En otra realidad

Capítulo 7

El resto de la tarde se basó entre guerras de agua, de bolitas de arena -nada recomendable, por cierto- y mi favorito, nadar con las olas, no en ellas, sino con ellas. Cuando ya estuvimos demasiado tiempo en el agua, decidimos salir mientras aún quedaba algo de sol para secarnos, el juego de cartas no siguió, pero por supuesto que yo había ganado.

—Vamos a las rocas.

—¿Bromeas? si sabes que es peligroso, ¿no?

—¿Tienes miedo, Andrew? —pregunté haciéndome la sorprendida para molestarlo. Desvíe mi mirada al montón de rocas que había en una esquina de la playa, no estaba lejos de nosotros, ni se veía peligroso—. ¡El último en llegar nos debe una salida al cine! —grité empezando a correr en dirección a la pequeña montaña rocosa que se juntaba con las olas, Evie corría detrás de mi, Haley tras ella, luego Adam, Diana, y por último Andrew.

Con el nuevo "don" que había descubierto sobre mi velocidad, claramente no iba a pagar la salida al cine yo. Al girar mi cabeza noté que Andrew había adelantado a Diana y a Adam, pero no le daría tiempo de ganar ya que yo, de hecho, estaba un paso de las rocas.

—¡Gane!

—¡Perdí! —exclamó Diana con la misma emoción que yo, por lo que todos reímos. Con cuidado, comenzamos a subir entre las firmes rocas con la intención de llegar a lo alto y luego lanzarnos, algo que era posible sin demasiados riesgos de morir, gracias a que las rocas estaban más adentro en el mar, así que no caeríamos sobre alguna especie de daga del océano.

—¡El que cae por las rocas y muere nos paga la salida con su herencia! —amenazó divertida Diana para que tuviéramos cuidado, cada segundo me agradaba más, y la tensión entre ella y Haley, al menos por una tarde, se había esfumado.

—Saltemos al mismo tiempo. —pidió Adam terminando de subir y llegando hasta donde estábamos.

—Bien, pero no se queden arriba. —aceptó Evie y nos acomodamos en una corrida horizontal frente al mar.

—A la cuenta de tres. —indicó andrew y comenzamos a contar tomados de las manos.

«Parecemos secta, pero juro que no lo somos»

—Uno...Dos...¡Tres! —tomados de las manos y gritando, todos saltamos al mismo tiempo al agua, que luego se sentía fría luego de un rato fuera de esta.

Nos quedamos nadando, salpicándonos y riendo en el mismo lugar, de vez en cuando subíamos de nuevo a lanzarnos, las chicas juntas, los chicos, luego los rubios, los menores, y así hasta que se nos acabaron los grupos que podíamos formar. Dios, ni siquiera en mi otra realidad había llegado a divertirme tanto con un grupo de mi edad, o con alguien en general. Ni siquiera la amiga más cercana que tenía allá me hacía sentir de esta forma, tan feliz, tan...en paz, en mi lugar. Incluso si no era donde debía estar, se sentía como si fuera mi hogar.

Hablando de mi realidad, traté de investigar aunque sea una pequeña parte sobre el shifting y su relación con white city, pero otra vez, no logré nada. Es más, ni siquiera habían videos hablando del tema, videos como aquellos que utilicé con la intención de ir a Hogwarts. No había nada. El shifting simplemente no existía en esta realidad, al menos no de una manera pública y popular como estaba acostumbrada. Así que por lo visto, este seguiría siendo mi hogar, al menos por un tiempo más; algo que ciertamente me desagradaba cada vez menos.

«Se fuerte, Amber, volverás a casa, solo recuerda que allá es donde perteneces. Disfruta esto, pero disfrútalo solo mientras no puedas irte.»

—Está comenzando a hacer frío, chicos, salgamos del agua. —pidió Haley sacándome de mis pensamientos, y ninguno vaciló.

Probablemente ya estábamos entumecidos de la cintura para abajo, ya que cuando salimos nos congelamos incluso más. Corrimos hasta donde habíamos dejado nuestras cosas, que sorprendentemente seguían ahí, al parecer era un pueblo...bueno, ciudad, bastante segura.