PROLOGO

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Estábamos sentados en la entrada al instituto, por culpa de Yael llegue tarde, ya no nos dejarían pasar, estábamos en serios problemas pues ya no era la primera vez que sucedía.

- Todo esto es tu culpa, estamos afuera, y no podre entregar mi tarea a la maestra Erika -exclame- ahora como hare para poder sacar el promedio de 10.

- Relájate, pronto se te ocurrirá alguna excusa, ven.

- ¿A dónde?

- Pues no tenemos nada más que hacer aquí, está claro que no nos permitirán entrar, quieres venir o quedarte aquí, se ve que pronto empezara a llover - exclamo.

- Mmmmm, creo que tienes un buen punto, si acepto ¿me dejaras de molestar?

-Uhmmmm, ya decidiré eso, entonces qué?

-Está bien, iré, pero ¿Adónde vamos exactamente?

Me tomo de la mano, eh indico que subiera a su hermoso convertible negro, estaba un poco angustiada por mi calificación, pero sabía que mientras estuviera con el nada malo me podría llegar a suceder, de esto estaba segura.

Mi SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora