Capítulo 1

32 6 5
                                    

Me encontraba en el piso, era de noche, hacía frío y estaba rodeada de árboles, lo poco que se veía era gracias a la luz de la luna llena, que solo me permitía distinguir un par de formas. Estaba en un bosque, un bosque que no conocía para nada. Por alguna razón ya no tenía mi pijama común, sino que tenía unos jeans y una polera algo larga, pero sin mangas, lo que hacía que tuviera más frío, era cómodo, pero demasiado extraño.

¿Cómo es que había pasado de la suavidad de mi cama a estar tirada en el duro y rocoso suelo de un bosque? Bueno, en realidad si sabía, pero ¿por qué?

—No, no, no, no. Esto no puede estar pasando —decía en voz baja mirando a todas partes cada vez con más desesperación— ¿Donde mierda estoy? Definitivamente esto no es Hogwarts, ¿por qué estoy acá?

Una lista interminable de preguntas y maldiciones salían de mi boca mientras más se instalaban en mi cabeza, sin embargo algo interrumpió de pronto mis pensamientos. El aullido de un lobo se escuchó no muy lejos de donde estaba. Me tapé la boca con espanto y comencé a correr esperando que no me siguiera.

«¡oh por Dios, oh por Dios, oh por Dios!»

Corrí varios minutos, a oscuras, a tropezones y entremedio de los árboles. Pero con el pasar de los segundos me sentía cada vez más agotada, mis piernas no daban más y mis ojos luchaban por cerrarse. Lo ultimo que sentí fue el golpe producido por la caída, luego todo fue negro.

✵✵✵

Con pesar, abrí mis ojos y me encontré con la luz del día. Vaya, sobreviví una noche sin que me comiera el lobo, ¡hurra! Me dolía un poco la cabeza, pero eso al menos me decía que si estaba viva. Aún acostada en el suelo, recorrí el lugar con mi mirada. Estaba rodeada por árboles, que ahora sabía, eran blancos, casi como si estuvieran nevados excepto que no lo estaban, era un color natural.  Sobre algunos arbustos, también blancos, habían unos frutos azules similares a los arándanos. Todo se veía bastante extraño.

«Dios, donde mierda vine a parar.»

Me paré y me dispuse a continuar por la misma dirección que corría anoche, luego de casi una hora caminando por el rocoso bosque, me encontré con un bonito lugar. No sabría diferenciar si era un pueblo o una ciudad, pues a pesar de que no había mucha gente ni estaba muy transitado, tenía bastantes lugares y se veía bastante urbanizado. Este lugar si parecía un poco más de mi realidad, decidí entrar a una cafetería para comer algo y descansar, a partir de ese momento decidí también aparentar estar mas segura y menos desorientada, lo que menos quería era que alguien se me acercara a preguntarme cosas que obviamente no sabría cómo responder.

Ya me encontraba sentada in la cafetería y al cabo de unos minutos se me acercó una linda chica, se veía de unos 17, tal vez 18 años.

—Hola, mucho gusto. Mi nombre es Haley, ¿te traigo el menú o ya sabes lo que quieres? —bien, por lo menos hablaban el mismo idioma, punto para mi.

—Amber, ¿me puedes traer el menú, por favor?

—Bien, acá está, cuando decidas qué quieres tú hazme una seña y yo tomaré tu pedido. —dijo entregándome el menú que tenía en su mano con una sonrisa y se alejó a otra mesa. Cuando se iba me di el tiempo de analizarla un poco mejor antes de leer el menú, tez blanca, cabello oscuro, contextura delgada, voz dulce y una bonita sonrisa. Pedí un capuchino acompañado de un sándwich y comí con tranquilidad, pensando en qué había salido mal y qué podía hacer. No era demasiado caro, y pude pagarlo con unas monedas que encontré en el bolsillo de mi chaqueta.

En otra realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora