12.

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Toqué el timbre. Estaba nerviosa, era una casa tan hermosa, no me cansaba de pensarlo.

No abrían la puerta. Era una casa tan grande y elegante.
Hasta que lo vi. Abrió la puerta en un pijama de a cuadros hacia abajo, azul con blanco, una polera blanca y un cabello desordenado que estaba oculto bajo un gorro de lana.

—Pasa — susurró.

—¿Estás bien? — dije entrando tras él — Puedo venir otro día — añadí.

—Hay que mandar un avance hoy — dijo llevandome al living donde tenía su laptop abierta junto a un montón de apuntes.

—Pero podemos enviar lo que llevamos y ...

—Es muy poco, los demás tienen mucho más — dijo sin mirarme.

Comenzamos con el trabajo, cada uno en su computadora, de vez en cuando lo miraba, sus mejillas estaban rojas, al igual que su nariz, la cual hacia sonar de vez en cuando producto de la mucosidad que tenía.

—¿Y que tal si colocamos la encuesta del año 2018? Es la más actualizada o tienes ....

—Jungkook — lo interrumpí — Estás sudando...

Me levanté de la alfombra en la que ambos estabamos sentados separados por una mesa pequeña de centro en la que teníamos todo y le tomé la frente, gesto que a él lo tomó por sorpresa.

—Estás ardiendo...

—No es nada — dijo tomando de su agua embotellada. Había traído una para cada uno.

—No digas 'no es nada' ¿Hay alguien en casa? — miré para todos lados.

—Hoy no — dijo cerrando su botella de agua — justo hoy todos tenían muchas cosas que hacer.

—Recuestate en el sofá Jungkook — ordené.

—Debemos terminar el trabajo — me ignoró mirando su laptop.

—¡Recuestate o llamo a un taxi para que te lleve al hospital! — me miró fijo a los ojos. Y así lo hizo. De mala gana, pero lo hizo.

—¿Hay un baño? ¿Un botiquín?

—Al final del pasillo a la derecha, puerta blanca, el botiquín está en el mueble de abajo.

—Okey — dije e hice todo lo que estaba a mi alcance para bajarle esa fiebre.

Toallas húmedas en su frente, pastillas para la fiebre. Y sopa. Todo mientras dormía en el sofá. Termómetro a mano, etc.

...

—¡Señorita! ¡Señorita! — sentí que alguien tocaba mi hombro con suavidad.

—¿Si? — dije mirando a una señora de edad, cabello blanco y rostro amable, quien me despertaba, me erguí de inmediato, me había quedado dormida a la cabeza de Jungkook, quién dormía plácidamente en el sofá, yo estaba en el suelo y con un dolor de espalda que no podía...
—Disculpe ¿Qué hora es? — dije poniéndome en pie.

—Las ocho — dijo la señora y claro, estaba oscuro.

—¡Debo irme! — tomé mis cosas lo más rápido posible. — Cuide a Jungkook por favor, solo hace una hora le bajó la fiebre.

Ella sonrió amable viéndolo, a lo que asintió cubriendo los pies de Jungkook con una manta de polar.

—Lo haré, y gracias señorita, no sabía que el joven Kooki tenía amigas tan lindas, de hecho, es la primera chica que trae a casa y ya sé porqué lo hizo.  — Solo se me ocurrió sonreír y hacer una reverencia.

—Digale que haré el resto — apunté las tareas.

—Le llamaré un taxi señorita — dijo la señora.

—No gracias — dije — aún tengo autobús.

Salí de la casa y claro, estaba muy oscuro, el clima era frío y húmedo, había un viento que podía sentir como partía mi cara.

Caminé unas diez cuadras ¡se me olvidaba lo lejos que estaba del transporte este lugar!

Teclié a mis padres para que se quedaran tranquilos. Pero ya no me quedaba dinero para el taxi, así que debía apurarme si quería alcanzar el bus.

—¡HEY! — miré a quien me hablaba desde un auto blanco con vidrios polarizados — ¡SUBE!
Lo cual ignoré, que tal si era un perv...
Lo miré.

Park Jimin ¡oh por Dios! ¿por qué las cosas debían ser así?
Mi corazón pegó una sacudida que pensé que me paralizaría ahí mismo.

—¡SUBE! HACE DEMASIADO FRÍO Y ES PELIGROSO QUE UNA CHICA ANDE SOLA A ESTA HORA.

—Estoy a una cuadra de la parada del autobús yo...

—¡SUBE O JUNGKOOK NO ME LO PERDONARÁ!

Subí al auto como me lo ordenó, dentro de él olía a Park Jimin, definitivamente.

—¡Qué coincidencia! Gracias — dije tratando de romper el hielo (el ambiente tenso que hacia entre ambos).

¡Esto no lo creería Nana! - pensé.

—No es coincidencia — dijo concentrado en el volante — Vivo cerca de Jungkook, y como está enfermo, lo había ido a ver y me ordenó que te buscara por este camino.

—¡Oh! Gracias — susurré. — Entonces despertó... — dije casi para mí.

—¿Estaba muy enfermo? — dijo sin mirarme.

—¡Tenía mucha fiebre!

—Ayer se vino a casa, y sin paraguas, no sé porqué no tomó un taxi, a veces hace cosas muy extrañas... — pausó. Y esto era lo más que había hablado con una estrella, jamás. Bueno, sin contar Jungkook. Pero era de las cosas del trabajo y tareas...

—¿Y su auto? — pregunté.

—Está en el taller de hace tres días — dijo.

—Oh...

—Tu eres Lim Sora ¿Verdad?

—Si — respondí nerviosa. Y ¡Wow! Estos chicos tenían la capacidad de poner nerviosa a cualquiera.

—Eres linda. — dijo así sin más. Cosa que me paralizó de pies a cabezas ¡No puedes desmayarte aquí Sora! - me dije. — Ahora entiendo porqué le gustas a Jungkook — y ahora si estaba segura, mi corazón se detuvo.

—¿Qué ee é? — dije y algo no articulé bien.

—Creemos que le gustas a Jungkook. — dijo como si estuviéramos hablando del clima.

—No lo creo — dije y sentí que mi garganta se había secado — Solo es amable, además debe tener novia — dije lo que todos creíamos o era obvio.

—¿Novia? — se rió. Y ésta vez, si me miró de forma fugaz. — ¿Qué camino tomo? — hizo un paréntesis en la conversación para preguntar por que calle debíamos irnos para llegar a mi casa, lo cual indiqué con mi dedo la de la deracha. — Jungkook nunca ha tenido novia — sonrió — de hecho, aún no da su primer beso — sonrió de lado.

—Es mu... Mucha información ¿No lo crees? — Jimin sonrió de lado y mordió su labio inferior, con una cara como que lo había dicho adrede.

—Y ¿Eres cercana a Namjoon? — otro vuelco más en mi corazón. Necesitaba una aspirina o ésta entrevista terminaría conmigo.

—¿No? — dije nerviosa y ésta vez, Jimin no me miró y sentí que calló algo que quería decir. Pero no dijo nada más. Solo nos fuimos en silencio hasta mi casa.
Y hablaba cuando le indicaba el camino.

—Muchas gracias Park Jimin — dije haciendo una reverencia.

—No es nada. ¡Cuidate! — hizo un gesto con su mano estilo militar y se marchó.

—¡Esto no lo creerá Nana! — me dije y entré a casa.

....

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Escrita con amor. Nos leemos mañana lunes.
💓 Abrazos.
¡Esto se pone bueno!

ESTRELLA - JEON JUNGKOOK - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora