𝑫𝒐𝒃𝒍𝒆 𝒕𝒓𝒂𝒊𝒄𝒊𝒐́𝒏

O4

En el momento en el que dijo que tenia el tiempo suficiente quiso no haberlo dicho nunca, Naruto se consideraba una persona racional y comprensiva pero debia admitir que tenía sus momento donde no pensaba y solo actuaba por instinto propio, debía admitir que algunas de sus acciones lastimaba a personas que creía no volvería a lastimar; eh ahí su caso, donde sabía que lastimo a Sasuke en miles de maneras, ya sea haciendo falsas promesas o haber echo algo tan imperdonable como usar un acto de amor para que se quedara.

¿Uzumaki Naruto era un ser despreciable? El consideraba que si lo era y no se sentía orgulloso de ello, al contrario, se sentía sucio porque se había vuelto igual a cualquier enemigo; usar cosas tan preciadas y al final romperlas o quitarlas para al final jamás poder devolverlas.
No llego a pensar que consejos de aquellos que fueron sus maestros cobraran sentido ahora, que ironía.

– Para ti soy alguien despreciable... ¿Verdad Sasuke? – Le pregunto al cielo con una mirada melancólica tratando de protegerse del frío que sentía puesto que eran las 4 de la mañana, una hora adecuada para entrenar sin ninguna interrupción pero también una hora adecuada para poder perderse en sus pensamientos y recuerdos.

Sabía que tratar de aferrarse al pasado estaba mal, pero, quería seguir en esos momentos donde su única preocupación era sobrevivir y divertirse. Su niñez tal vez no fue la mejor pero aquellas personas que estuvieron en ella es por lo que vale la pena recordar esos momentos, el no creció con unos padres que lo educaran pero tuvo amigos que hicieron que comprendiera muchas cosas de la vida.

Sasuke y el eran diferentes, Sasuke creció en un hogar donde alguna vez hubo una familia y el... creció en un hogar donde nunca la hubo. Si, en eso eran diferentes, Sasuke se lo recalco cada vez que se encontraban, pero, ambos habían sufrido por la presión del pueblo; el cargaba con el odio del pueblo por ser el recipiente del Kyubi y Sasuke cargaba con la expectativa y el odio del pueblo por ser un Uchiha. Eran diferentes? Si lo eran, pero también eran iguales, eso fue algo que Sasuke no llego a comprender en su momento. Tal vez ambos tuvieron sentimientos encontrados cuando aquella vez se volvieron a ver, claro que no llegaron a conversar ya que no eran un ambiente adecuado pero con mirarse supieron que tenían que hablar. Jamás lo hicieron.

– ¿Acaso nos une algo más que la amistad? – llego a pensar sin tener una respuesta concreta, pero, ahora tenía la pregunta si lo seguían siendo.
Sasuke y el tenían un lazo más fuerte que cualquier otro, y ahora sentía que ese lazo se fortalecía cada  vez más, sentía que había algo más que hacía que aquello los uniera mucho más que antes pero, no podía evitar preguntarse si era correcto sentir eso – Tantas cosas que aclarar pero tan poco tiempo nos queda, tal vez cuando regreses yo ya... – paro tratando de negar aquel futuro que le deparaba, una y otra vez trataba de negar eso pero ya estaba escrito; el mismo escribió su destino y no podía hacer más que aceptarlo.

Perdóname Sasuke, al final, no soy tan diferente a tú hermano...

– Señor Uzumaki – Una voz no tan lejana se escucho, atrás suyo un Ambu esperaba pacientemente una respuesta pero decidió proseguir con su mandado – Desean verlo con urgencia en la torre del Hokage, es importante – trato de recalcar para luego desaparecer dejándolo con la palabra en la boca.

Debía admitir que hablar con ellos se volvía cada vez más asfixiante, exigían cosas que aveces no estaban a su alcance, pero si esto era algo urgente debía de acudir sin reprochar. Pero claro que ante esto sentía que algo iba a pasar, algo malo intuía.

⸧ׅׄ⸦ੈ◌̥̥͙̥͡⸱ ⸧ׅׄ⸦ ⸧ֽׂׅׄ⸦ ⸱◌̥̥͙̥͡꒺ ᎒⃟ໍ🧇⸧ׂׅ⸦ ⸧ׅׄ

Durante las próximas semanas rumores de una boda se hicieron presentes. ¿Quienes eran los afortunados? Nadie más que el Héroe de Konoha y la princesa del clan Hyuga, cada nación llego a enterrarse de dicho rumor, todos menos cierto azabache aislado del mundo.