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1.MÚSICA Y AFICIONADOS

Iker caminaba por las calles de Aria con paso tranquilo y despreocupado, se había mudado recientemente y quería dar una vuelta por el pueblo para conocerlo mejor. Tenía 16 años, su pelo liso, blanco como la nieve, Ondeaba al viento, sus ojos eran de color gris Perla y su piel era pálida, era Albino. Le encantaba la música, desde muy pequeño empezó a sentirse atraído por el mundo de la música, aquella melodía que transmitía alegría y tranquilidad era su medio de comunicación, su sexto sentido por el cual transmitía con música sus más íntimos sentimientos.

Es la escuela siempre fue un bicho raro, la gente se metía con el, sufría bulling de varios de sus compañeros y le llegaban amenazas a través de Internet como:
-¿porque no te mueres?
-¡¡la música es tan asquerosa como tu niño rata!!

Y todo tipo de Barbaridades que a el le afectaban todos los días, algunas veces llegaba a casa llorando
-¿mamá por que soy tan distinto?-repetía una y otra vez desesperado
-no eres distinto, eres igual a ellos con otra personalidad y otro color de piel, te gusta la música y a ellos no. Eso no es ser diferente-le decía su madre para subirle el animo.

Llegó un momento en el que Iker, arto de todo aquello, intento quitarse la vida, por suerte su madre llegó a tiempo para evitar aquella tragedia.
Después de aquel horrible susto hizo lo correcto tanto para el como para ella:
Decidió mudarse a otro sitio para comenzar de nuevo y escapar de los acosos etcétera...

La cosa parecía funcionar bien hasta que empezaron las desapariciones. La madre de Iker conmovida por aquello se puso muy nerviosa, su hijo corría el riesgo de desaparecer y desvanecerse para siempre sabiendo que el es un estudiante del Conservatorio de Aria por unos meses.

A el eso no le importaba, caminaba tan tranquilamente por la calle sin temer por su vida, no le importaba el día de mañana, lo único que quería era caminar sin rumbo por las calles de Aria hasta perderse en su oscuridad para siempre.