Todas las noches, James hacia algo de lo que no quería nadie supiera. Era su más grande secreto. Eso hasta que un hombre negro lo descubrió.
Advertencia: Contenido sexual +18, lenguaje vulgar, capítulos cortos.
Bucky termino su rutina, bebió de su botella y tomó su sudadera para salir del gimnasio.
En la entrada, se encontró con su amigo, compañero, su entrenador o como quieran llamarle. --Nos vemos mañana, T'
--Adios, James. Descansa.-T'Challa le dedica una sonrisa y lo ve irse.
Bucky se pone los audífonos y trota de regreso a casa, es tan solo a tres cuadras y llegara pronto.
Mientras trotaba, los seguros de sus muslos se soltaron, sentía las medias deslizare por sus piernas bajo su pants deportivo pero no podía hacer nada en medio de tanta gente.
Al llegar a casa, cerró con llave, cerró las cortinas y bajo la potencia de la luz. Llego a su habitación, sacándose los zapatos y camisa, frente al espejo.
Bajo su pants revelando su conjunto favorito, negro de encaje semi trasparente.
Subiendo su pie al pequeño banquito frente al espejo, subió las medias y las aseguró con los ganchitos. Miro su cuerpo desnudo, sus piernas resaltaban muy bien en liguero. Se dio vuelta de costado mirando su propio trasero levantado gracias al constante ejercicio. Aparte de que se veía muy redondo debido a la ropa interior "cachetero".
Bucky era un hombre con gustos... raros.
Hace un par de años descubrió que le fascinaba y excitaba de sobremanera verse usando lencería.
Siendo bisexual, le era difícil confesar su fetiche a las chicas que le gustaban, debido a que temia que huyeran asqueada.
Con los hombres era algo bastante diferente, había chicos que de igual manera les gustaba su fetiche. Tan solo había salido con dos chicos anteriormente y ambos quedaron fascinados cuando les confesó.
Pero a él le gustaría estar con otro.
Todas las noches, vistiendo su conjunto ya sea negro, rojo o azul, o cualquier color, se recostaba en su cama, esperando a que un hombre entrara de improviso a su habitación. Un hombre negro, ese hombre es T'Challa.
Pero sabia que eso nunca sucedería. Había visto a su amigo/entrenador salir solo con mujeres, aparte él solo lo trataba como amigo incluso cuando se ejercitaban juntos en el gimnasio.
Pero nada le costaba soñar.
Bucky se sentia muy sexy usando esos conjuntos, le gustaba posar en la cama, hacia diferentes posiciones imaginando que T'Challa estaba detrás suyo mirándole con lascivia. Que le rompía su ropa interior y lo cogia de forma ruda, dándole nalgadas y ahorcandolo.
T'Challa era alto y fuerte. Más que él, eso siempre le había encantado. Era tan atractivo con la sonrisa del lado que daba, sus grandes ojos marrones y cabello rizado negro. Su gruesa voz y risa encantadora que le hacia derretirse. Su acento de Wakanda, y cuando se ponía a hablar en Xhosa... Dios mío. Hacia humedecer sus muslos.
Pero eso solo era algo lejano.
O eso pensaba.
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