Mar agotado

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Seguidos de lo que a tu cabeza aguarde, yo estoy aquí para formar contigo un baluarte, basta de bienvenidas, pasa sin prisa que no tengo todo el día.

¿Alguna ves provocaste una injusticia? Dime de ti que te hace más valiente, bondadoso o en compasión voluptuoso. Dime cuento anhela tu corazón, cuánto has tenido que destruir para sentirlo palpitar o si siquiera se escucha en esta catedral. Eres como yo, un anciano sin valor encerrado en letras sin perdón. ¿Cuéntame porque crees ver más que yo? Es que acaso estar encerrado en palabras, ¿no es estar encerrado en la vida? Si no fuese así, y de ti pudieras hacer personaje, no me digas quien serías, dime quién eres y sonríe, vive.

Pero es tan cómico cómo se predice, ser entre no seres has de saber que mueres, tienes osadía lo admito, todo lo que escuches a veces pueden parecer más de un grito. Ten en mente que en los barcos se montan quienes quieran navegar, no los que se vayan a bajar, toma tu tiempo para dártelo a tí, no hagas de tu ser otro parecer para satisfacer a los esclavos de las almas.

En este mal en calma conoce bien el agua, dedícate a su sal, y encontrarás el dulzor de su bondad.

Tintes EscritosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora