[ 00.1 | Saiko & Itō Corporation ]

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La gran mansión de la familia Saiko siempre era el lugar de encuentros para una de las reuniones de negocios más importantes de, no solo la ciudad, sino que también del país. La corporación Saiko siempre fue conocida por ser una empresa en enormes negocios que obviamente, manejan una gran cantidad de dinero por día.

Todos sabían eso muy bien.

Sobre todo Ito Narumi, una chica de la misma edad que la del único hijo de la conocida familia Saiko.

Sus dos familias eran muy poderosas, pero para suerte de ella, nunca se vio comprometida en algún encuentro con el único hijo heredero.

¿Por qué? era simple, las únicas veces que asistía, era por caridad. Así que no se veía en la obligación de relacionarse con el menor.

Pero por sobre todo, detestaba a Saiko Metori; a raíz de los pequeños encuentros desafortunados con él y por lo que había escuchado y visto con sus propios ojos. Así que también, ponía de su parte para no encontrarse con el peli plateado de carácter desagradable.

Así que si, Metori no conocía más que su nombre y eso era lo que más la mantenía en paz.

Y tenía que quedarse así, o ese era su plan inicial.




Los grandes candelabros de vidrio colgaban a gran altura de su cabeza, las luces brillantes del gran pasillo no hacían más que sus ojos se entrecerraran por la luminosidad abundante y tuvo que llevar rápidamente una mano hacía arriba para poder ver bien y caminar hacia el salón principal donde siempre se llevaban a cabo los grandes banquetes y las reuniones entre las compañías más conocidas de Japón.

Sus padres, totalmente ajenos nuevamente a la incomodidad que le causaba estar en esa gran mansión, caminaban alegremente unos pasos más allá de ella, conversando futuros negocios o simplemente de temas desconocidos para ella.

-¡Ito!- una conocida voz a sus espaldas hizo que su piel se erizara repentinamente y giró su cuerpo con una forzada sonrisa en sus carnosos y pintados labios de un suave tono anaranjado.

Vio a una de las conocidas hijas de los amigos de sus padres y otras personas más de su edad llegar a su lado con sus brillantes bolsos costosos y adornos de oro y plata en sus caras ropas.

Se aguantó un suspiro cuando una de ellas pasó su brazo por el de ella con repentina cercanía y le regaló una sonrisa.

¿Siquiera sabía sus nombres?

Claramente no, apenas y los había visto unas dos veces en su vida, y en las que seguro aún ocupaban pañales.

Miró por un segundo como los brillantes adornos de sus ropas resplandecían con intensidad y con cuidado y cautela, deslizó la mano ajena que pasaba por sus brazos fuera de ella.

-Lo siento, chicas, tengo que acompañar a mis padres esta vez...- para suerte de la pelirubia, no insistieron. Narumi suspiró con alivio y caminó con pasos rápidos hasta la par de sus progenitores, quienes ya yacían dentro del gran salón relacionándose con otras personas.

¿Qué hacía ella allí?

La verdad es que no tenía idea. Generalmente era la encargada de la ayuda solidaria, sin embargo, este no era el caso, simplemente era una reunión de "gente importante".

Si sus padres no le hubieran dicho que era esencial que estuviera allí, no se le hubiera imaginado poner un pie allí.

¡Estábamos hablando de la mansión de Saiki Metori!

A sus ojos, la persona más desagradable del mundo.

Sin saber que hacer, y al divisar un pequeño cóctel cerca de ella, se dirigió rendidamente a este, donde vio la gran cantidad de variedades en postres y aperitivos.

Diez, quince, veinte y hasta treinta minutos habían pasado desde su llegada.

¿Había hecho algo más que comer al menos veinte tipos distintos de exquisiteces?

No.

Estaba segura que tendría que aumentar sus ejercicios físicos para compensar esas calorías, pero mucho no le importaba.

Diviso como los padres del Metori subían a la tarima instalada en el gran salón, y sus cejas se juntaron con extrañeza.

El hombre mayor carraspeo contra el micrófono, llamando la atención de todos los presentes y automáticamente recibiendo un gran aplauso de todos.

Narumi moría de la vergüenza, este era un escenario ridículo a sus ojos.

-Buenas noches a todos lo presentes, espero que todos lo estén pasando bien.- Narumi sacó otro pastelillo de la mesa, sin prestar mucha atención -La reunión de hoy está especialmente hecha para mostrar y explicar el nuevo proyecto de Saiko's Corporation, que se enfocará en una ayuda solidaria dirigida a la educación primaria de todas las instituciones de la ciudad, por ahora.

Itō miró extrañamente la gran pantalla que reflejaban en la pared.

¿Saiko's Corporation iba a hacer trabajo de solidaridad? ¿Era real?

Su estómago se revolvió con extrañeza y ansiedad al ver que uno de los nombres involucrados era el de Meteori.

"Es imposible que él quiera estar en este proyecto, ¿acaso el Señor Saiko le obligó?" pensó extremadamente dudosa de la situación.

Narumi no quiso darle más vueltas en su mente al tema, sin embargo, el Señor Saiko seguía hablando por encima de sus pensamientos.

-Y quiero agradecer tanto a mi hijo, Saiko Metori, por ser una gran influenciante en la idea, tanto como a la familia Ito por la continua ayuda que nos está brindado y nos brindará el resto de este proyecto.

Narumi tosió de la impresión y al atragantarse con su propia saliva por el asombro, pero su corazón no solo se detuvo al ver su propio nombre en la gran pantalla como colaborante, si no que, también al ver al mismo Saiko Metori a su lado tratando de ayudarla con su toz.

Si, lo admitía, esto no podía ser peor.










me tardé mil y un años perdónenme la vida ㅠㅠ

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me tardé mil y un años perdónenme la vida ㅠㅠ

¡pero aquí estamos! con el primer capítulo de "Juegos de poder", espero su apoyo y amor con este nuevo fanfic y también que nos leamos pronto <33

¿primera impresión de nuestra prota? dejen sus comentarios ❤️

Juegos de poder [Saiko Metori] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora