Prólogo.

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"Politicians hide themselves away.
  ¿Why should they go out to fight?
They leave that role to the poor, yeah"


Estaba agotado. La pistola me colgaba de la mano y mi rojo cabello me obstaculizaba el campo de la vista. Mis piernas no daban para más, pero no iba a detenerme ahora. He llevado está frenética persecución por la gran playa. La arena se mete en mis zapatos y la persona que persigo se comienza a cansar de este juego. El da la vuelta y efectúa el primer disparo que da pie a un tiroteo. Las balas vuelan por todos lados, no importa tu posición. Si tienes mala suerte, tendrás que caer junto a la arena, el sol y la playa. Y no de la forma que todos queremos.

 — ¡Cómo te gusta ser la mosca que no deja en paz a la mierda Travis! — ¡Estás a tiempo de dejar el arma y poner las manos en la espalda!

 — ¡Jodete!

 — ¿Esa es tu decisión Jones? ¿Dónde está toda tu personalidad encantadora?

 No había punto de cobertura en la playa, era un tiroteo con la fe a ciegas en el cual, yo podría haber muerto si dios así lo hubiera deseado. Y quizá se sintió tentado, porque el ardor en mi brazo derecho me hizo retroceder unos cuantos pasos, suficiente para perder el equilibrio. La arena dio contra mi espalda y me sentí perdido, dispare una última bala y me di por muerto. Cerré los ojos y... Nada, estaba vivo. Al otro lado de la paradisiaca playa estaba Jones, con un agujero en su cabeza.

 — Santo cielo. — De su bolsillo, Travis saco una caja de cigarrillos con sus manos temblorosas. Logro limpiar de la arena.

 Cuando me levanté y lo vi, pude confirmar que había acertado. Estaba muerto, el disparó final fue una exclamación a todo lo que había llevado a este punto, solté el dedo del disparador y luego supe que una parte de esto se había acabado. Para darle sentido a todo esto debo volver a tres años, a la noche en la que empezó todo.

¿Quien mato a Kennedy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora