Recuerdos de cristal

Otro recuerdo de dolor

Ya  habían pasado 2 meses desde que las dos durmieron en el mismo colchón, dos meses que pasaron sin verse, y es que esa mañana al despertar, ambas discutieron por un fantasma del pasado para ambas, pero del cuál Natalia no era consciente... La discusión tuvo lugar tras el desayuno, por culpa de un comentario mal interpretado...

- Eres mala tía, ¿de qué vas? - Natalia empezó a gritarle a Alba, la vena de su cuello empezaba a hincharse, señal de que podría armarse una buena pelea- no conoces de nada mi ex novia, es un amor, la mejor persona que he conocido, no una... Una puta pesada controladora

-Es que esa tía no es tu ex, joder, y el comentario de pesada controladora lo digo con razón, no te deja nunca...

- TÚ NO SABES CÓMO ES MI EX O NO, NO NOS CONOCEMOS DE MÁS DE UN PAR DE POLVOS Y ¿SABES QUÉ? NORMAL QUE NO ME DEJE ALBA, PORQUE EN VERDAD ME LA SIGO TIRANDO Y HABÍA QUEDADO CON ELLA HACE UNA HORA.

El corazón de Alba empezó a romperse en tantos fragmentos que la ciencia descubrió, por esto, un número superior al infinito. Los ojos de la rubia empezaron a aguarse y uno de sus mayores temores volvió del pasado a su presente: Que esa zorra llamada Lidia consiguiese arrastrar a Nat a su terreno.

- ¿Y si sigues quedando con ella qué cojones haces aquí ilusionandome Natalia? - la voz de Alba se rompía con cada palabra, y Natalia no entendía el motivo, para ella era normal esto

- Ella dijo que mi anterior ex hacía esto constantemente y que yo por venganza, también lo hice... Y sinceramente te digo... No recuerdo nada, pero si es cierto lo que dice... Que seguro que sí, porque ella no me ha mentido jamás, me alegro de no recordar a aquella puta gilipollas.

A Alba prácticamente le faltaba el aliento, esa mujer había conseguido que su mundo se volviese abajo después de tanto tiempo... Quiso gritar, llorar de rabia, quiso poner punto y final a su dolor, pero con entereza, se dirigió a la puerta, la abrió y con una mirada que heló a Natalia, la invitó a desaparecer de su vida... Para siempre.

Aún tenía el corazón algo roto, pero Alba quitó todo lo que le recordaba a Natalia de su vista, ya lo mantuvo durante años con la esperanza de que, la vida, las volviese a juntar, pero después de lo que vivió, le quedó cero esperanza... Ya no tenía ganas ni de abrir su local, lo que quería era que lo ocurrido, fuese una cruel pesadilla y que al despertar, encontrase a la morena a su lado, abrazando la con ternura... Las lágrimas volvieron a sus ojos melosos dificultando la visión del único recuerdo del que fue incapaz de deshacerse... El cuadro que adornaba su pequeña y humilde panadería. La puerta sonó, impidiendo así que se regodease en su tristeza, así que, se dirigió a ésta, sin apenas energía, para abrir sin mirar quien había llamado

- Alba... - la voz de Carlos resonó por el pasillo de entrada, pero la rubia ni se incorporó para recibir a su amigo- vamos... Joder tía, tienes que salir de aquí... Vamos... Aunque sea a por unas pizzas..

-Carlos, no me apetece lo más mínimo salir de mi puta casa, porque conociendo mi mala suerte, me las voy a cruzar de la calle... Me... Me las veré tomadas de la mano y.. Y...

Las manos de Alba fueron directamente a su cabeza, como intentando reprimir un pensamiento que le reconcomia interiormente

-Al final la que va a ser de cristal eres tú, y no sus recuerdos...

Carlos, sin esperarselo el pobrecito, se llevó la sorpresa de encontrase a su amiga, ahora peligrosa, frente a él y con la mano abierta al otro lado de su cara... Sus ojos, los de ella, se llenaron de lágrimas de rabia.

- Carlos.... Lárgate de mi casa, y si me haces el favor... Dile a todos que no vengan a molestarme

Él intento decir algo, pero se acabó rindiendo, pues ya sabía como de cabezota era aquella muchacha cuando se encontraba así de rota... Se fue, si decir nada y Alba soltó un grito ahogado de impotencia, pues odiaba tratar con tanta frialdad a la gente que realmente la quería... Decidió dormir, pilló su botella de vino, la compañera que siempre le iba a ser leal en sus penas y se tumbó en su cama, la cuál, a pesar de haberla mudado como 6 veces, seguía oliendo a Natalia. La pequeña bebió, bebió hasta que el sol se despidió del cielo y dejó que la luna saludarse a su antojo, a las estrellas, al pasto y a los enamorados... Bebió, hasta que perdió la noción del tiempo y las sábanas empezaban a quemar como el fuego de su propio infierno... Decidió parar, intentar dormir un rato, pero no podía... La oscuridad que tenía su alma y aquella habitación, la estaba consumiendo... Cerró los ojos, intentando que nada rondas cerca de su mente y lo consiguió, pues se quedó dormida durante un buen rato... Y hubiese dormido toda la noche, si no hubiese sido por aquella tormenta eléctrica que rugía en el cielo... De la nada... Otro recuerdo...

Inicio Flashback

Era el primer año de noviazgo de ambas, Alba estaba en casa de Natalia, juntas el el sofá después de una gran cena romántica preparada por Uber eats, ya que, ese día no tenían muchas ganas de cocinar... Estaban entre arrumacos, besos robados y risas prácticamente ocultas para el resto del mundo... Estaban amandose, pero sin gritárselo al universo... Cuando de la nada, la luz se fue

-Mierda Albi... Se fue la luz... - el temblor de Natalia ya se estaba haciendo notar- enciende la linterna

- Cariño... Calma, que es un apagón pequeñi... - unos cuantos y grandes  truenos alumbróñaron el cielo, estremecido la tierra con su rugido, y una ahora, enanísima Natalia, escondida en los brazos de su chica, intentando tapar sus oídos..

En ese instante, Alba captó al vuelo el pánico de Natalia a las tormentas eléctricas, pilló los cascos que tenía en su sudadera, los conectó al móvil y puso unos audios de covers a su novia, intentando de esta forma, que lo que oyese, fuera su rasgada voz al cantar, y no aquella sinfonía de la naturaleza, que a su morena, le hacía tanto mal...

Fin del flashback

En ese instante, a pesar de tener encima la mayor borrachera de su vida, se levantó de un salto de la cama, agarró su móvil y unos cascos de ordenador, para que le resultase más fácil colocarle los cascos a su morena y sin importar ir descalza y en pijama, salió corriendo a donde ella recordaba que era el hogar de Natalia, con la esperanza de que no hubiese cambiado de domicilio... Y esta vez, la suerte le dio una de cal y una de arena, pues si que era la casa de Natalia, pero antes de que ella abriese, empezó, no sólo la tormenta eléctrica, sino que también llovía con fuerza.

Alba empapada, temblorosa por el frío y la humedad que acompañaban a aquel temporal y aquella noche, no dejaba de aporrear la puerta, con tanta fuerza e insistencia, que sentía como ella misma se iba desvaneciendo por todo el esfuerzo que estaba implicando en no volver a quedarse dormida...

-NATALIA.... por favor... - su voz estaba a punto de romperse, pero, como si de un milagro se tratase, la morena abrió la puerta con esa carita de asustada que Alba recordaba a la perfección

-Al.. Alba... - la miró, la pequeña estaba temblando, descalza, en pijama y empapada... Vino corriendo, no sabía para qué, pero sintió su corazón bombardear con más fuerza en ese momento... - Que... Que haces...

Otro trueno alumbrando y resonando la calle, y Natalia, como una niña, asustada, intentando esconderse del ruido. Alba le agarró de la mano con suavidad, le puso los cascos y con su móvil, le puso un audio que ella grabó, antes de salir de casa.

" Esto, amor, te ayudará a descansar y no tener miedo, sé que te da pavor, pero aquí estaré para apartar tus miedos"

Natalia la miró, sin saber como cojones sabía de aquel miedo tan estúpido... La miró como si fuese un ángel, la miró... Rompiendo ese cristal de recuerdo, que tuvo también su rubia... Habían estado juntas antes... No supo cuánto tiempo, pero no le importó, tiro de la camiseta empapada de la rubia, para meterla en su casa mientras la besó de improvisto... Para Alba, ese beso fue una cura para su alma, mientras que, para Natalia, ese beso fue el primer rayo de luz, para que sus recuerdos volviesen como si nada