【 一見鍾情 】: woosan

CAPÍTULO 20// ¿Violación?

-Esto... sí.

-¿Recuerdas lo que me dijiste cuando te pregunté por... el chupetón de tu cuello?

A Wooyoung se le paró la respiración.

-Me dijiste que me lo contarías cuando nos conociéramos más.

Wooyoung lo miró a los ojos, no sabía qué pensar.

-¿Fuiste tú?

San se quedó pálido.

-¿Realmente no te acuerdas de nada de aquella noche?

Wooyoung comenzó a agobiarse.

-No. No recuerdo nada. Solo sé que me desperté con un increíble moratón en el cuello.

San se quedó pensativo por un momento. Su mirada se había vuelto de odio, pero no hacia Wooyoung.

-¡Ey! San... ¿fuiste... fuiste tú?

San lo miró a los ojos.

-No. Claro que no fui yo: no soy un violador -resopló.

A Wooyoung se le cayó el alma a los pies.

-¿Tú-Tú estabas allí? ¿Me-Me estás diciendo qu-que... fue.. una...?

-Eh eh Woo. Por favor tranquilízate -le dijo cogiéndolo por la cara en forma de caricia para que lo mirara-. No te agobies ¿vale?

Wooyoung respiró hondo.

-Mañana hablaremos de eso. Tengo cosas que comprobar antes. Ahora disfruta del paisaje y olvídate de eso por favor -le pidió aún con sus manos sujetando su cara.

-Dios pero... -se le cortó la voz. Prefirió hacer caso a San y no pensar en ello por ahora.

Tenía que asumir que ya se había hecho a la idea de que, como le dijo Jennie, podría haber sido en contra de su voluntad.

Por otra parte le había dejado chafado que no hubiera sido San. En el fondo quería que hubiera sido con él, pero también le hubiera gustado acordarse si hubiera sido con él.

Millones de cosas le rondaban la cabeza en esos momentos aunque las estuviera intentando ignorar. 

Al cabo de los minutos, San se dio cuenta de que Wooyoung realmente estaba preocupado y agobiado, y le entraron aún más ganas de hacer lo que quería hacer.

Miró a Wooyoung.

-¿Estás bien?

Wooyoung levantó la vista despacio.

-No... no lo sé. No sé qué tengo que hacer ni qué pensar.

San se acercó más a él, abriendo sus piernas para poner a Wooyoung en medio. Dejó caer su mano en su hombro, apretándolo y frotando en forma de caricia consoladora. Llevó la otra a su espalda para arrimarlo contra él y arroparlo en sus brazos con un cariñoso abrazo. 

Al principio Wooyoung no supo cómo reaccionar. Pero decidió simplemente dejarse llevar.

Apoyó su barbilla en la parte baja del cuello de San, directamente en su piel. La sintió caliente y agradable, cosa que lo reconfortó mucho. 

San le frotaba la espalda despacio con la mano izquierda, mientras que con la derecha sumergía los dedos en el oscuro pelo de Wooyoung.

A Wooyoung le encantaba aquello. Se sentía realmente bien. Tanto que por un momento se olvidó de todo y se le escapó una sonrisa.

Respiró hondo mientras se despegaba de él.

-Gracias por esto. Por todo.

San sonrió.

-No hay por qué darlas. Yo... -se lo pensó un momento apartando la mirada al suelo- yo realmente... da igual -carraspeó-, no... no importa. 

Wooyoung frunció levemente el ceño.

-Volvamos ya -dijo San levantándose de la roca-. Se está haciendo un poco tarde.

Wooyoung se levantó también, un tanto aturdido.

Comenzaron a caminar tranquilamente, en silencio, por unos cortos minutos.

-Puedo acompañarte a tu habitación -soltó San de la nada, sin dejar de andar y sin apartar la vista del frente.

A Wooyoung se le hizo un nudo en la garganta. Está hablando de... hacer...

-Acompañarte a la puerta, quiero decir -aclaró-. Para que... no vuelvas solo.

Se dibujó una amplia sonrisa en el rostro de Wooyoung. Me gustas mucho, pensó por vigésima vez.

-Vale. Si te viene bien -contestó sin embargo.

San se mordió el labio con una sonrisa.

                                                                                   ~~~

-Bueno... gracias por acompañarme.

-No hay de qué. 

-Mañana nos vemos -dijo Wooyoung en forma de despedida, con intención de darse la vuelta y entrar a su habitación, pero (siempre había un pero) se quedó sumergido en la mirada de San una vez más, incapaz de apartar sus ojos de los suyos.

San como siempre se dio cuenta. 

Se acercó a él. Lo cogió por la mejilla, atrayéndolo hacia él. 

Lentamente fue acercándose a sus labios a la vez que acercaba la cara de Wooyoung hacia él con su mano. 

Cuando estaba a apenas unos centímetros de sus labios, en el último momento, giró la cara de Wooyoung haciendo que sus labios chocaran con su mejilla.

Wooyoung soltó una suave carcajada.

-Eres tonto -dijo cuando San se hubo separado de él.

-Eso quería. Que rieras.

Wooyoung sonrió.

-Vale pero ahora bésame bien.

San, con una sonrisa, volvió a cogerlo por la cara y a acercarlo hacia él. Cuando estuvieron muy cerca de nuevo, se frenó de golpe.

-Si lo hacemos mucho perderá el sentido -le susurró.

Wooyoung rodó los ojos, separándose de él. 

-Tienes razón... -cedió arrastrando las palabras.

San rio. 

-Siempre.

Wooyoung finalmente se volvió para abrir la puerta de su habitación. Cuando estuvo abierta miró a San.

-Buenas noches entonces.

-Igualmente. Duerme bien.

-Llega bien a tu habitación.

San sonrió.

-Sí.

Y así, Wooyoung entró a su habitación y cerró la puerta despacio.

San lo despidió con una sonrisa. Pero, en cuanto la puerta estuvo cerrada, la sonrisa se le borró automáticamente del rostro. 

Su mirada se volvió oscura. Apretó los dientes.

-Voy a matarlo -se dijo.

Y entonces se dirigió a su habitación, a paso ligero y decidido.