4. Dulce Compañía

42 17 52
                                    


Elizabeth

Estoy corriendo como nunca había corrido en mi vida. Juro que si salgo viva de esto Noah me las pagará caro.

No puedo creer lo estúpida que fui por hacerle caso de ir a esa cabaña. Pensándolo bien no se quién es más estúpido, si él por tomar un libro que estaba en una cabaña y que por si no era suficiente está tenía vibras de casa embrujada la cuál estaba sola en medio del bosque... O yo por acceder a acompañarlo por segunda vez allí; Ashhhh, me estoy empezando a agotar pero no me puedo detener! Tengo que llegar a casa para pedir ayuda, mi teléfono en esta parte del bosque no tiene señal así que intentar llamar o envíar un mensaje de texto es inútil.

Me detengo un momento a tomar algo de aire, estoy exhausta y me duelen un poco los pies. De la nada un ruido que viene de unos árboles me alarma. Ay no, enserio que ya no se puede tomar aire tranquilo.

–Hola!?– grite esperando alguna respuesta pero nada, de repente escucho un tipo de aullido a lo lejos. No parecía de lobo, parecía más a un perro o algúna otra especie de canino. Cuálquiera no encontraría diferencia alguna en un aullido, pero cuando tienes un papá animalista y protector de la vida natural aprendes muchas cosas del mundo que te rodea.

Otro ruido me hace voltear, no miro nada pero empiezo a sentir como si alguien me estuviera observando, un escalofrío recorre mi cuerpo y mi primera reacción es correr.

Rápidamente corrí sin saber hacia donde iba, solo quiero alejarme lo mas posible del bosque, alejarme de todo esas cosas extrañas y encontrar mi casa, la cuál ni sé hacía donde queda pero no me puedo detener, tal vez alguien o algo está persiguiendome. Seguí corriendo y corriendo cuando tropeze y caí al suelo golpeándome la cabeza quedando medio inconsciente, mi vista se empezó a nublar, intenté levantarme pero no pude, lo último que logro ver es una silueta y después todo se puso oscuro por completo.

....

–Ouhhh...– me queje un poco mientras me despertaba, mi vista aún está un poco borrosa y mi cabeza duele, no se donde estoy ni como he llegado hasta aquí pero algo en mi dice que le resulta familiar; Mire al rededor y si, al parecer estaba en otra cabaña, que bien elizabeth sales de una y vienes a aparecer en otra.

De repente escuche una voz un tanto grave que venia de un lado de la cabaña

–Ya te despertaste– escuche decir al alguien y ahí estaba él, un chico alto como de 1.80, cabello rubio con detalles oscuros, ojos color azul, una piel blanca y una sonrisa hermosa. Tenía una camisa la cuál dejaba ver su pecho descubierto en el cuál tenía un tatuaje que no se podía ver completo, en sus brazos tenía alguno que otro más, esos si son brazos fuertes... concéntrate elizabeth-

–Ehhh Hola?– dije algo confundida

–Hola– dijo él con una media sonrisa.

–Dónde estoy?– pregunte en voz baja, aún estoy un poco mareada

–Estas en mi casa, te encontré en él bosque tirada en él suelo, tenías una herida en la cabeza así que te traje aqui para ayudarte– dijo él, yo solo miraba sus ojos, por más aturdida que estaba de verdad su mirada me tenía atrapada

–Estas bien?– pregunto sacandome de mis pensamientos

–Si, si , estoy bien gracias, y tu...?, O sea preguntó y tu quien eres? No cómo estás, se mira que estás muy bien, digo bien...– dije medio estúpida; Ay enserio Elizabeth tienes que aprender a formular tus preguntas

–Jejeje, Me llamo Gael y estoy muy bien. Tú te llamas? – dijo acercándose un poco a mi

–Soy Elizabeth, gracias por lo que hiciste por mi– le respondí también con una sonrisa

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 29, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Legado [Hunter Kingdom #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora