𝐍𝐨 𝐭𝐚𝐧 𝐡𝐞𝐭𝐞𝐫𝐨𝐬𝐞𝐱𝐮𝐚𝐥 | 𝐉𝐢𝐤𝐨𝐨𝐤

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[Taehyung]

—Me gustó este de convertirlo en "canción". —señalé.

—Pero recuerda que habría que hacer la composición, y tendríamos que cantarla.

—Ah, maldito trabajo práctico.

—Es más proyecto final, ya que la tomará como si fuera evaluación.

—Bueno, por lo menos no tenemos que estudiar. Eh, yo no tendría problemas en cantarla.

—No me sorprendería. —dejó la computadora y se volteó hacia mí —Sé tocar la guitarra, quizás armar una melodia acústica.

—Qué cajita de sorpresas. Supongo que tus padres te impulsan a aprender otras cosas también.

Rió—Nadie me pagó clases, Kim. Ellos no invertirían así en mí. Te dije que tengo amigos, ellos me enseñaron.

—¿Yoongi?

—Yoongi toca la quena.

Me resultó gracioso —¿Es en serio?

—No me hagas caso. Mmmh, ahora que lo pienso, Yoongi se mete en tu terreno, ¿no te gustaría meterte en el suyo y fastidiarlo?

Bueno, ahora ella estaba siendo la misma Jiso de siempre, dando emoción a cada palabra, claro que faltaba su griterío. Algo le pasó a esta chica, y dudo que tenga que ver del todo con perder a Jungkook.

—¿De qué manera?

—Bueno, esta noche no se podrá, pero pásate por el Monte Taebaek. De seguro le molestará.

—¿El Monte Taebaek? Queda como a tres horas de acá. Digo, somos como el culo de la montaña. —bromeé. —¿No va mucha gente a pasear por ahí en invierno?

—Sí, pero durante el otoño no hay muchas visitas. Ahí es cuando comienza lo bueno.

—¿Y qué es lo bueno?

—Ah, cuando vayas Io averiguarás.

—¿Qué hace Yoongi ahí?

—¿Entonces eliges la canción?

—¡No me dejes con la intriga!

Ella rió y un fuerte golpe se oyó en la puerta.

Ambos nos asustamos. —¿Diga?

Un hombre abrió la puerta, asomándose —Hola —saludó viéndome y moví mi cabeza, devolviendo el saludo. —Jiso, necesito que hagas algo.

—¿No ves que estoy ocupada? Es sobre la escuela.

Su mirada se ensombrecío —No me hables en ese tono. ¿Es una clase sobre risas? ¿Me ves la cara de estúpido?

Qué escalofríos.

—Lo siento, no era eso lo que quise decir.

—Ven a ayudarme con esto y después haz las estupideces
que quieras. Pero si realmente es sobre el estudio, ponte más seria, ¿oíste?

—Sí, escuché bien. —rodó los ojos.

—¿Qué fue ese gesto?

—Seguía el camino de una mosca, nada más. —esbozó una sonrisa.

Solté una risa, pero cerré la boca. El hombre no se veía muy animado.

—¿Te crees graciosa porque está tu amigo acá? ¿Quién es? ¿Por qué no estás con Jungkook?

—Es el compañero que me tocó para el trabajo. Y me peleé con Jungkook.

Eso pareció enojarlo —Pues,
más vale que te disculpes. No puedes pelear con él. Es el hijo de mi mejor amigo y no quiero discordias.