Capitulo 6.

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75 horas luego del día uno; Testimonio uno.

     El pelirrojo movía su pierna como si tuviera espasmos, esperando solo en una habitación de dos por dos con paredes grises, una mesa, dos sillas frente a él y una taza de café que no había tocado desde que estaba ahí. Sus comportamientos de la espera fueron evaluados por una pequeña cámara imperceptible a simple vista o tal vez al nerviosismo que estaba pasando. 

La puerta se abrió y entraron dos oficiales pero para su sorpresa uno no llevaba un uniforme oficial.—¿Archie Andrews?

—Soy yo—tartamudeó.

—No creo que le moleste contestarnos unas preguntas—preguntó sentándose el hombre que no llevaba uniforme mientras el oficial se sentaba atrás. Este negó—Soy oficial Thomas, por cierto—. Abrió una carpeta y comenzó a pasar entre papeles que este no podía ver. —Tenía una relación con Veronica Lodge. Llevaban casados aproximadamente...— esperó que este hablara.

—Cinco años, oficial. Salíamos hace siete.

—¿Salíamos?—preguntó levantando su mirada—¿En pasado?

—Pues... ella estaba con mucho trabajo y aprovechaba para viajar dado que estábamos atravesando un proceso de separación.

—Oh—frunció el ceño—. Lo lamento, no tenía idea.

—Era difícil, para ambos—asintió tragando saliva—pero no podíamos funcionar correctamente, teníamos planes de vida diferentes.

—¿Hijos en común?

—No, lo hemos intentado pero... no funcionaba.

—Usted había reportado que su esposa no había llegado a la casa esa noche.

—El viernes llegó de su viaje de negocios, pasó a dejar sus cosas y fue como todos los martes a la casa de su mejor amiga, Cheryl. Solamente que—bajó su mirada.

—¿Qué ocurre, Andrews?

—Peleamos. Ella volvió y dijo que quería hablar conmigo, resulta que—tomó aire—, su amiga  había influenciado en ella para que me deje porque yo no podía buscar trabajo y solamente gastaba dinero. Yo... invertía para darle un regalo de aniversario como se lo merecía, sin embargo no llegamos a ninguna parte y salió de la casa... no volvió.

—No has declarado esto con los oficiales la primera vez.

—Solamente... creí que era algo innecesario. Me avergonzaba mucho admitir que ella se rompía el lomo por nosotros y yo no podía hacer nada por ella. Ningún trabajo me aceptaba, atravesaba por la muerte de mi padre y ella—se llevó las manos a la cara—, ella...

—Tómese su tiempo, señor Andrews. Entiendo que esta situación puede ser complicada.

—Si yo le hubiera insistido que se quedara en la casa, estaría a salvo. Lo sé. Pero salió y no volvió—golpeó la mesa no tan fuertemente.

—Señor, por favor cálmese.

—¡Es mi mujer! Haría todo por ella aunque su familia me odie.

—¿Y por qué lo hace?

—Simplemente porque nunca fui de la alta clase, como su padre.

—Y... ¿aún así atravesaban problemas económicos?

—Luego de la boda, ella se  separó de su tóxica familia. Inclusive su hermano que es un alcohólico y mujeriego.

—Parecía muy cercanos entre ellos...

Él negó—Ella se enojaba porque él llegaba borracho, casi inconsciente, a nuestra casa. Siempre armaba problema con ella, le gritaba y amenzaba con matarme porque no le caía bien, porque éramos ex amigos y en cosas de adolescentes, me besé con su novia, y luego terminé casándome con su hermana—negó—. Es tan estúpido todo, que yo... solo quiero tenerla conmigo nuevamente y saber que está a salvo—se masajeó la sien.

—Entonces... ¿usted estaba en la casa cuando ella salió?

—Si, oficial.

—¿Y había alguién más capaz de confirmar la coartada? ¿Cámaras de seguridad?

—Elizabeth Cooper.

—¿Quién es ella?

—Nuestra empleada.

—¿Trabaja todo el día ahí?

—Vive con nosotros. Le hemos ofrecido lugar de estadía a cambio de bueno, limpiar y encargarse de la casa, pero también recibe su sueldo.

—¿Sabe de alguna amenza que haya llegado?

—Han llegado por el tipo de hombre que es su padre, alguien sucio. Pero... ella nunca les dió importancia.

—¿Y creé de alguién más que puede ser relevante? ¿Algún conflicto con los vecinos? ¿Algo que pueda ayudarnos?

—Ella...—pensó un segundo lo que iba a decir—amaba ir al lago detrás de la casa.

El hombre  asintió—Última cosa, Señor Andrews—dejó sobre la mesa el celular de Verónica—¿Por qué estaba guardado en un cajón?

—Porque lo dejó antes de irse y estaba esperando que volviera.

Él asintió—Estaremos en contacto, le recomendamos no salir del pueblo.

—¿Por qué?—preguntó confundido mirando como el hombre se levantaba.

Este no lo miró hasta que llegó a la puerta—Porque si se va, estaría escapando. Y a nadie aquí le gusta eso— El celular comenzó a vibrar en el bolsillo del hombre y murmuró  "¿Camino de sangre?", preguntó frunciendo el ceño. "Bien, estaré ahí en unos minutos" cortó la llamada y miró al oficial que estaba en la puerta.—No lo dejen ir muy lejos—habló señalando la habitación donde estaba el pelirrojo.

—No lo dejen ir muy lejos—habló señalando la habitación donde estaba el pelirrojo

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No body, No crime // RiverdaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora