Cicatriz de la vida

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Alba  intentaba desayunar en silencio, sin embargo, una curiosa Natalia , al simplemente probar las tortitas, rodó los ojos y soltó un ruidito similar a un gemido del placer que le daba aquel dulce...y eso a Alba le erizó la piel.

- Joder...esto está buenísimo....¿has pensado en dedicarte a la repostería?

- Si...de hecho...es mi trabajo.... soy la dueña de una pastelería....la pastelería...Douce blague

- ¿Dulce broma? me suena de algo, creo que mi amiga Luz suele comprar muchos dulces allí, pero ella lo llama de otra forma, ella dice algo de travesura...

- Es que inicialmente iba a cambiarle el nombre por dulce travesura, dándole un pequeño guillo a Harry Potter, pero, al ser un negocio familiar, me daba lástima cambiarle el nombre...sin embargo , los clientes más habituales utilizan ese nombre que se quedó oculto en las sombras...

Alba sigió hablando un poco más sobre su trabajo mientras Natalia se dedicaba a observarla con una tímida sonrisa. La dulzura que desprendía aquella mujer y como hablaba con tanta pasión de su trabajo le hizo pensar en buscar su verdadera profesión, puesto que la actual, aunque le gustase, no la completaba. La voz de aquella chica la sacó de sus pensamientos, y la miró con timidez.

- Perdón Alba...no...no escuché lo último-escuchó una timida risa ronca de Alba y sintió la sensación de habersela querido tatuar anteriormente, como justo sintió en ese mismo instante

- Te preguntaba...que en que trabajas..si no te importa decirlo

-Claro que no me importa...soy florista

- ¿Flo...florista...tú?

- Si, bueno..creo que siempre fui florista....verás, te cuento, tengo amnesia y lo único que encontré en mi pantalón al despertar era una frase en un papelito de... "todas las flores son tuyas, mujer"  así que supuse que trabajaba en una floristería... además esto se me da tan bien como a tí crear estas maravillas

Alba la miró extrañada, arqueando una ceja disimuladamente ,esa pequeña frase en un papel, una frase que Natalia escribió para ella en su primer aniversario, una frase que Natalia siempre llevaba consigo, para recordarle a Alba, que siempre que le diese un detalle o una flor, era porque Natalia creía que ella se merecía un universo entero, pero al no pode dárselo ella se conformaba con pequeños gestos que a Alba le parecían un mundo y a Natalia parecía que nunca le costaban la vida, pues para ella, la felicidad de su rubia era su todo y sabía que si al verla, ya iba a sonreír, con una flor, su hermosa luz vería sin fin. De repente, otro recuerdo regresó a la mente de Alba por una frase en específico...

Inicio flashback 

14 de Diciembre de 2013, una joven e inexperta Alba llega al gran teatro de Madrid  con su cátering de dulces. Allí, rodeada de artistas que se dedicaban a los musicales, la rubia se sentía pequeña, con timided, Alba dejó las diferentes bandejas en una mesa  y a los pocos segundos , una chica de gran estatura se acercó hasta allí, pilló un mini croissant y lo desgustó ante los ojos de Alba, la cual notaba el temor en su piel por si sus dulces no tenían el impacto positivo que solían tener con los clientes.

- Esto está riquisimo...- giró su cabeza hacia Alba y sonrió- ¿los hiciste tú?

- S..si yo los hice señorita- la risita de aquella morena hizo que Alba apartase la vista del suelo y la mirase a los ojos- ¿les gustaron?

- Llámame Natalia y sí, están deliciosos, se te da muy bien ,rubita

- No creas Natalia... y llámame Alba... - la curiosa mirada de Natalia ante su respuesta le hizo suspirar- no creo que se me de bien, pero es cosa de familia, y es lo que toca

Recuerdos de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora