34.

642 37 0
                                    

Lunes .

—¡Heeey! — como está la debilidad de Jeon Jungkook — tomó mi cintura para girarme hacia él.
Reí.

—¿Por qué dices eso? — golpeé su pecho — la gente nos mira.

—Pues, deberían estar acostumbrados. Llevamos tres meses saliendo — me apretó más a él para besarme corto en los labios.

—¡Jungkook-ah! ¿vienes? — gritó Nam — ¡Hola Sora! — me saludó. Nam estas últimas semanas había cambiado para bien conmigo, no me ignoraba, Jungkook tampoco se sentía incómodo con él, la prima de Jimin ya no molestaba a mi chico al parecer, y las estrellas me saludaban como una de ellos.

—Ya voy Hyung — sonrió mi novio.
—Te veo al primer recreo en el pasillo de ciencias arriba — susurró al besar mi mejilla para luego marcharse con las estrellas.

Las miradas ya no eran tan insistente sobre mí y eso me daba tranquilidad.
Y es que salir con uno de los chicos más populares del campus no era fácil. Pero ellos eran tan común como todos nosotros. Y eso lo comprendí saliendo con mi Jungkook, ríen, lloran, tienen inseguridades, les da verguenza las mismas cosas que a mí, etc...

—¡Yoongi ya me tiene harta! — llegaba mi amiga a mi lado. Sacándome de mis pensamientos.

—¿Qué pasó ahora? — sonreí.

—Yoongi...

—¡Holaaa! — pasaba por al lado Jimin, rumbo donde se dirigieron las estrellas antes. Miró a Nana para sonreír de forma ladina guiñando un ojo.

Mi amiga se quedó pasmada mirando la espalda de Jimin para luego girarse hacia mí.

—¡Yoongi me besó! — abrió los ojos para mí en un grito ahogado, que casi más era susurro.

—¿Qué? — dije media riendo.

—Me besó, porque creía que yo estaba dormida en la enfermería y...

—¡Nana! — le ordené que se callara.

—¡Queeeee! — se tomó la frente con desespero.

—Estás hablando de Yoongi cuando el mismísimo Park Jimin acaba de guiñarte el ojo.
—sonreí.

—¿Qué? — dijo confundida.

—Te gusta Min Yoongi — me reí apretando mis labios.

Y es que eran la pareja ideal. Se llevaban como el perro y el gato, pero de puro no aceptar lo que sentían. Y Jimin, bueno, ese pájaro no sé, ni Jungkook sabe bien qué pretende. Es un coqueto de pies a cabeza. Es como si viniera en su ADN.

—¡Necesito hablar con él! — Nana me dejó allí para ir tras Yoongi. Y espero, al volver sean una pareja.

La clase avanzó, con el tema la política de publicidad y público. Yoongi y mi amiga se sentaron juntos, por debajo de la mesa se tomaban de las manos y se sonreían. Ya eran novios.
Pues finjense que el blanco que odia las muestras de afectos y el contacto físico, cerraba sus ojos al contacto de Nana en su cabello mientras el descansaba su cabeza en la mesa del aula.

El timbre sonó y Nana ya sabía que iría donde Jungkook me había citado.

—¡Heeeey! — llegó besando mi mejilla para sentarse junto a mí.
Me observó un momento para luego sonreír como pensando algo mordiendo su labio donde tenía el piercing.

—¿Qué piensas loco?!! — golpeé su hombro.

—Te tengo un regalo — dijo girándose aceleradamente como solía ser.
Es que hacía las cosas tan apresurado de repente, que hasta se volvía torpe de vez en cuando.

Sacó algo de su mochila y se giró sonriendo mirando mis ojos, pasaba de uno a otro con entusiasmo.

—¡Ya dime ¿Qué es?! — dije dando golpecitos a sus manos que estaban hecha un puño.

—Cierra los ojos — ordenó.

Le hice caso.

—¡No los abras por nada del mundo!

—¡Okeeeey! — respondí entre risas.

Sentí sus labios recorriendo con besos suaves y cortos mi mejilla, mi nariz, mi frente, hasta atrapar mi labio superior.
Le seguí el beso, no era un beso apasionado, sino más bien como un beso de necesitarlo en el momento preciso.

—¿Era eso? — dije riendo sin abrir los ojos al sentir que ya se separaba de mí.

—¡Abrelos! — indicó.

Mis ojos se dirigieron a sus manos que ahora estaban abiertas, para mostrarme dos anillos.

ESTRELLA - JEON JUNGKOOK - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora