez entre sueños? Esas y más preguntas inundaban mi cabeza como un torbellino de grandes proporciones, y como siempre Chaeyoung me traía de vuelta a la tierra.

- Buenos días,Minari-. Dijo con su amable sonrisa.
- Muy buenos días, Chaeng-.
- ¿Y ese buen humor?¿Debo suponer que dormiste bien?- era divertido ver el desconcierto en el rostro de Chae al notar mi alegre actitud.
- Sí, es correcto mi querido Watson, dormí muy bien. Tuve un sueño estupendo.
- Y se puede saber ¿ Qué soñó mi princesa favorita?
- No. Es privado-. Mi respuesta fué más tosca y ruda de lo que planeaba, lo supe al ver cara.
- Oh...emm... okey, está bien-. Parecía decaído o mejor dicho extrañado por mi conducta.
- ¿Te encuentras bien?
- Sí,claro, estoy perfecto, pero...¿Sigues enojada conmigo por no decirte lo que hago en las tardes?-. Me sorprendió un poco lo que dijo aunque tiene derecho a tener la duda después de como actué la noche anterior y contrario a lo que él piensa no estoy ni cerca de estar enfadada con mi mejor amigo, curiosa sí, pero enojada no.
- No,no para nada lo estoy.
- Bueno, es que, tú siempre me cuentas todo, más aún cuando es algo que te hace feliz y... Es raro que tengas secretos.
- No guardo secretos, es sólo que...creo que es algo privado,algo íntimo; espero no te importe.
- No te preocupes, entiendo. Pero yo no sólo vine a hacer un drama, venía a decirte que tu desayuno está listo.
- Gracias, Chaeng.

Era una tarde agradable, pero por alguna razón se sentía diferente una sensación extraña recorría mi cuerpo y una vibra rara se sembraba en el ambiente; como si desde de que desperté de mi ensueño con la chica de dientes de conejos mi vida hubiera cambiado.