Bucky entro a la tina, el agua caliente con olor a miel le hizo cerrar los ojos aspirando el rico aroma.
Se sumergió apoyando su cabeza en el borde y mirando al techo.
--¿Porque T'Challa se veía tan nervioso? Estoy seguro de que mire un sonrojo.-Murmura soltando una risa. --Hubiera deseado dejarlo entrar... Ver su reacción ante mi fetiche... Pero soy un cobarde que teme. ¿Que tal si se espanta y deja de hablarme?
Eso era lo último que queria James.
--¿Pero... que tal si no? ¿Y si en realidad le gustara lo que ve?.-Murmuro bajando su mano por su abdomen. --¿Se sentiria fascinado por como se ven mis piernas con medias de red, con liguero y con mi bata de seda? Se volvería salvaje de tal modo que me arrancaría todo para ponerme en cuatro.
Mientras susurraba esas palabras soltadas con lascivia, en su cabeza no dejaban de proyectarse imágenes sobre ello. Relato cada uno de los movimientos de T'Challa y eso le provoco sentir un dolor punzante en su entrepierna debido a la fuerte erección.
Tenia tantos deseos de que T'Challa lo cogiera, lo pusiera contra la pared, le dijera cosas sucias el oído mientras lo penetraba con fiereza cual pantera. Besar su boca para mezclar su lengua, enseñarle sus fabulosos besos franceses mientras lo escucha gemir diciendo su nombre.
"James..."
Que T'Challa abrazara su cintura con sus fuertes brazos, recibiendo sus numerosos brincos sobre su pene.
--T'...-Gimio mordiendo su labio. El agua de la bañera se balanceaba por el movimiento de su mano. Sus gemidos hacían eco en la habitación y finalmente se corrió en un orgasmo.
Jadeo recuperando su respiración.
Salio de la tina, se seco con una toalla y dejo ir el agua.
No vería a T'Challa hasta pasado mañana y eso le desanimaba un poco. Extrañaría a su novio imaginario.
Había veces en que se molestaba por que en el gimnasio, T'Challa estaba acostumbrado a ser contratado como entrenador personal sobre todo por mujeres. No sabia si eran sus celos tóxicos o que pero sentia que todas ellas coquetean con él. James solo quería llegar y abrazar a T'Challa marcando territorio.
Que él le diera un beso para tranquilizarlo y decirle que era solo suyo.
Que sueños.
¿T'Challa algún día lo querrá?
*
--Hola, Buck.-Steve sonrió emocionado de verlo. James sonrió de igual manera y le dio un fuerte abrazo.
--Steve, que gusto verte. ¿Porque no me avisaste que vendrías?
--Quise sorprenderte.
Su mejor amigo había llegado de improviso a su departamento, por la mañana. Hacia meses que no lo veía desde que se mudó a la ciudad desde Brooklyn.
--¿Que tal? ¿Como estas?
--Muy bien, Buck. ¿Y tú cómo vas?.-Sonrio. Ambos entran al departamento.
--Todo normal. ¿Quieres un café?
Steve asiente y van a la cocina. --Veo que has cambiado la decoración. Hacia tiempo que no venia.
--Ya te extrañaba mucho, amigo.-Bucky sirvió sus tazas de café. --Estoy comiendo un sándwich, quieres?
--Si, pero siéntate, yo lo hago.-Se acerca a cocinar. Bucky se sienta a beber su café. --¿En que estas trabajando?
--En un restaurante. Soy mesero.
--Yo sigo trabajando para el señor Stark.
--¿En serio? ¿Cuanto tienes ahí, 10 años?
--Si. Creo que de verdad me gusto.-Dice riendo. --Oye, que harás hoy?
--Solo iré a trabajar.
--¿Y si salimos en la noche? A tomar algo.
--Si, me encantaría.-Sonrio. --¿Que tal unas alitas de pollo del señor Kennedy?
--Por supuesto.-Steve termino de hacer su sándwich y se sentó a su lado.
Hablaron durante unas horas en lo que Bucky debía asistir al trabajo, saldría a las 6 de la tarde así que tendrían tiempo para salir.
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El secreto de Bucky.
FanfictionTodas las noches, James hacia algo de lo que no quería nadie supiera. Era su más grande secreto. Eso hasta que un hombre negro lo descubrió. Advertencia: Contenido sexual +18, lenguaje vulgar, capítulos cortos.