Lord Voldemort gano la guerra, Harry Potter es un huérfano que vive en las ruinas donde solía ser su casa, antes de que sus padres fueran juzgados y condenados a muerte.
Harry se ha cuidado solo durante doce años, siempre alerta, astuto como serpien...
Harry recorría los pasillos, ese golpe se lo tenía bien merecido ese puro engreído, a la próxima que se acercara con esas intenciones cumpliría su promesa.
El azabache llego hasta el dormitorio comunal, vio que Seamus que tenía una caja en sus manos, el chico la observaba con curiosidad.
— ¿Qué haces Seamus? — El mencionado pego un pequeño brindo al escuchar la voz de Harry.
— Hola Harry... mmm... recibí un paquete — Harry enarco una ceja, no era común recibir nada de nadie, y menos si no tenías padres, y era improbable que su hermanita le enviara algo.
— ¿Tu hermana? — No perdía nada con preguntar.
— No, es de alguien llamado Scabior — Harry frunció el ceño.
— ¿Quién es ese? — Pregunto sentándose en la cama de Seamus.
— No tengo idea, pero tiene un emblema — Harry se acero y vio un collar dentro de la caja, Seamus lo saco y vio que tenía un emblema en el centro.
— Es un puro — Dijo Harry viendo el collar.
— Supongo que sí, pero, ¿porque me mandaría algo?, ¿y porque un collar?, no conozco a esta persona — Harry tomo su varita, examino el articulo pero no tenía nada, ni encantamientos o maldiciones.
— Jamás aceptes nada de un puro, esos tipos no son de fiar — Seamus miro su amigo.
— ¿Que debería hacer con esto? — Seamus cerró la caja.
— Devolverlo — Dijo sin más, el chico se quedó pensando unos momentos, pero Harry se levantó.
— Se lo llevare al gobernador — El azabache le extendió las manos pidiéndole la caja.
— ¿He? — Dijo Seamus, Harry rodó los ojos.
— Se lo daré a Snape, él sabrá qué hacer con eso — Seamus hizo una mueca.
— Ya veré que hacer con él, no te preocupes, te aseguro que no lo usare — Harry suspiro, eso no le daba buena espina, pero asintió.
— Como quieras — Dijo con indiferencia — Iré a la biblioteca, te veo después — Harry salió del dormitorio dejando al chico con dudas.
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Mansión Ryddle...
El Lord se apareció en su despacho, de nuevo ese impuro se le había escapado, de verdad que era osado, si supiera que acaba de golpear al Lord, de seguro suplicaría perdón y misericordia de rodillas.
—...Tom, has regresado... — Nagini estaba enrollada en la pata de un mueble dentro del despacho del Lord.
— ... Solo olvide unas cosas... — Dijo el Lord, Nagini noto que su humano caminaba extraño, siseo sacando su lengua.
