CAPÍTULO 21

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Dijimos que lucharía os por ti cuervo, cuando llegase el momento y éramos sinceros, pero esto no es lo que acordamos, no son caminantes blancos, no es un ejército de muertos, está no es nuestra lucha -Lyanna y Davos miraron a Jon.

De no ser por él no estaríamos aquí -dijo Tormund- todos habíais engrosando las huestes del rey de la noche, y yo sería una pila de los huesos calcinados como Mans.

Recordáis el campamento de Mans?, se extendía hasta el horizonte y miradnos ahora, mirad los que quedamos y si perdemos esto desaparecemos, docenas de tribus, cientos de genereciones será como si no hubiéramos existido, seremos los últimos del pueblo libre.

Es lo que pasara si perdemos -dijo Jon- los Bolton los Karstark, los Umber, saben que estáis aquí, saben que mas de la mitad sois mujeres y niños, cuando acaben conmigo irán a por vosotros, tiene razón, esta no es vuestra lucha, no deberíais acompañarme a invernalia, no debería de pediroslo, no es el trato que hicimos, pero os necesito a mi lado para derrotarlos y es necesario derrotarlos para que sobrevivais -algunos salvajes le miraron.

Los cuervos le mataron -dijo Tormund señalando a Jon, Lyanna le miró y él la miró de reojo sabiendo que luego tenía que hablar con ella- porque defendió al pueblo libre, cuando no lo hizo ningún sureño, murió por nosotros, si no estamos dispuestos a morir por él somos unos cobardes y si lo somos merecemos ser los últimos del pueblo libre -el gigante se levantó.

Nieve -dijo el gigante antes de irse.

Os ayudaremos -dijo el salvaje, todos lo salvajes se fueron.

Dejadme hablar a solas con Lyanna -dijo Jon a Sansa y Davos, ellos se fueron.

Porque no me lo dijistes -dijo Lyanna.

No quería preocuparte -dijo Jon.

Pero me e tenido que enterar por otra persona -dijo Lyanna.

Lo siento -dijo Jon.

Quién fue -dijo Lyanna.

Oli, Allister y dos más -dijo Jon.

Que has hecho con ellos -dijo Lyanna.

Los e matado -dijo Jon.

No debí irme -dijo Lyanna- debí quedarme contigo.

Si hubieras estado nose que hubieran hecho contigo -dijo Jon- me alegra de que no estuvieras.

No te quiero perder a ti también -dijo Lyanna llorando.

Y no me perderás -dijo Jon abrazandola- no lo harás, te lo prometo, sigamos -siguieron el camino- Lady Mormont.

Bienvenidos a la isla del oso -dijo Lyanna M.

Recuerdo cuando naciste is mi señora -dijo Sansa- os pusieron el nombre de mi tía igual que a mi hermana -todos la miraron con las lobas a su lado- dicen que vuestra madre era muy bella como lo sois vos.

Lo dudo -dijo Lyanna M- mi madre no era muy bella ni poseía otra belleza, era una gran guerrera, eso sí murió combatiendo junto a vuestro hermano Robb.

Serví con vuestro tío en el castillo negro lady Lyanna -dijo Jon- también fue un gran guerrero y un hombre honorable, fui su mayordomo de hecho.

Ya basta de charlas -dijo Lyanna M- a qué venís.

Stan is Baratheon se acuerteno en el castillo negro antes de marchar sobre invernalia -dijo Jon- me mostró la carta que le escribisteis cuando os solicito.

Recuerdo lo que decía -dijo Lyanna M- la isla del oso no conoce más rey que el rey en el norte de apellido Stark.

Robb a muerto -dijo Jon- pero la casa Stark no, y ahora precisa vuestro apoyo más que nunca, vengo con mis hermanas a pedir la lealtad de la casa Mormont -la niña habló con el que estaba a su izquierda.

Lyanna Stark - juego de tronos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora