NEEDS MUST

Capítulo 5: Closer

Tras el "estallido" que indicaba la marcha de Lucius, Harry se quedó mirando la chimenea, con los ojos puestos en el frasco de polvos Floo que estaba colocado en un soporte a un lado. Quería enviar un mensaje a Ron y Hermione, para hacerles saber que estaba a salvo. Harry pensó que si podía llegar a Grimmauld Place, podría enviar el Floo a la Madriguera desde allí. Así no delataría su ubicación. Harry palideció al pensar en la reacción de los miembros de la Orden si descubrían lo que había hecho.

Tomando la decisión de desobedecer a Lucius, Harry se metió en la rejilla y cogió un puñado de polvo Floo. Metiendo los codos en los costados, enunció claramente su destino, y luego echó el polvo en la chimenea

La voz de Lucius retumbó: -¿Qué te dije, Potter? Sal de la chimenea-.

Harry volvió a sentarse malhumorado. Así que Lucius había bloqueado el sistema Floo. Evidentemente, conocía a Harry mejor de lo que éste se había dado cuenta. Se permitió una sonrisa de pesar. Recogiendo el libro que había estado estudiando, Harry volvió a su investigación sobre los Horrocruxes. Simplemente tendría que salir y preguntarle a Lucius si podía ir.

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Era casi medianoche cuando Lucius regresó por fin. Harry había estado dormitando en el sofá cuando el suave "pop" lo despertó a plena conciencia. Lucius estaba de pie, balanceándose ligeramente, ante el fuego. Sin decir nada, cayó de rodillas. Harry estaba a su lado en un instante, con los brazos acunando el cuerpo de Lucius.

-Oh, dioses, Lucius. Lucius, háblame-. Un suave gemido llegó a sus oídos. -Lucius, ¿puedes oírme?-.

-Claro que puedo oírte-, dijo Lucius débilmente, -dudo que haya alguien en un kilómetro a la redonda que no lo haya hecho-.

Harry respiró aliviado. Lucius volvió a hablar: -Llama a Tildy-.

-¿Tildy? ¿Quién es Tildy?-.

Lucius se salvó de tener que responder a esta pregunta por la aparición de la elfa doméstica. Dio una palmadita en el brazo de Harry. -Tildy se encargará del Maestro. No se preocupe, señor. El amo estará bien-. Un "pop", y tanto ella como Lucius aparecieron. Harry se quedó mirando el lugar donde había estado Lucius, luego se puso de pie de un salto y subió las escaleras.

Tildy había trasladado a Lucius a su dormitorio. Harry se quedó un momento junto a la puerta y luego entró. La habitación de Lucius era más grande que la suya. Una gran cama con dosel, colgada con cortinas de terciopelo negro, dominaba el espacio. El mago mayor estaba tumbado sobre las sábanas y Tildy le estaba quitando la chaqueta. Harry se apresuró a ir al otro lado de la cama y empezó a ayudarle. Tildy le dirigió una breve mirada interrogativa y luego continuó con la tarea de desnudar a Lucius. Juntos le quitaron a Lucius la chaqueta, el chaleco y la camisa. Tildy fue a los pies de la cama y le quitó los zapatos y los calcetines a Lucius, y luego le quitó los pantalones, dejando a Lucius vestido sólo con un par de calzoncillos de seda negra.

Cuando la piel blanca del cuerpo de Lucius quedó al descubierto, Harry contempló con horror las heridas que se revelaban. Las que se había infligido esa noche eran moretones intensos o cortes en la carne. En otros lugares había viejas cicatrices, tenues líneas plateadas en la piel de porcelana.

Tildy había salido de la habitación, pero volvió con dos botes de pomada. Le entregó uno a Harry, indicándole que se aplicara la crema en los moretones. Harry se echó una porción en los dedos y empezó a aplicarla con cuidado en las marcas de la piel de Lucius. Lucius había caído en la inconsciencia durante el traslado al piso de arriba, pero ahora abrió los ojos. Se entrecerraron ligeramente al ver a Harry atendiéndolo, pero no habló.