Capítulo 13

73 7 7
                                    

Había llegado diez minutos antes de la hora acordada y ahora que Chittaphon llevaba quince minutos de retraso se sentía un poco ridículo y avergonzado. No estaba seguro de qué lo había llevado a apresurarse tanto aquella mañana, pero ahora sentía como si hubiese sido algo sumamente tonto, sobre todo si consideraba el hecho de que hacía más frío que en días anteriores. Afortunadamente no tuvo mucho tiempo para seguir sintiéndose de aquel modo, ya que al mirar en dirección a la que usualmente se dirigía su amigo para ir a casa, pudo ver a éste corriendo hacia él.

Pudo sentir una suave sonrisa tirar de las comisuras de sus labios con lentitud a medida que el otro se acercaba.

- ¡Lo siento! - le dijo jadeante en cuanto llegó frente a él - Te daría una buena excusa pero lo cierto es que me quedé dormido, no era mi intención.

El pelinegro lucía apenado, y su respiración irregular sumada a su expresión cansada, dejaba ver que se había apresurado por encontrarse con él, además lucía tan adorable envuelto en su gruesa chaqueta verde militar, que no pudo sentir ni el más mínimo deseo de recriminarle.

- Cínico y sincero, me agradas - dijo a modo de broma.

Chittaphon esbozó una sonrisa al escucharlo, y en ese momento todo a su alrededor pareció pausarse. Taeyong sintió como si el precioso rostro que tenía frente a sí, hubiera tomado su atención por los cabellos para obligarlo a mirarlo fijamente sin posibilidad de escapar.

Sus bellos ojos almendrados estaban vidriosos y brillantes a causa del frío, mientras que su sutilmente respingada nariz se encontraba ligeramente enrojecida...seguramente estaba fría al tacto, ¿era muy raro querer tocarla? Tal vez no, pero lo que definitivamente sí era raro, era la enorme fuerza de atracción que de un momento a otro ejercieron sus labios sobre los ojos de Taeyong, quien no pudo evitar notar lo brillantes que lucían, acaso como consecuencia de varias capas de bálsamo aplicadas con la intención de conservar una suavidad que el rubio no había sentido, pero que imaginaba más veces de las que estaba dispuesto a admitir.

Quería besarlo. Era un deseo que de pronto se tornó desesperado, y que puso en perspectiva los argumentos que se había estado dando a sí mismo para explicar lo atraído que se sentía por esos bien proporcionados labios.

No, no era sólo el hecho de que llevara tiempo sin besar a nadie, ni que sus ansias de contacto físico fueran tan grandes que el género de la persona a quien tocara resultara indiferente. De hecho era absurdo siquiera pensar en la palabra "indiferencia", porque las sensaciones que experimentaba tenían que ver con todo menos con ella.

Era evidente, lo había sido desde hace bastante tiempo, pero no fue sino hasta ese momento en que su amigo se mostraba tan tierno como tentador frente a sus ojos, que pudo darse cuenta.

Le gustaba Chittaphon. Le gustaba su rostro, quería besar sus labios, le gustaba imaginar su cuerpo basándose en las pocas observaciones que se había permitido hacer del mismo.

No era extraño, ¿cierto? El pelinegro era un hombre encantador y él no había podido evitar notarlo, era algo lógico incluso. Importaba poco que Chittaphon fuera un chico, negarse a las sensaciones que inspiraba en él era como evitar apreciar una hermosa pintura por algo tan vanal como el material con que estaba hecha.

Hacer esta analogía lo hizo sentir bien, pues contrario a lo que hubiera podido pensar, no estaba experimentando una crisis de identidad ni nada parecido por el simple hecho de que le gustara un chico, quizá porque no creía que fuera la gran cosa, después de todo no era como si estuviera enamorado de él o algo por el estilo, era simple atracción lo que sentía, y sólo por ese chico en particular, una excepción a la regla.

Last year (TaeTen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora