Donghae y Kyuhyun se conocieron siendo muy jóvenes, una casualidad los hizo conocerse y ser más cercanos.
Pensaban que eran el uno para el otro, Donghae era para Kyuhyun el verdadero significado del amor. Pero ¿que tan duradero puede ser el amor...
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POV Kyuhyun
No tenía otra opción que quedarme esa noche solo, miraba el techo y me sentí igual, parecía que yo solo me estaba ahogando con esos pensamientos pero era difícil olvidar todo lo que había pasado a pesar del tiempo transcurrido.
Esas escenas difusas podían aparecer en mi memoria en cualquier momento una y otra vez como si de una película se tratara. Acurruqué mi cuerpo abrazando la almohada y el peluche que me regaló Hae para intentar dormir y fue que poco a poco comencé a conciliar el sueño.
Escuché unos ruidos en la casa que fue lo que logró despertarme, sentía resaca como si hubiera bebido toda la noche, miré el reloj y eran las.. ¿Dos y media de la tarde?, ya era el día siguiente. Me levanté de golpe había dormido tanto que no podía creerlo. Seguí escuchando ruidos fuera, golpes de cosas cayendo en la sala. Un tanto extrañado me asome por la puerta con cautela. Me encontré a mi padre de espaldas con los brazos cruzados y a su vez percibí un rico aroma a comida, era sin duda bulgogi hecho por mi madre.
— Hola papá—
— Hola mi hijo ¿Cómo...?— Fue interrumpido por dos gritos infantiles que se aproximaban a nosotros y detrás la voz juguetona de una mujer gritando.
— ¡¡Los gemelos!! — Exclamé al momento de ver a los dos bebés gritando e intentando correr hacia nosotros. Me arrodillé para quedar a la altura de ellos y al momento que llegaron los cargué entre mis brazos.
— Hola mis niños — Los llené de besos y miró a su hermana acercarse. — Hermana! — ella se acercó a mi y me envolvió en un abrazo
— Hola hermanito, ya te extrañabamos—
— Y yo a ustedes ¿Que hacen por aquí?
— ¿Que no podemos venir a visitarte?— reía tierno.
— Familia ya está la comida! — La dulce voz de mi madre se escuchó a lo lejos desde la cocina
— Vamos — Respondió mi padre mientras nosotros nos dirigimos a la cocina cocina. Quedé extrañado y con la mirada rondando por toda la casa y no encontré a quien buscaba y la persona que deseaba ver. La mesa estaba puesta y solo había cuatro platos sobre ella, y un gran manjar de bibimbap, bulgogi y kimchi Al ver la cantidad de platos me dieron a entender que si faltaba una persona en esa casa.
— Madre, dormí mucho pero ¿Sabes dónde está Donghae ? — acomodé a los bebés en sus sillitas.
— No hijo, despertamos temprano y él ya no estaba, solo dejó una jarra con un batido preparado, te guardé un poco— mi madre sonrió y me extendió la jarra con uno de los saludables batidos de Donghae. La rechacé y saqué el celular para llamar a mi novio.
— Hijo tranquilo, llámalo después no quiero que vuelvas a alterarte— mi padre me sugirió mientras sujetó mi celular arrebatando de las manos el teléfono.
