CAPÍTULO 1 // Amanecer

440 23 17
                                    

Wooyoung se despertó con la suave brisa del mar entrando por la ventana de su habitación. Estaba solo en su cama, pero parecía haber habido alguien a su lado no hace mucho. Estaba confundido, no recordaba con claridad lo que había pasado la noche anterior. Miró a su alrededor: estaba seguro que no la había pasado solo.

Se incorporó abriendo más los ojos en un intento de desperezarse. Miró cuidadosamente su habitación, pero no vio nada fuera de lo normal. Se puso en pie y fue a cerrar la ventana. Tampoco recordaba por qué estaba abierta de par en par. Él siempre la mantenía cerrada. Estaba confuso, y odiaba no recordar nada de la noche anterior.

¿Habré bebido mucho?, pensó, pero tampoco pudo saber si era por eso por lo que no recordaba nada.

Se dirigió al baño, a lavarse antes de vestirse para ir a la universidad. Solo había una razón por la que continuaba yendo a aquella universidad tan odiosa: un chico. No sabía como se llamaba, tampoco había hablado nunca con él, pero había algo, algo que le incitaba a acercarse todo lo que pudiera y más a él. Quizás era la forma en la que, de vez en cuando, sus miradas se cruzaban por los pasillos y no podía apartarla de aquellos ojos curiosos pero a la vez maduros con los que le miraba, sin apenas conocerse, como diciéndole: ven, acércate, no tengas miedo.

Wooyoung se estremecía solo de pensarlo. Quería saber más, quería conocerlo, saber cómo sonaba su voz, cómo se sentirían sus caricias, cómo sería abrazarle, o incluso besarle... o algo más.

Pero no se atrevía, por el: ¿Qué pensaran?, o también por que nunca había estado con nadie, ni siquiera con una chica. Solo había pasado alguna que otra noche con desconocidas que se había encontrado en alguna fiesta y que no buscaban ningún tipo de compromiso.

Quizás también tuviera miedo al hecho de estar atado a alguien, o simplemente al no saber que hacer cuando fuera el momento y estuvieran a solas.

No le gustaba pensarlo. Ni siquiera aceptaba que se pudiera sentir tan atraído a alguien que casi no conocía. No creía en ese tipo de cosas, como el amor a primera vista y esas cosas que solo pasaban en los cuentos de Disney. No quería pensar que pudiera llegar a enamorarse de alguien tan repentinamente, porque sabía que al final, le romperían el corazón.

Por eso, siempre que se sorprendía a si mismo pensando en él, se daba una cachetada y se decía que dejara de pensar en tonterías. Pero siempre acababa suspirando, con nostalgia, e intentando no escuchar la vocecita de su interior que le susurraba: ¿Y por qué no?

Wooyoung se miró al espejo. Se topo con unas increíbles ojeras pasmadas debajo de sus ojos, resultado de no haber dormido en toda la noche.

De repente temía seguir bajando la mirada y llegar a su cuello. Como si se esperara encontrar algo fuera de lo normal allí. Se miró los labios. Parecían estar como siempre. 

Pero entonces lo vio. Abrió los ojos como platos.

-No puede ser...- se dijo.

En su cuello, en el costado derecho, se encontraba un intenso moratón. Era morado tan oscuro que incluso parecía negro. Se llevó los dedos a él, y lo rozó suavemente:

-Joder Wooyoung qué has hecho...- se maldijo a si mismo.

Lanzó un gruñido de frustración. Definitivamente, había pasado la noche con alguien. Pero no recordaba con quién.

Se sentó en el váter, abrumado. Enterró el rostro entre las manos e intentó recordar algo, lo que fuera, de la noche anterior, que le llevara a tener alguna pista sobre quién le había marcado el cuello de aquella manera.

Pero nada, no recordaba nada en absoluto. Podría haber sido cualquiera. Pero por otra parte, él sabía, que por muy borracho que estuviera, no se acostaría con cualquiera. Tenía que sentir algo.

El sonido agudo de su móvil le sobresaltó. Se levantó y fue a atender a la llamada.

-¿Hola?- contestó con voz ronca.

-Hey Woo, ¿dónde estás?- preguntó una voz femenina, pero que Wooyoung conocía muy bien.

-Hola Jennie, estoy aún en mi habitación, ¿por?

-Son casi las 8, vas a llegar tarde si no vienes ya.

-Ah... sí sí, bajo a desayunar y voy, no te preocupes.

-Está bien.

Colgó.

A Wooyoung siempre le había preocupado el hecho de que Kim Jennie se preocupara tanto por él. Sospechaba que le gustaba, y eso no era bueno porque él solo la veía como una buena amiga...

De repente se le hizo la luz.

Jennie... ¿dónde estuvo anoche?, pensó, no, no puede haber sido ella... ¿verdad?

Le vino un escalofrío por todo el cuerpo. No quería que hubiese sido ella. Lo estropearía todo. Él no quería nada así con ella. Suspiró, apartando aquellos pensamientos de su mente.

Finalmente cogió su cartera y salió de la habitación.

【 一見鍾情 】: woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora