Capítulo 36

337 21 5
                                    

Estoy nuevamente en esta plaza y la sensación que me recorre el cuerpo no esta nada buena. Me encuentro enojado con ella y no quiero verla sinceramente preferiría despertarme pero no se como hacerlo.

Mi cuerpo estaba en alerta, aunque no quisiera verla sabia que este se había convertido en nuestro lugar. Era complicado para mi tenerle que hacer frente a un tema que realmente no era mío, del que salí lastimado por consecuencia a malas desiciones de los que debían cuidarme.

En mi ser era consciente que estaba sacrificando también a Pedro cuando en parte también era víctima y quizás el que mas había sufrido con el hecho en si; pero como perdonar a mi viejo después de ocultarme algo se suma importancia, algo que era crucial para mi.

Esperaba que apareciera en cualquier momento, aunque no tuviera ganas de verla me encontraba ansioso, tenia tantas cosas que decirle.

- Hola hijo. - la escuchaba apagada no estaba bien lo intuía pero yo también lo estaba. - Estas tan bien con Manuela, me alegra mucho. Se que en este momento tu felicidad no es completa, pero ya va a llegar estoy... - La corte, no la deje. que siguiera hablando porque sinceramente no tenia ganas de escucharla.

- No soy feliz completamente porque nos mentiste, porque tanto vos como mi viejo no pudieron ser francos con nosotros, ni conmigo ni con Emi. Como hiciste para vivir tranquila, sabiendo que destruías tu familia? - Pasaron unos segundos y como vi que ella no me iba a contestar decidí atacarla, sacar toda la mierda que tenia adentro mío tirándole todo el fardo a ella. - Acabaste con lo que fuimos, vos y ese gil de mierda que fue tu amante apagaron totalmente nuestra luz. Emilio necesita todavía de su mama, pensaste alguna ves en el? Ni siquiera en mi, sino en el enano.-

- Estas siendo muy injusto conmigo, yo nunca me olvide de ustedes, jamas deje de lado mi labor como madre, me equivoque y falle como mujer, lastime al amor de mi vida por dejarme engatusar con palabras bonitas y lindos detalles. Los errores que cometí con Pedro nunca me los voy a perdonar, yo lo voy a amar toda la vida sabes? Me dio lo mas hermoso de mi vida, me dio dos hijos, una vida llena de amor y buenos momentos. - Suspiro y volvió a tomar coraje para volver a hablar. - Pero a veces la vida cambia, nos olvidamos de lo importante y dejamos el amor atrás y nos concentramos en otras cosas que no necesariamente son mas o menos importantes; No es una justificación pero tu padre estaba muy concentrado en tu carrera y en la de el, yo me deje envolver por palabras lindas que jamas tendría que haber tenido en cuenta, me equivoque y me encantaría que me perdones alguna ves. - vi sus lagrimas y sentí las mías saliendo a montones de mis ojos.

- No puedo, te juro que por mas que quiera no puedo perdonarte, no por ahora. El viejo es el que  sacrifico todo, dejo de lado su vida por hacerse cargo este tiempo de nosotros, no te lo recrimino pero vos tenias que estar aca al lado nuestro y sin embargo no lo haces. -

- Si Pedro sacrifico todo y vos te das cuenta que dio todo por ustedes, por que estas enojado con el? Esta sufriendo y vos no te das cuenta, te alejaste de el, lo abandonaste justo en el momento donde no te tenias que bajar del barco, eso no es lo que el te enseño, creo que no crio personas débiles, así que es el tiempo de demostrarle tu lealtad. -

- No tenes que decirme lo que yo tengo que hacer, eso ya lo se. Pero cada uno tiene sus tiempos, necesito bajar todo el bardo que tengo en mi cabeza y mi corazón para ponerle la espalda a cualquier cosa que se nos venga encima porque yo voy a estar siempre para el, poniéndole el pecho por el. - en ese momento me di cuenta que necesitaba volver a ver a mi viejo y dejarle en claro todo lo que soy capas de hacer por el.

- Espero que algún día logres perdonarme.- sentí como hizo ruido con la nariz estaba llorando pero prefería no mirarla, todo esto me dolía igual o mas que a ella estoy seguro. - Me encantaría que pudieras verme a la cara, realmente me duele todo esto no creas que no siento nada.- no levante la cabeza no me sentía preparado para mirarla, no ahora; sin embargo sentí cuando puso su mano en mi hombro y en ese momento mi cabeza entro en corto circuito y me aleje automáticamente de ella para empezar a gritarle.

-  Por que me mentiste? no me toques, no me toques. -

- Hijo por favor perdoname. - veía como se le caían las lagrimas pero en ves de generarme tristeza, el sentimiento en mi corazón era rencor puro.

En el medio del sueño empece a escuchar a Manuela, sabia que era ella. La imagen de mi mama empezó a verse borrosa y lo único que empece a escuchar mas nítido fue el llamado de Manuela.

Abrí mis ojos de golpe, ahí estaba ella mas hermosa que nunca, comprendí en ese instante que era ella mi lugar seguro. Apareció en el momento exacto de mi vida para no dejarme hundirme completamente en este pozo, ella vino a salvarme. Mi mirada se dirigió a sus ojos y las palabras salieron como si estuvieran incorporadas en mi vida desde que nací.

- Aca estas, no me sueltes por favor, no me dejes. - ella me miro como si no entendiera que estaba pasando pero decidió no hacer ningún tipo de comentarios y eso me hacia amarla mas.

- Nunca te voy a dejar hermoso. - su cara se fue poniendo triste y eso a mi me partía el corazón odiaba verla con esa expresión. - Estas llorando, te sentís bien mi amor? .- hice una mueca antes de contestar porque no, no estaba bien pero por ella pondría un millón de sonrisas solo por verla feliz, así que tenia que decidir crecer y hacer las cosas bien solo por ella.

- Estoy bien, tuve un mal sueño. - suspire y no lo pensé mas, era hora de volver a subirme al barco y enfrentar la que venga, aprendi hace un tiempo que no estoy solo, ahora tengo con quien caminar todo este viaje. -Es hora de volver a casa, necesito ver a Pedro. - en su cara se dibujo una sonrisa automática esa que yo tanto amo.

- Me encanta escuchar eso. - se puso el cinturón de seguridad, me miro para que haga lo mismo, era la regla numero uno. - Primero vamos a pasar por el super así le hacemos una super merienda a Emi, ya nos debe extrañar. -

•••

En el camino fui pensando demasiado en que era lo que le iba a decir a mi viejo, mi cabeza iba en blanco. Este tema era muy difícil de encarar, me daba pánico hablar de eso con el, pero Manuela tenia razón no era necesario sacar ese tema a colación, el solo necesitaba mi abrazo y saber que iba a contar siempre conmigo y eso no iba a cambiar nunca.

Una ves que estuvimos en la puerta de casa en ves de usar la llave, toque la puerta como si fuera un extraño en mi casa, pero es que ese tiempo quería usarlo para procesar todo esto y saber como iba a encarar el tema. Escuche gritar a mi viejo y automáticamente mire a Manuela que me sonrió y apretó mi mano, haciéndome saber que ella estaba ahí conmigo en la que sea.

La puerta se abrió, mi viejo estaba quieto mirándome a los ojos. Ya pasaron algunos días sin vernos ni saber nada del otro, yo habia optado por desconectarme de todo, se que igual hablo con Manu pero no conmigo. Sus ojos se llenaron de lagrimas y los míos también los sentía aguado. No espere que el hablara, le gane de mano y decidí sacarme de encima esa mochila que tenia, así que tome coraje de la mano de la mujer que mas fiel es a mi.

- Alguien me dijo que este no era el momento de abandonar el barco y yo realmente lo tengo presente, pero a veces soy un poco testarudo y necesito mis tiempos para procesar las cosas. - suspire y tome aire para seguir. - Sos lo mas grande que tengo en mi vida ojalá algún día tenga hijos y pueda ser como vos, no tengo nada que reclamarte ni perdonarte. Vos a mi si, me tome un descanso ya estoy ready para el partido si vos así lo preferís, solo tengo algo que pedirte. - solo me miro esperando que yo siga hablando. - Lo que paso ya esta, prefiero que siga en el pasado y en este momento no quiero hablar del tema no estoy listo, si estas de acuerdo conmigo hacemos borrón y cuenta nueva, para seguir codo a codo contra todo como siempre.- no dijo nada pero estiro su brazo y me agarro fuerte para abrazarme, de esos abrazos que te llenan el alma y te completa para siempre.

En ese instante me di cuenta que de la mano de Manuela y en los brazos de mi viejo, no puedo permitirme caer, ellos no me van a dejar. No soy feliz, pero estoy en ese camino y no me falta mucho.






















Ay por el amor de Dios, estos capítulos me mueven un millón de sensaciones ! Mateo en esta etapa es todo lo que está bien, pero Manu es de otro mundo !

Ya no falta nada para terminar así que espero que les vaya gustando

Nos leemos mañana ♥️

Aprendiendo juntos // Trueno // 2da parte tus ojos guiándome.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora