¿Amigos, hermanastros o algo más?

Capítulo 16

Suena el despertador, pero no quiero apagarlo. Así que me pongo la almohada en la cabeza y decido ignorarlo.

- Mmmm - digo cuando no para de sonar. - Joder de verdad, que coñazo.

Apagó el despertador tirando la almohada y me levanto de mala gana. Voy camino al baño cuando le oigo.

- Buenos días, menuda leche le has dado al pobre despertador.

- Es que no dejaba de sonar y pues... Bueno, ya sabes como soy con los despertadores, me sacan de mis casillas.

Se ríe y me quedo embobada viendo como unos pequeños hoyuelos se forman en su cara.

- Ya está el desayuno, te espero abajo.

Entro en el baño, cierro la puerta y me apoyo en esta. Mi cabeza va a explotar, no me acordaba de que Luke había vuelto a casa. Fue muy confuso todo cuando vino ayer. Estuvimos hablando y me pidió perdón por haberse comportado como un niño pequeño y pues luego vimos la tele hasta que nos fuimos a la cama. Todavía mi cerebro no ha asimilado todo, me resulta muy raro que después de todo, haya vuelto así, sin más. Para mi hay un asunto más allá de eso, a lo mejor discutió con la gilipollas que tenía por compañera.

Me lavo la cara con un poco de agua para despejarme un poco y bajo para desayunar.

- ¡Tortitas! - chillo mientras corro para sentarme y comerme todo el plato.

- Vaya, sabía que te iba a gustar este desayuno, pero tampoco sabía que tanto - dice mientras se ríe y niega con la cabeza.

- Como para no - digo mientras tengo un gran pedazo de tortita en la boca, no sé ni si me habrá entendido, pero bueno.

- Bueno, ahora come despacio, no vaya a ser que en mi primer día de vuelta te tenga que llevar al hospital por atragantamiento con tortitas.

- Si si, lo que tu digas.

Cuando termino de desayunar, subo, me lavo los dientes y me visto. Espero un poco en mi habitación mientras miro el móvil hasta que Luke toca a la puerta. 

- Ya estoy enana, vamos al insti.

Ir al insti con Luke a mi lado me daba la sensación de que todo volvía a ser como antes. Pero algo había cambiado, lo notaba.

- Un millón por lo que estás pensando.

- ¿Eh?

- ¿En qué estabas pensando Key? - mierda piensa en algo.

- En que tenemos examen de matemáticas y no se ni sumar. - mierda, en eso no

- Pero si estamos en la misma clase y no hay examen - joder

- Pues me habré equivocado - me miro con los ojos entrecerrados y volvió a mirar al frente. 

Las horas pasaron volando. Ese día había quedado con las chicas en la cafetería de siempre para hablar de como ha ido la vuelta de Luke a casa. Así que según salí de la cárcel, fui directa.

- ¡Key! ¡Key! - me giré

- Oh, hola Lucas 

- ¿Qué tal te va?

- Bien, un poco agobiada, pero bien. 

- Y con... bueno, con tu ya sabes.

- Bien, la verdad es que creo que vino por algo más que por la vuelta de mis... - un carraspeo me interrumpió. - Hola... - no supe que más decir. ¿Me habría oído?

- Hola chaval, que bien que hayas vuelto, el equipo te necesitaba - no contestó, Luke se quedó ahí, inmóvil, mirándolo con furia. - Bueno... creo que es hora de que me vaya. Ya hablaremos, Keyla.