Problemas 16°

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El peruano sacaba humo por las orejas, su actitud del estadounidense era una completa mierda, sabia a la perfección que el era tal y como lo describieron sus hermanos y las demás naciones, era un descarado, un sínico, un doble cara con rostro de camello estreñido, por que tanto enojo? simple, se sentía mal consigo mismo por haber caído en sus redes capitalistas y patrañas, sin mas ni menos el pequeño bicolor solo siguió trabajando, por que debía preocuparse mas por esto? sentía lastima y un poco de rencor hacia Guatemala pero de todas formas siempre lo querrá por ser su hermano, como si el tiempo fuese manejado por Flash y dios estuviera de su lado el tiempo de trabajar termino así que corrió por sus cosas y un abrigo grande para salir rumbo al departamento que compartía con algunos de sus hermanos.

la noche era linda, al cerrar sus ojos ardían un poco y se relajaban con el tocar y rozar de las brisas de aquella ciudad obscura, la sensación de el aire llenar y tocar su piel era un deleite para el peruano, amaba la noche, en ella pasaban las mejores cosas, los edificios mostrar aquellos puntos brillosos que en realidad eran luces de departamentos, todo eso era perfecto ese momento era inolvidable para el chico.

—que mas puedo pedir —

suspiraba mas calmado mientras metia sus manos en la sudadera de tela suave y delgada, camino y camino por aquellas calles obscuras con la iluminación de la ciudad, tiempo después llego a su edificio correspondiente, entro por vestíbulo en dirección a el elevador, la típica sensación que se siente en un elevador en el estomago y en unos cuantos segundos frente a su puerta abriéndola para después entrar.

—Mex odio tu jodida costumbre de dejarme solo todo el tiempo con problemas que arreglar—

dijo suspirando el peruano, un silencio grande se causo por todo el apartamento, muy molesto camino por todo el departamento y la costumbre mencionada el chico no estaba. 

—bueno debo suponer que debe estar tomando o cogiendo—

soltando pequeñas risas camino a su alcoba y comenzó a vestirse o mas bien dicho desvestirse para soltar sus prendas y cuerpo lanzándose hacia su cama, comenzando a quedar profundamente dormido, su cuerpo se volteo dormido dándole la espalda a su teléfono el cual sonó, su pantalla se encendió por si sola mostrando una pequeña notificación de un numero desconocido. 

*podemos hablar? lo siento mi palomita no debí tratarte así* 

el teléfono se apago y el peruano no escucho nada...

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nuestro guatemalteco salía sonriente de aquel privado con un fago de dinero en sus manos, sabia que le había hecho daño a su hermano aunque por otro lado no tanto ya que el estadounidense solo se conocía un poco con el peruano, además de que después el peruano se lo agradecería, sin mas suspiro y tomo su teléfono escribiendo sin mirar su camino. 

—Hey! Guatemala!!—

la voz alegando de el salvadoreño llamo la atención del guatemalteco haciendo que le mirara algo confuso.

—Guatemala donde rayos estabas? Te necesitamos! debemos cerrar además de que el idiota ese se esta poniendo como loco!—

señalo Rumania el cual se veía como un empresario elegante pero que había tomado wiski de mas. 

— bien, bien yo me encargo puedes irte yo veré que hago con este vago—

refunfuñaba el chico bicolor guatemalteco caminando en dirección de Rumania. 

—Hey idiota! levántate o te juro que are que la policía venga por ti!—

el rumano solo se limito a voltear de mala gana pero en cuanto vio el rostro del chico pareciese que sus ojos se iluminaron, recuerdan el sexo a primera vista? pues el rumano sintió amor juego de palabras no creen?. 

~ Table Dance ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora