Capitulo 2.

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Vi alzar su mano sobre mí y notar como su palma golpeaba con fuerza mi mejilla
izquierda, en ese instante, lo único que podía hacer era cerrar con fuerza mis ojos
y dejar que aquella pesadilla pasara con rapidez. No era la primera vez, pero si la
ultima. Aquel día no pude contenerme. No paraba de gritarme y decirme lo mala
persona que era y lo mal que le hacía en su vida, pero en ningún momento me dejó ir. Dicen, que cuando quieres a una persona, la tienes que dejar ir, pero a pesar de lo confuso que sentía por mí, nunca me dejó ir.
Solo hacía más que sollozar. Mi respiración era cada vez más agitada. Mi cuerpo no reaccionaba a los golpes. Pensé, que me iría a matar. Nunca me imaginé que mi esposa llegara a ese extremo. "¡Roxana te vas a quedar mas muerta que las flores del cementerio!" fue lo último que logré escuchar con claridad antes de caer inconsciente en el piso. Me había golpeado con un bate de béisbol y yo, indefensa, no pude reaccionar debido al shock traumático, dejé sin querer que me diera con gran fuerza.
Al parecer, lo que parecía una preciosa historia de amor, se convirtió en el cuento de la bella y la bestia.
Supongo que horas más tarde, me encontraba en el hospital, me estremecía con fuerza debido al dolor de cabeza tan intenso que tenía y mis ojos se abrían y cerraban en segundos intentando despertar. Estaba entre la vida y la muerte. En cada pequeño logro de despertar, veía cortos segundos escenas donde en todas, ella estaba a mi lado fingiendo no saber nada. La rabia me consumía.

Un Amor Lésbico ComplicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora