Cigarrillos de lluvia

Capitulo 4; Pantera Negra

CHARLOTTE BECKETT

Han pasado tres días desde la noche en que Eros y yo bailamos. Justo la noche donde perdí mi dignidad y que por supuesto no quiero recordar.

Si antes no quería salir de mi casa, después de eso menos, el simple echo de imaginar que me lo puedo encontrar en cualquier lugar y tener un momento incómodo por esa noche, hace que sonroje y me muera de vergüenza.

Si me va bien, podré morir en mi cuarto feliz por no socializar.

-

Estaba tranquilamente dormida en mi habitación, cuando de pronto alguien abre mi puerta y está azota con la pared haciendo que salte y despertarme de un susto.

Y para mi mala suerte, era mi padre, con la misma cara que siempre tiene al verme, una expresión fría que cuesta trabajo leer sus emociones (claro si es que tiene) y lo que más me duele, una cara de decepción.

-¿¡Aun sigues dormida Charlotte!? - yo sigo con los ojos cerrados aun sin poderlos abrir bien pero siento su mirada sobre mi.

- Carajo Charlotte!, ve que hora es! - grita molesto señalando su reloj de muñeca, yo me siento en mi cama tallándome los ojos por la luz.

Mamá entra al cuarto al escuchar los gritos de papá -Marco, qué pasa?, porque le gritas a Charlotte?.

- Te dije que mudarnos a Londres no arreglaría nada y la culpable de todo esto es tu hija - mi padre sale de la habitación y mamá sólo se rasca la frente frustrada.

- Hija, tu padre hizo algo muy grande por ti - mamá se sienta a mi lado.

- A si?.. El traernos a Londres y aparentar que somos una familia normal y feliz te parece un gesto que yo le pediría!? - mamá solo baja la mirada triste que normalmente tiene en su rostro.

- Tú y yo lo sabemos mamá, tu diste la idea de irnos de aquel pueblo por que la imagen y reputación de esta familia estaba arruinada por mi culpa- puedo sentir como mis ojos se humedecen y una lagrima cae de mis ojos, deslizándose por mis mejilla, pero mamá no tiene la decencia de mirarme a los ojos y decirme algo.

- A la mierda tu maldita familia feliz!! - me levanto de mi cama y me dirijo al baño de mi habitación. Mamá solo me sigue con la mirada pero no me dice nada hasta que entro al baño.

Espero hasta escuchar que mamá sale de mi habitación cerrando la puerta. Me dirijo al bote de basura y quito la bolsa que coloque encima.

Al quitar la bolsa saco mi cajetilla de cigarrillos, me dirijo hacia la pequeña ventana del baño y la abro. Estaba prendiendo el cigarrillo cuando un pequeño ruido me interrumpe llamando  mi atención.

Una carta se desliza por debajo de la puerta del baño y yo la tomo con intriga.

La abro con curiosidad y leo.

              Siento que te falta un amigo.
              Sal y conoce tu nuevo compañero.

         La mujer más hermosa del mundo, Liv.

¿Que mierda quieres ahora Liv....?

Apago mi cigarro (qué ni siquiera tuve la oportunidad de probar) con el piso del baño y lo tiro por el escusado.

Salgo de mi habitación buscando a Liv, pero me detengo al sentir algo peludo olfateando mi pie, volteo hacia abajo y me encuentro con un perro de pelaje negro. El perro al verme, salta encima mío haciéndome caer al suelo mientras empieza a lamer mi cara y suelto risitas intentando quitármelo de encima.