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Sasuke dejo de considerarse alguien con suerte desde que se supo la desaparición de Shisui, sabía que su vida sería complicada, más específico ser un Uchiha sería complicado. Poseía unos ojos capaces de hacer cosas que muchos dirían es imposible, era capaz de controlar a la bestia que estaba sellada en Naruto.

- No planeo deshacerme de el, pero tampoco planeo arruinar la vida de Naruto — titubeo agarrando su vientre abultado.

Sasuke debía de tomar decisiones firmes en ese momento, cualquier cosa podría arruinar el futuro de aquella persona que en algún momento amo con todo su ser, Karin miraba y escuchaba todo expectante, no encontraba las palabras para describir lo que sentía en ese momento. Karin pudo ser la persona más odiosa de todo el mundo pero ella se preocupada por sus amigos, aunque no lo demuestra abiertamente ella lo hace, y las decisiones de Sasuke le preocupaban.

— Deberías pensarlo bien. No sé, tal vez tomar decisión firme — murmuró mirando con preocupación a Sasuke.

Si Sasuke creía estar mal, ahora podía decir que se sentía mucho peor, podía llegar a odiar decir eso pero karin tenía razón. Vaya su desdicha, jamás pensó que llegaría hasta eso, pero mírenlo ahí, con un gran problema entre brazos.

— El no lo sabrá y punto, pronto será feliz con la persona que quiere y... si llegara con esto solo arruinaría su vida — hablo inseguro tratando de evadir la mirada de Karin, debía admitir que jamás había llegado a sentirse así desde que no volvió a ver a su familia.

— Es razonable que digas eso, pero siento que no estás siendo sincero contigo mismo, se que no quieres hacerlo — era increíble ver como alguien que no fue tan cercano a el supiera que era lo que realmente quería.

Sasuke soltó una pequeña risa tratando de limpiar las lágrimas que querían caer — Es gracioso que sepas eso, pero tienes razón; no quiero hacerlo, no quiero alejarme y seguir ocultando secretos. Pero ya llegará el momento donde se lo diré, ahora no es ese momento — concluyo tratando de cortar ta la conversación, estaba cansado, cansado de pensar.

— Respeto tu decisión, solo espero no te arrepientas Sasuke — susurro mientras caminaba hacia la puerta que conducía fuera de los aposentos del azabache.

Vio como Sasuke caía dormido antes de cerrar completamente la puerta. Por lo poco que pudo examinar del cuerpo adormilado de su amigo, el no se encontraba en las mejores condiciones, aquel bebé absorbía todo lo bueno que entraba en Sasuke dejando casi una nula cantidad para este mismo, sin un monitoreo tal vez podría llegar a un punto donde los dolores de cabeza y los constantes desmayos serían mortales para el y el bebé.

— No se si ese bebé logrará sobrevivir, seria un milagro si llega a nacer. No debería dar falsas esperanzas... — se agarro la cabeza pensativa, ella también tendría un dolor de cabeza en cualquier momento.

El lugar donde se encontraba estaba completamente alejado de cualquier Aldea, pequeño pueblo o camino de comercio por lo cual seria complicado que este si llegara a tener una complicacion pueda obtener ayuda inmediata. Era peligroso dejarlo solo en estas condiciones. Tal vez llamar a alguien experta en estas cosas podría servir mucho en estos momentos puesto que ella no tenía la experiencia suficiente en personas en gestación, lamentaba tener que romper la promesa de no decirle a nadie la ubicación de la choza de Sasuke pero, eran sircunstancia que ameritaban que lo hiciera, más aún si se trataba de la vida de un amigo.

Sin pensarlo más saco un pergamino no tan grande y empezó a escribir en el, terminando invoco un ave poniendo aquel pergamino en una de sus patas.

— espero su respuesta sea inmediata — suplico mientras ave levantaba vuelo y recorría el cielo hacia su próximo destino; Konoha.

𝑫𝒐𝒃𝒍𝒆 𝒕𝒓𝒂𝒊𝒄𝒊𝒐́𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora