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[Jungkook]

Tomando el té.

Ahora ellos estaban tomando el té.

—Bueno, señora, fue un gusto, pero Kookie y yo tenemos algo que hacer. — se levantó — muchas gracias, ojalá se repita — dio una reverencia.

Ella rió — ¿Oíste, Koookie? Quiere que se repita. Eso está bien — se levantó, recogiendo las tazas. — Espero que sí. — me guiñó el ojo.

Por Dios, ¡me guiñó el ojo!

Luego de encontrarnos en esa posición bastante implícita, le expliqué que sólo éramos amigos jugando. Chicos siendo bros. Supuse que me creyó, pero, invitó a Jimin a tomar el té y... ¡¿Por qué acaba de guiñarme el ojo como si tuviéramos un secreto compartido del que no sé?!

—ʕ ꈍᴥꈍʔ—


—¿Estás bien, bro? —Jimin se burló, acomodando su cámara.

—Ya no me molestes con eso.

Mi mami me pone muy nervioso a veces.

—Ya, no te molestaré, pero cambia la expresión, o no servirá para la foto.

—Perdón, perdón... — suspiré — Mira, que esta es mi primera vez siendo modelo, así que, entiéndeme.

Él sonrió y caminó hasta mi, puso sus manos en mis hombros

—Kookie, tranquilo. Se tú mismo y relajate, ¿necesitas que te ponga en contexto? ¿Decirte de qué va la historia para que puedas hacer una mejor interpretación?

—Mmm. Creo que eso estaría bien — asentí — ¿De qué se trata su historia?

—Gukk es el protagonista, el chico más serio y directo de toooodo el instituto. Tiene un súper cuerpazo y las chicas mueren por él, es deseado y codiciado...

Sonreí — Vaya, ella no mentía cuando dijo que doy la talla —presumí.

—Ya, pero aquí viene lo bueno. Gukk se siente asfixiado cada vez que una chica se le acerca con interés amoroso. Él no sabe porqué le pasa eso, pero es la razón de su constante rechazo hacia ellas.

Fruncí el ceño, tratando de meterme en la piel del chico —Okey.

—Más tarde, aparece en escena Yung, un chico sumamente guapo y, tal vez, tan esbelto como él. Entonces, sucede en él algo que no había pasado antes, algo que lo hace dudar de todo lo que creía, algo...—él picó mi pecho — Qué cambia su rumbo para siempre.

—¿Y qué es?

— Ah vas a tener que leer el libro cuando ella lo muestre en la feria de la escuela.

—Eso es trampa — me crucé de brazos.

—Bueno, Kookie, ¿continuamos? — palmeó mis hombros.

—Sí.

Estuvimos tomando bastantes fotos. Él a veces paraba y las revisaba. Era gracioso ver las muecas que hacía de conformidad o desagrado.

—Creo que con esas están, Kookie.

—Qué bueno porque ya estoy cansado — bostecé, estirando mis brazos — Ya me voy a casa.

—¿Qué? ¿No me invitarás a cenar? — se acercó a mí con una sonrisa ladina. 

Lo observé por un momento —¿Sabes? Pensé que eras un chico serio.

—Mmm, un poco.

—Pero claramente eres algo pícaro, ¿no es así?

—Soy culpable.

𝐍𝐨 𝐭𝐚𝐧 𝐡𝐞𝐭𝐞𝐫𝐨𝐬𝐞𝐱𝐮𝐚𝐥 | 𝐉𝐢𝐤𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora