...
Comencé a escuchar demasiado ruido, mi cabeza daba vueltas , luego el ruido se transformó en gritos graves, caí en cuenta de que estaba en una cárcel.
Precisamente en un cuarto, muy oscuro y amplio.
-Hey!, ayuda!.- me paré rápidamente.- esto es un error!.- grité lo más fuerte que pude.
No podía estar en la cárcel, yo no era como los hijos de puta que estaban aquí.
Le pegué a la puerta fuertemente, la cual solo tenía una ventana, mire atraves pero no había nadie.
-Mal nacidos! Yo no soy igual a éstos hijos de puta!.- grite con rabia.
Sentí movimiento en el cuarto oscuro, definitivamente no estaba sola.
-Esto un error!, yo no soy igual!.- dijo una voz grave y potente en un tono burlón.
Trague grueso, yo no le temo a nada, ni mucho menos a la muerte, pero escuchar esa voz, sin ver absolutamente nada, me ponía un tanto insegura.
-Todos estamos aquí por algo.- continúo.
-Muéstrate cobarde!.- dije sin titubear.
-Cobarde?, estas segura de que quieres comenzar así nuestra estadía aquí?.- dijo la voz imponente.
Hubo un incómodo silencio durante unos segundos.
Sentí movimiento.
-Escucha tu respiración.- dijo una voz susurrando en mi oído.- aquí la cobarde eres tu.
-No te me acerques o....- me interrumpió.
-O que? Me vas a rasguñar?.- soltó la voz con una leve risa.- créeme, no me molesta que me rasguñen.- dijo con una voz seductora.
-Que no hay luz en este puto lugar!.- grité.
-Si hay, tienes que encontrarla.- dijo la voz lejos de mi.
Quién sabe que mierda habrá hecho este ser, para estar aquí.
Caminé lentamente, arrastrándome contra la pared, en busca de un interruptor.
-Podrías por lo menos ayudarme a buscar el interruptor desgraciado.- dije con tono molesto.
-Quién dijo que había interruptor?.- dijo la voz con tono burlesco.
Enseguida vi la luz que emanaba la lámpara del cuarto, era una luz tenue, no potente pero mejor que nada.
-Ahí tienes tu luz, histérica.- dijo una voz detrás de mi, distante.
A continuación giré sobre mis tobillos y lo vi, vi al hombre de la potente voz, mucho más alto que yo, cuerpo tonificado, pelo negro con una barba bien arreglada y esos ojos que me miraban fijamente, ojos intensos color amarillo con leves tonos de café, intimidantes.
Recorrí todo su cuerpo con mis ojos, usaba pantalones y una polera negra que dejaba al descubierto sus músculos tatuados, eso lo hacía ver jodidamente sexy.
-Terminaste de acosarme?, histérica. -dijo arrogantemente, sentándose en el suelo.
-Deja de llamarme histerica,mal nacido!.- ya me estaba colmando la paciencia.
- Que habrá hecho una mujer como tú para estar aquí, encerrada en la cueva del lobo.- me miró de pies a cabeza.
-Nada comparado con lo que seguramente hiciste tú, mal nacido!.- dije con rabia.
Me senté en el suelo de mala gana, ya no tenía caso seguir protestando.
-Por si no te diste cuenta aquí solo somos tu y yo.- dijo con un tono serio.
- Es en serio?!.- dije sarcásticamente.
- Si, histérica, y sabes lo que significa eso?.- preguntó.
-Dime, mal nacido, qué significa?.- pregunté.
Se paró y se sentó a mi lado, sentí como mi estomago se apretaba.
-Observa el cuarto, mira las cerraduras, no hay ventanas, solo dos camas.- dijo mirando el cuarto.
-Muy observador mal nacido, y eso que?.- dije mirándolo de reojo.
-Nos tienen en uno de los cuartos más protegidos y vigilados de la cárcel.- explicó.
Y entonces entendí, somos los dos más peligrosos de la cárcel, los más buscados, los más temibles, por eso tenían dos camas, era como si tuvieran el cuarto preparado para nosotros dos.
Pero... yo no era como todos, yo mataba para hacer justicia, eso significa que estaba encerrada con un real asesino a sangre fría.
No podía estar encerrada con un asesino, violador, o lo que sea que fuera este hijo de puta, pero no me iba a intimidar, si me tenían aquí encerrada es porque me temen y soy peligrosa.
-No nos han presentado.- dijo el hombre estirando su mano hacia mi.- Logan Mason, el hombre más peligroso que verás en tu vida.- dijo con arrogancia.
-Koms Price, la mujer más peligrosa que verás en tu vida.- tome su fuerte mano.
-Hasta que te mate.- dijo apretando mi mano.
-No si yo te mato primero.- dije apretando más fuerte, sosteniendo su mirada.
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Mi Gusto Culposo
Teen Fiction[Escribiendo] Kya Price se volvió una mujer sin corazón, el día que le arrebataron lo que más quería en su vida. Desde ese entonces, hizo justicia con sus propias manos. Se mantenía en el anonimato. Temible, inigualable, peligrosa. Hasta que apareci...