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Era de madrugada y Nadja estaba acostada en su cama, intentando dormir sin éxito alguno.

Su hija, Manon, últimamente andaba actuando muy rara y hablaba con una muñeca de trapo.

Quizás era algo normal para alguien de su edad, pero sentía algo raro en ésa muñeca.

Marinette, las veces que iba a cuidar a Manon, siempre saludaba a la muñeca cuando la veía, cosa que le hacía raro, pero... es Marinette, así que no le sorprendía tanto.

La mujer sintió como la puerta de su habitación se abrió y se sentó rápidamente, para ver como la puerta se cerraba de golpe.

¿Será Manon, que quiere dormir con ella?

La mujer, encendió la luz del velero que tenía a lado de su cama y sudo frío al ver a ésa muñeca de trapo sentada en una silla que había en su habitación.

Agarrando su almohada, la abrazo, no sabiendo que hacer.

¿Qué se supone que debía de hacer?

Tenía tanto miedo que no podía ni levantarse y correr.

-Ayúdame.

Nadja, se estremeció al oír una voz que parecía provenir de ésa muñeca.

Éso no era real, no podía ser real, las muñecas no hablaban, sólo eran cosas que pasaban en las películas de terror.

-Tienes que ayudarme.

Y nuevamente, la mujer oyó ésa voz para ver como la muñeca levantaba la cabeza y la veía.

-¡Manon!- gritó, aterrada.

Era una vergüenza de madre por estar llamando a su hija, pero Manon no le tenía miedo a ésa muñeca y le ordenaria que la meta en el horno de la cocina.

-¿Qué pasa?- pregunto Manon, llegando a la habitación de su madre, somnolienta.

Estaba teniendo un bonito y adorable sueño como toda niña de su edad, donde se volvía la emperatriz de la tierra y castigaba de manera violenta a todos los que alguna vez la molestaron, y su madre la despertó.

Una dulce niña ya no puede ni tener un agradable e inocente sueño, tranquila.

-¡Tu muñeca, la muñeca!- gritó la mujer, señalando a la muñeca.

La niña, miró a la muñeca y fruncio el ceño para acercarse y cruzarse de brazos.

-¿Otra vez intentas huir?
Sí sales de está casa, te encontraré ya que te puse un dispositivo de rastreo en tu cabeza.

...

....

¿Qué su hija hizo que?

La muñeca se puso de pie, saltó de la silla y se acercó corriendo a la cama de Nadja, quien abrazo su almohada, asustada.

-¡Ayúdame! ¡Ésa niña es un monstruo!- gritó la muñeca mientras la niña la agarraba y le cubría la boca.

Ésa muñeca recibiría una lección por andar de chismosa.

-Disculpa mami, olvidé encerrarla en su jaula, no volverá a pasar.- dijo la morena con una sonrisa inocente, antes de irse a su habitación.

Nadja, que seguía pálida por el miedo, también estaba en shock por... particular que era su hija.

Quizás, debía decirle a Marinette, que no dejé a Manon sola con Alya cuando la cuida.
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Mientras que en la humilde casa de los Agreste.

Adrien, Alya, Nino y Marinette estaban organizadose para ir a investigar un hospital que supuestamente estaba embrujado (Nino y Marinette iban obligados) donde se reunirian con sus amigos.

Emilie, se acercó a Alya y Nino, para verlos con seriedad.

-Por favor, no dejen que nada malo le pase, confío en ustedes.- dijo la mujer.

Adrien, al oír éso, sonrió.

Su padre era pésimo padre, pero al menos su madre era la mejor y se preocupaba por él.

-Lo mismo va para ti Adrien, cuida a Marinette que no quiero que nada malo le pase.- dijo la rubia, mirando a su hijo.

Marinette, sólo fingió mirar la pared, intentando ignorar la celosa mirada de su nov... ¡Ex novio!

Sip, Adrien no salía con una menor de edad, entre ellos no pasaba nada.

-No se preocupe, no podría dejar que algo malo le suceda a Marinette, sabiendo que haría que caiga lágrimas de sus bellos ojos.- exclamó Nino, con una sonrisa seductora.

Adrien, lo miró con sorpresa ya que dijo tal cosa, estando Alya presente, ahora viéndolo con mucho enojó.

Sí ésa noche no encontraban fantasmas o algo similar, Nino sería uno.

-Bien, confío en que cuidaran a mi pequeña Marinette.- dijo la mujer antes de irse.

Adrien vio como Nino dio un suspiro soñador e iba a salvarlo antes de que Alya lo asesine, pero...

-Vieja sabrosa.- dijo la morena, viendo como la mujer se alejaba.

Adrien, se detuvo y quedó en shock mientras veía a Alya quien le daba un codazo a Nino.

-Yo la vi primero, Lahiffe.- exclamó la de anteojos.

Adrien, sólo retrocedió mientras llevaba una mano a su frente, con dolor de cabeza.

¿Por qué era amigo de ésos tipos?

¿Por qué su lista de traumas no podía dejar de crecer un sólo día?

¿Es por qué friendzoneo mucho a Marinette?

-Muy bien, tenemos todo listo, cada uno de nosotros tendrá una cámara antigua, con pésima resolución de vídeo, para grabar cualquier cosa sobrenatural.- dijo la morena.

Marinette, que estaba viendo con lástima a su nov... ¡Amigo! Miró a Alya con confusión.

-¿Por qué cámaras con pésima resolución de vídeo?- pregunto la azabache.

-¿No viste los vídeos sobrenaturales?
Siempre usan una papa de cámara y nosotros no vamos a romper ésa tradición.- explicó la morena.

Y Marinette, asintió.

Éso tenía mucho sentido para ella.

Continuará...
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¡Hola!

No estaba por actualizar hoy, estaba por hacer de perezoso pero está historia no la actualizaba hace tiempo, así que hice esté capítulo rápido.

Por cierto, ¿les gustaría una historia sad?

No hago una hace taaanto tiempo, así que quizás les interese.
Ustedes deciden (tristeza, enojó o llanto, garantizado, pero me contendre un poco)

Espero que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

Miraculous vs lo sobrenaturalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora