16: Leves Sospechas.

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Al día siguiente el primer mensaje que recibí en la mañana por parte de NamJoon fue un >>Los aparatos de rastreo han llevado más tiempo de lo necesario, pero siento que ya estamos cerca. Aunque tomará un poquito más de lo previsto<<. Fue lo primero que vi apenas desperté, dejándome algo desprendido.
Vaya, bonita forma de comenzar la mañana no creen?.

Mientras me encontraba cepillandome los dientes y aseandome como de costumbre pude oír como a mi teléfono llegaba otro mensaje, creí que sería otro de NamJoon o Yugyeom esta vez, sin embargo lo que leí me dejó constipado.


Mensaje.

Buenos días señor Jeon JungKook, le hablamos del hospital dónde reside su padre, soy su enfermera a cargo. Quería comentarle que su padre de verdad se encuentra muy mal, y dice que le gustaría verlo.


Bufé por lo absurdo que sonó eso y dejé el teléfono a un lado, como si eso me importará... Ese viejo estúpido.
Termine por asearme como de costumbre y salí a la sala encontrándome con una radiante y juguetona Susy como siempre, con los ánimos siempre al borde y activos y su típico "¡Buenos días, amor!".

¿Que podría decir? Desayunamos tranquilamente y conversamos un poco, bueno ella muy animada al respecto en una charla trivial. Después de comer no hicimos mucho, se notaba que hoy sería un día un tanto aburrido y a decir verdad lo aprecio un poco, tantas emociones juntas en un futuro me provocaría una ulsera en el rabo.

Después de comer reposamos y justo en este momento me encontraba sentado en el sofá mientras que Susy se movía de un lado a otro como era frecuente, me preguntaba si eso lo hacían siempre las parejas casadas...

No se cuanto había pasado, solo se que al cabo de unas cuantas horas llegó la claridad de la tarde, y estaba tan metido en mis pensamientos que de repente Susy me sacó de ellos diciendo un:

—Voy al baño, ya vuelvo —dijo caminando hacía el pasillo, encerrandose en la habitación.

Me quedé unos segundos viendo a la nada y pensando en la inmortalidad del cangrejo hasta que rápidamente recapitule, ¡era mi oportunidad de buscar!. ¡Pero que idiota!.

Me levante rápido pero sigilosamente y procedí a buscar por cada rincón, pero justo como si la vida me odiara y me bailará en tanga otra vez de la nada  sonó el timbre. ¡¡LA PUTA MADRE!!.

¡¡Esto tenía que ser una puta broma!!!.

Casi que manotee al aire mientras que maldecía, juro que si es la pelirroja de ayer le iba a cerrar la puerta en la cara por loca y rara, sobretodo rara. A zancadas me dirigí a la puerta y en cuanto abrí de golpe me encontré con nada más y nada menos que el anciano decrépito.

—¿¡Qué?!

—Oh, ¡Hola señor JungKook!. ¿Como está? Solo pasaba por aquí para cobrarles la renta-

Y dale con la burra al trigo.

—Y aparte de eso quería comentarles que hice un té de Jamaica que quedó buenísimo! ¿Más tarde les gustaría probar?.

—N-

—¡Aparte también hornee galletas con la receta que me dió la bella Susy! anda, anímese señor JungKook, una vez leí que el té de Jamaica alivia el estrés.

—¿Estrés?. —pregunte con verdadera confusión, olvidando mi molestia por un segundo.

—Sí señor JungKook, lo he notado un poco estresado desde hace unos días después de su viaje a Japón, no le vendría mal relajarse un poco.

Por primera vez me quedé sin saber que decir, simplemente mirando al anciano sin saber muy bien qué formular, así que si este señor se había dado cuenta eso... Eso no era del todo bueno.
Si alguno de los vecinos llegara a sospechar más de lo normal podrían comentárselo a Susy, y entonces esta me tendría más en la mira...
Me tomé unos buenos segundos para responder hasta que sin saber muy bien qué decir simplemente asentí con la cabeza.

Mi Hermano Mellizo °Jeongguk° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora