Día 6

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Conociéndose de otra manera

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Conociéndose de otra manera

Contrario a su impulsiva naturaleza, con pasos sigilosos seguía una sospechosa silueta que se mezclaba entre las sombras de un solitario callejón. Bakugo se sentía un poco frustrado, él prefería pasar a la acción directa y terminar con el problema con un solo y certero golpe, sin embargo, tenía el ligero presentimiento que, si esperaba lo suficiente, tendría un botín más jugoso al cual hacer estallar.

Siendo sincero, le encantaba el juego donde él era el cazador detrás de su "inocente" e ignorante presa. Y sobre todo, tenía la obligación de reprimir el uso de su particularidad ya que el área en la que se encontraba estaba infestada de hospitales y construcciones dedicadas al cuidado de personas en estado de vulnerabilidad, por lo tanto, al percatarse de la sospechosa actividad optó por ser discreto, al menos los primeros minutos.

Debido a la escasa luz del exterior, apenas le era posible divisar una borrosa silueta, solo le constaba que pertenecía a un tipo de no más de un metro ochenta, lo suficientemente inexperto y bastante idiota para hacer movimientos sumamente sospechosos, al parecer llevaba entre brazos una especie de maletín.

A consecuencia del área en la que se encontraba, era posible que solo se tratase de un jodido carterista que cargaba con sus jugosos trofeos. Odiaba lidiar con villanos de poca monta como ese, era una pérdida de tiempo tratar con esas escurridizas cucarachas, indudablemente prefería que la policía se hiciese cargo de ellos, sin embargo, ahora solo le apetecía hacer estallar el trasero de ese maldito por hacerle perder el tiempo.

Cuando estuvo a punto de descender de la barda en la que se encontraba oculto, una voz irrumpió de en medio de la nada, tomando por sorpresa tanto a él como al carterista, este último confundido arrojó lo que sea que cargaba en las manos y se ocultó detrás de un par de botes de basura. Bakugo sonrió con malicia al ver la lamentable escena que se estaba desarrollando frente a sus ojos.

Poco a poco, la luz de una lámpara se fue acercando desde el extremo contrario del callejón, una insignia dorada resplandeció momentáneamente, se trataba de un jodido policía, Bakugo decidió no intervenir y solo se limitó a ver el desarrollo del enfrentamiento entre los dos enemigos naturales.

El carterista al ver la silueta del agente se puso nervioso, tanto como para tirar de forma accidental uno de los botes de basura, el uniformado al percatarse de ello corrió directo hacia él mientras sacaba un par de brillantes esposas, todo parecía estar a favor de este último ya que debido al miedo, el ladrón se tiró al suelo dispuesto a rendirse y entregarse, pero en un absurdo descuido el policía piso una botella de vidrio que le hizo caer de forma lamentable. Bakugo no podía creer la ineptitud del ladrón y la del policía y lejos de reírse, sintió lástima por sí mismo al tener que ver esa deplorable cadena de sucesos. "Patético" escupió entre dientes.

El ladrón al ver una abertura, no dudó en salir corriendo. Bakugo, claramente indignado, no tuvo más opción que salir de su escondite y detenerle. Cosa que no le llevó más de veinte segundos. Claramente molesto, tomó al ahora inconsciente ladrón del cuello de la chamarra que vestía y lo arrastró de forma inclemente por el suelo mientras se dirigía al confundido policía, quien sacudía torpemente su uniforme.

— ¿Cómo es posible que un extra como tú no pueda lidiar con una basura como esta? — un par de temblorosos ojos carmesí le miraron fijamente, el policía solo se limitó a cerrar los ojos e inclinarse en forma de disculpa.

— P- perdón. Es mi primer día y dudé de forma patética. ¡Siento las molestias causadas, Sr. Dynamigth!

— Tu nombre — Bakugo dio una orden ante el tembloroso oficial. — Y no te dirijas hacia mí como "Sr." ambos tenemos la misma edad.

— Oh, cómo usted diga Se... ¡Soy el agente Kirishima! Kirishima Eijiro.

— Y bien ¡¿Qué fue esa patética demostración, seguida de esa absurda excusa?! Debes poner el ejemplo, no puedo creer que una mier... — una serie de ahogados jadeos se escucharon no muy lejos de donde Bakugo se encontraba sosteniendo al inconsciente criminal y al nervioso agente. Sin bajar la guardia dirigió sus pasó al final del callejón, justo del lugar donde el policía acababa de hacer su aparición.

Una sonrisa de satisfacción se extendió por sus labios. Seis villanos se encontraban sometidos contra una barda de cemento, todos se encontraban debidamente esposados y habían sido silenciados de acuerdo a los protocolos que la policía manejaba. No había nadie más. ¡Era trabajo de una sola persona!

— Fui descuidado, no contemple que algún otro delincuente pudiese llegar desde el callejón. ¡Mi error! — la voz del agente Kirishima se coló a su espalda.

— ¿Tú los detuviste? — Bakugo no podía ocultar la incredulidad en sus palabras. No lo admitiría, pero posiblemente había juzgado mal al chico policía.

— Afirmativo, Señor. Noté actividad sospechosa durante mi rondín y procedí a hacer las múltiples detenciones. Todos ellos pertenecen a una banda dedicada al robo de carteras. Una vez más, pido disculpas por mi ineptitud.

En su primer día el chico había capturado a los miembros de una banda de ladrones de cuarta, siendo sinceros, era algo espectacular.

— ¿Posees alguna particularidad? — Bakugo preguntó sin consideración alguna. El chico pareció dudar y tras meditar unos cuantos segundos asintió levemente.

— Sí, puedo endurecer mi cuerpo por un breve lapso de tiempo. A decir verdad no es muy útil.

— ¿Ah? ¿Pero qué mierda dices? Suena jodidamente útil en batalla, sobre todo si se trata de un héroe.

— Yo... mi único objetivo es proteger a las personas, señor. Da igual si solo soy un simple agente de policía...

— Como sea, no me interesan tus mierdas. ¡Y putas deja de llamarme así!

— ¡Lo siento! Es un hábito que he desarrollado durante mis años de academia.

— Cómo sea, Kirishima. Me da igual que seas un pedazo de policía, eres útil, ¡así que vete haciendo a la idea de que a partir de hoy serás la mano derecha del poderoso Dynamight! Necesito manos extras acá afuera. Felicidades, eres el primero al que le hago tal propuesta.

Los ojos del pelirrojo  se llenaron de lágrimas y mostrando un intenso saludo con voz temblorosa respondió.

— ¡Gracias! Es un honor para mí ser reconocido por mi héroe favorito, no te fallaré Dyn...

— Te daré el honor de llamarme por mi nombre — de forma arrogante, Bakugo interrumpió al chico.

— ¡Será un placer, Bakugo!

Ñamñam, algo tranqui para este día~

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Ñamñam, algo tranqui para este día~

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