Lord Voldemort gano la guerra, Harry Potter es un huérfano que vive en las ruinas donde solía ser su casa, antes de que sus padres fueran juzgados y condenados a muerte.
Harry se ha cuidado solo durante doce años, siempre alerta, astuto como serpien...
- ¡Me niego, no lo voy aceptar Tom! - El gobernador Snape estaba en la oficina del Lord.
- No te estoy preguntando, te estoy informando, Severus - El gobernador volteo tan rápido que su cabello parecía un látigo, entrecerró los ojos, taladrado la cabeza del Lord, si pudiera.
- Le enseñarás Parsel Magic a Harry - Se acercó, golpeando con sus palmas la madera del escritorio del Lord - No lo permitiré - El Lord enarco una ceja elegantemente.
- Supongamos que me interesa tu opinión al respecto... ¿Por qué no lo permitiría? - Severus chaqueo la lengua en su paladar.
- El Parsel Magic es magia salvaje, muy difícil de controlar, apenas tu puedes controlarla y piensas enseñárselo a Harry, ¡Estas mal del cerebro! - Severus por fin tomó asiento frente al Lord.
- Según mi último examen mi cerebro está en perfectas condiciones, y a decir verdad, sobre el chico Potter, sería bueno que lo controlara, ¿Que tal si un día, esta en una misión y habla Parsel sin ser consciente y ocasiona una explosión de fuego verde?, sería algo trágico y pondría en peligro la operación - Snape apretó sus dientes al mismo tiempo que sus manos.
- Esa es tu excusa... te preocupa que arruine una misión cuando sea mortifago, antes pensabas mejores mentiras, Tom - Dijo con un toque de sarcasmo en su voz.
- Tch, no tolero el error, si ese niño no controla su poder, será una bomba de tiempo, y no creo que quieras recoger lo pedazos del impuro, pero haya tu si quieres eso - Severus carraspeo, rodando los ojos.
- Bien - Gruño entre dientes el gobernador, Tom ladeo una sonrisa triunfante.
- Ves que pasa cuando no me cuestionas Severus - Snape con su varita lanzó un encantamiento que dio en un artilugio de cristal detrás del Lord, explotando en el acto, el gobernador sabía de su suerte, y por algo así, el Lord no lo castigaría, y si lo hacía, la realidad era que no le importaba ni un comino, lo que le pasara.
- Ajá... y me alegra ver que aún mantengo un respeto hacia ti Tom - El Lord volteo hacia atrás viendo la cosa destruida, regreso su vista llena de aburrimiento hacia Snape.
- Tu suerte puede terminar Snape - Amenazo.
- Puedes ser muchas cosas Tom, pero lastimar a tu hermano no es una de ellas - El Lord río divertido, recordando la vez que casi lo estrangula, o cuando lo crucio, incluso cuando en el orfanato le metió la cabeza en la bañera, para que se lavara el cabello.
- Serás mi hermano, pero no me temblará la mano para lanzarte un par de crucios, disciplinarte era algo que disfrutaba en el colegio y también en ese maldito lugar - Tom veía al gobernador, su vida en Hogwarts había sido algo tan "peculiar", pero su vida en el orfanato había sido una completa tortura.
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Centro de entrenamiento...
Harry estaba en su parte del dormitorio, ósea sobre su litera, leyendo un libro, tenía el tiempo libre, ya que el gobernador había salido a una misión o a algo, no sabía a ciencia cierta.
