Los únicos lugares donde encontraba la tranquilidad que esperaba era en mi habitación y en la biblioteca, lejos de ese bullicio ensordecedor y esas miradas tan insinuantes que me juzgaban con cada movimiento que realizaba.
—El príncipe Felipe y el príncipe Caiden son tan parecidos físicamente, pero uno es un completo incompetente mientras que el otro es la viva imagen de un excelente rey.
—No puedes comparar al hijo de una reina con el hijo de una simple concubina.
"Nunca me importaron las comparaciones"
—La princesa Sarah prefiere al príncipe Felipe, debe ser porque los 2 tienen sangre real pura.
"Nunca me importo recibir el afecto de alguien"
Viví refugiado en mi pequeño mundo escuchando lo extraordinario que era mi hermano, solo quería una vida tranquila, no necesitaba una familia, pero un día mi hermano vino a verme.
—¿Quieres jugar conmigo? —Felipe sonrió mientras sujetaba la mano de Caiden.
"Había cumplido 10 años"
Me deje arrastrar a sus juegos sin sentido como una marioneta maniobraba por su titiritero, carreras, pelea de espada, pelea cuerpo a cuerpo, tirar flechas con arco.
"En todos los juegos yo perdía"
—Caiden eres débil, pero no importa, yo te protegeré—dijo con gran entusiasmo—porque yo soy tu hermano mayor—se golpeó el pecho con el puño.
Al poco tiempo vino Sarah, corriendo alzando el dobladillo de su vestido para no caerse y con la respiración agitada, abrazo a Felipe con fuerza y me miro de reojo estudiando mi comportamiento, sus ojos afilados se clavaron en mí.
—Sarah, ¿No crees que también deberías abrazar a Caiden? —dijo Felipe desordenando delicadamente los cabellos rojos como el fuego de su hermana.
—No—dijo Sarah con gran énfasis—Tu eres mi único hermano Felipe—lo abrazo con mayor fuerza—Y él me odia—dijo señalándome con el dedo—Así que yo también lo odio.
Sarah me miro con el ceño fruncido y yo la mire sin interés, porque me importaría un abrazo de ella.
—Hermano vámonos—dijo Sarah tirando la mano del príncipe Felipe, se inclinó hacia atrás tratando de arrastrarlo—Madre nos está buscando, van a organizar una fiesta y necesitan que nos probemos nuestros trajes.
—Está bien vamos—dijo Felipe sujetando la mano de su pequeña hermana—Caiden nos vemos en la fiesta.
—No iré—Su fría voz resonó como un eco.
—¿Por qué? —dijo Felipe intrigado— Tú también eres parte de nuestra familia.
—Le dije a nuestro padre que no quería asistir.
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Reencarnando en una villana ©
FantasyLilian se encuentra atrapada en la novela de su escritor favorito: "La suerte de una princesa", en la novela ella es la villana, el hombre que ella amaba la rechazó, le arrebataron su posición de reina, la familia que debía protegerla la repudió y f...