❥┇Unidos •|Norman y tú|• TPN ༘

❥ [08] ༘

El lunes,  Norman le comenta radiante que su madre ya fue trasladada a su casa. Se está recuperando del todo. Al parecer lograron encontrar la medicina que necesitaban para ayudarla a mejorar, y ahora estaba respondiendo muy bien ante los antibióticos. Y desde el día en que su madre mejoró, Norman está mucho más feliz. Ella lo nota y le encanta ese cambio. "Un día, iré a visitar a Kanao. ¡Qué bueno que ya esté en su hogar!", pensó

Sin embargo, ese mismo día, a la salida del colegio, ocurre algo extraño. La vida no piensa darle un respiro.

Salio de la escuela con Norman a dar un paseo. Es un día muy bonito. Bañados por los rayos del sol y oyendo el canto de los pájaros, caminan a paso lento hasta la plaza que queda cerca. La castaña quiere que le cuente con más detalles qué ocurrió con su madre. Se sientan en un banco de madera y comienzan a charlar animadamente. Sin embargo, a los pocos minutos de estar allí, noto que Norman comienza a sudar exageradamente. El tono natural de su piel se va convirtiendo, vertiginosamente, en un tono muy pálido, y también está temblando como una hoja. Comenzó a preocuparse. Noto que también Norma intentó disimularlo, pero a ella no puede engañarla

―¿Estás bien?― Pregunto

―Sí, sí. Lo estoy...― Apenas logra contestar

A los pocos segundos, comienza a tener problemas respiratorios. Ya no puede articular palabras, y le falta el aire. Intenta respirar a grandes bocanadas. A estas altura ya estaba de los nervios. Algo le está pasando. Pero no sabe que es

―Norman...― murmuró, acercándose más hacia él

Desabrochó un par de botones de su camisa con la esperanza de encontrar algo que le indicará que estaba ocurriendo con el albino. Pero no encontró nada

―Cielos... Cielos... Norman, que te está ocurriendo?...― Se agitó. La frustración por no saber que le ocurría comenzaba a carcomerla, teme por la vida de Norman, y no sabe que hacer. A estas alturas su piel se había vuelto mucho más pálida de lo que es originalmente

Entonces, él pone los ojos en blanco y se desmaya. Va a caerse al piso, pero antes de que eso ocurriera llegó a atajarlo. Lo acomodo bien en el banco. Le da un par de golpes suaves en la cara, para que despierte... pero no lo hace. Está inconsciente. La desesperación la domina. Comienza a llorar, mientras grita su nombre

―¡Norman...! ¡Norman...! ¡Por favor, despierta...! ¡Te necesito... Te necesito aquí, conmigo! ¿Qué te ocurrió?―Sollozo―¡Ayuda! ¡Que alguien me ayude!― Grito, mientras llora desconsoladamente. La vida de su amado está en sus manos, y depende de su inteligencia y su capacidad. ― ¡Llamen a una ambulancia! ¡Por favor, ayuda! ¡Alguien!

Un par de adultos curiosos se acercan corriendo a ver qué sucede, y al instante llaman a una ambulancia

―¿Qué le pasó?― Pregunta un hombre

―No lo sé... ¡No lo sé!— Grito exasperada

Los pocos minutos que transcurren hasta que llega la ambulancia son de desesperación y desamparo. Los paramédicos se abren paso entre la multitud que se ha formado, con una camilla en mano. Uno de ellos le toca la frente a Norman, y luegó coloca dos dedos en su cuello, para sentir su pulso. Esta débil

―¡Presión arterial baja!― Anuncia uno de ellos
Con la ayuda de dos hombres más, suben a su amigo a la camilla, y lo llevan al interior de la ambulancia

―¿Hay algún familiar del chico aquí?

―¡Yo!― Grito levantando su mano― ¡Yo!― repitió para ser escuchada. Tomo su bolso, y el de su amigo, y entro al vehículo. Se sento al costado de Norman. Dos paramédicos se quedaron allí. Cierran las puertas rápidamente. El chofer enciende la sirena y comienza a avanzar por las repletas calles de Japón