POV.MINA.
Desperté con la respiración agitada,el corazón acelerado y sudando frío,era lo normal después de tener ésta pesadilla.
- Mina estás bien?-. Aquella voz siempre me calmaba,no era otra que la de la única criatura que siempre me hizo compañía desde éstos casi veinte años; un poderoso y enorme dragón verde,de hermosos ojos marrones y una escama negra parecida a un lunar debajo de su hocico,apesar de su apariencia amenazante sólo yo lo conocía realmente... Bueno, algo así,ya que según me ha contado,una maldición cayó en su familia gracias a su tataratataraabuelo sólo un miembro de la familia afectado por dicho maleficio, siendo él el afectado de ésa generación, transformándolo en lo que es ahora.
Su salvación será una buena acción que beneficie enormemente a alguien con un gran tormento...en pocas palabras yo.
Por lo que me dijo Chaeyoungiie mi destino es permanecer en ésta torre hasta que algún príncipe o caballero me rescate de mi encierro y me ame,cabe aclarar que eso no ha pasado.
- Si, Chae estoy bien.
Sólo un poco agitada,eso es todo.
- Ése horrible sueño de nuevo,cierto?-.Preguntó preocupado.
- Lamentablemente sí, pero creo que ya me acostumbré.- respondí tras soltar un suspiro de resignación. - Tienes hambre Minari?
El desayuno está casi listo.- sonrió con orgullo. No sé cómo se las ingeniaba para hacerme de comer siempre,pero lo más alucinante aún era el suculento sabor de su comida.
- Claro, cómo podría negarme a tu comida si siempre está deliciosa.-Así fue como con una sonrisa me entregó un plato de una gran pinta por la única ventana de la torre....
Me encontraba absorta leyendo mi obra favorita "Mucho ruido y pocas nueces" de William Shakespeare, después de hacer cosas tan aburridas y sosas como practicar mi bordado (lo cual odio definitivamente), limpiar un poco o arreglarme. Tal vez lo único que podía salvar mis días era platicar con Chae,por alguna razón eso nunca llegaba a ser extenuante;al contrario,charlar con él es lo más interesante del mundo, y es que conoce de muchas cosas a pesar de que al igual que yo está atrapado aquí... aunque pensándolo bien parece no importarle la posibilidad de no irse nunca de aquí.
Mientras mi mente divagaba acerca del libro ente mis manos una encantadora voz me trajo de vuelta a la realidad.
- Qué lees Minari?-. Me preguntó Chae.
- Mucho ruido...
- Y pocas nueces,ya sé.- Me interrumpe.
- Disculpa la pregunta pero ¿No te aburres de leer siempre el mismo libro?... Digo, a duras penas consigo que leas algo más.
- Si te soy sincera, no. Me fascina ésta historia.- Respondí emocionada.
- Puedo saber ¿Porque?-. Preguntó confundido
- Ésta obra demuestra que las personas pueden cambiar por amor, también habla de las apariencias,expone que no todos son lo que parecen ser. Eso me agrada-. Pero más me agradó el impactado rostro de mi acompañante al escuchar mi opinión sobre el texto.
- ¡Wow!,que profundo...y yo que pensaba que lo leías por Benedicto o Leonato.
- Mo, nada que ver,lo que me atrae de la literatura son los mensajes y aprendizajes que deja.
- ¿Y tú qué hacías Chae?-. Era un enigma lo que él hacía cuando no estaba conmigo.
- Yo?- Empezaba a ponerse nervioso cómo siempre que le pregunto por sus pasatiempos.
- Nada...- Estaba mintiendo, lo sabía porque sus ojos color chocolate se movían incesantemente por la habitación,lo cual indicaba que mentía.
- No me quieres decir.- No era una pregunta, me entristecía que no me quisiera contar, tal vez él no tenía pasatiempos o hobbys por estar aquí conmigo, y, eso hacía que tuviera cierto rencor hacia mí.
- Chaeyoungiie...lo lamento.- No pude controlarme, sentía cómo las lágrimas se arremolinaban en mis ojos por toda la culpa que crecía dentro de mí, tratando de abrirse pasó para salir,lo único que atiné a hacer fue agachar la cabeza, no quería que me viera llorar, eso sería el colmo del asunto,que tuviera que consolarme estando enojado conmigo.
- Perdona Minari, pero...¿Qué lamentas?- Sonaba confundido, tan resentido estaba que ni siquiera lo hiba a aceptar?
- ¿Minari no me vas a contestar?- ¡¿Cómo diablos lograba sonar tan paciente y dulce estando enfadado?!
- ¿Cómo suenas tan dulce incluso estando enfadado conmigo?- Mi voz salió tan frágil y débil por el llanto, con la vista aún en el piso.
- No estoy enojado, ¿Qué te hace pensar que lo estoy?- Levanté lentamente la vista ante su pregunta.
- ¿Acaso no lo estás?
- No, ¿por qué estarlo?- Estaba siendo muy paciente conmigo, por no decir dulce.
- Pensé que deberías estarlo, ya que probablemente el hecho de que no tengas pasatiempos es mi culpa por retenerte aquí...en este sofocante lugar,y no reclamas nada para no ser grosero...
- Linda, no estoy enojado ni resentido ni nada de lo que sea que se te ocurra, ¿okey?
No me molesta ni me causa preocupación alguna estár contigo, al contrario, me encanta.

ESTÁS LEYENDO
La Doncella y el Dragón
FanfictionNo todas las historias que te han contado son ciertas; permíteme contarte una historia donde los papeles se cambian. Dónde los personajes no son lo que aparentan.